Lección 6
LOS POSTREROS DÍAS
La frase favorita de los que hablen del pronto final del mundo es "los postreros días". Según ellos, ahora es que estamos en los "postreros días" y si no, muy pronto comienzan. Por ejemplo, en su libro, WWIII (Tercera Guerra Mundial), Juan Wesley White dedica un capítulo entero para demostrar que los recientes adelantos tecnológicos cumplen lo que dice Santiago 5:3, que en los postreros días, habrá "avaricia materialista" (WW III, pág. 28). Por otra parte, White dice que los "postreros días" mencionados en 2 Timoteo 3:1 y 1 Timoteo 4:1, se refieren a tiempo presente y el hecho de que estas señales están aumentando, son prueba que de fin que se acerca (WW III, pág. 115, 132).
De la misma manera, Hal Lindsey dice que los términos "postreros años" y "postreros días" como en Ezequiel 38:8 y 16, "se refieren a los tiempos justo antes y incluyendo los sucesos que terminan en la segunda venida de Jesucristo..." (Late Great Planet Earth, pág. 49). Citas tomadas de The Late Great Planet Earth por Hal Lindsey y C. C. Carlson. 1970, 1977 por Zondervan Publishing House.
Expresiones como "los postreros días" aparecen en veintitrés versículos de la Biblia. Vamos a repasarlas brevemente para ver si las Escrituras usan este término como alega Lindsey para referir a un período especial antes del fin del mundo.
Los "Postreros Días" Según el Antiguo Testamento (Parte 1)
Isaías 2:2 y Malaquías 4:1 son los dos pasajes más citados del Antiguo Testamento que hablan de los "postreros días". Las palabras de cada uno de estos pasajes son casi idénticas y hablan de algo que "acontecerá en lo postrero de los tiempos". Según estos versículos, en "los postreros de los tiempos "volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces". Por cierto esta profecía es mesiánica y habla de un tiempo especial de paz. Pero ¿cuándo?
Como vimos en la primera lección de las profecías del Antiguo Testamento, Hal Lindsey admite que estas profecías pertenecían a la primera venida de Cristo. Pero como los judíos le rechazaron, dice Lindsey, Cristo tendría que volver una segunda vez para cumplir lo que no pudo hacer la primera vez. Como vimos en la primera lección, esta idea pone a Dios en apuros. ¿Cómo pudo Cristo en su primera venida dar su vida como un siervo sufrido y, al mismo tiempo, establecer un reino terrenal como un rey triunfante?
La cuestión es si Lindsey se equivocó de lo que Cristo quiso hacer o si Dios se equivocó cuando inspiró esta profecía.
Como vimos en la lección anterior, la única resolución de este dilema es que las profecías mesiánicas no hablaron de un reino material en la tierra. La verdad es que Cristo pudo e hizo las dos cosas a la vez - estableció un reino espiritual para reinar en los corazones de las personas, y, al mismo tiempo, fue el siervo sufrido por morir en la cruz - ambas cosas a la vez. Como esta es el significado original de las profecías, el esfuerzo de Lindsey de atrasar estas profecías no cuadra con la palabra de Dios.
Esta idea encuentra apoyo en las figuras que usan los profetas Isaías y Malaquías. que hablan del tiempo del Mesías. No tratan de un tiempo de paz universal entre las naciones, sino un tiempo de paz en los corazones de aquellos que aceptan al Mesías. No será un reino por intimidar con armamentos de guerra, sino, como dijo Jesús, "Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí" (Juan 18:36).
Isaías y Malaquías se refieren a los "postreros días" como la era de un reino mesiánico espiritual, lo que nosotros llamamos, la era cristiana. Primero fue la Era Patriarcal cuando Dios trató con los hombres por medio del padre de la familia quien servía como "sacerdote". Luego vino la Era Mosaica, el período donde Dios trataba con los judíos por medio de la Ley. Al final, vino la Era Cristiana, también llamada, "los postreros días" por ser la última era del trato de Dios con los hombres.
Otro pasaje del Antiguo Testamento es Oseas 3:5 que usa la expresión "el fin de los días" para referir al tiempo del Mesías y de la bondad de Dios.
Los "Postreros Días" Según el Nuevo Testamento (Parte 1)
En realidad, el uso de "postreros días" en el Nuevo Testamento confirma el sentido que acabamos de expresar. En el primer día de Pentecostés después de la resurrección de Cristo (30 DC), Pedro habló a la multitud citando a una profecía del Antiguo Testamento y aplicándolo a aquél mismo día, para explicar por qué Dios había derramado su Espíritu. Pedro explicó a la multitud de judíos que el Espíritu Santo fue derramado aquél día sobre los apóstoles para cumplir la profecía de Joel. Sus palabras fueron muy específicas: "Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne" (Hechos 2:16).
Esta cita nos obliga a reconocer tres verdades importantes: (1) la profecía de Joel fue cumplido en los "postreros días"; (2) Pedro dijo que esta profecía fue cumplida en el día de Pentecostés; y (3) el día de Pentecostés de 30 DC ocurrió en los "postreros días".
El día cuando el Espíritu Santo vino sobre los apóstoles era el comienzo de la nueva era de Cristo. El mensaje de su muerte, sepultura y resurrección fue predicado aquél día por primera vez. El mensaje de la "paz con Dios" por medio del reino espiritual de Cristo comenzó a publicarse en aquél entonces empezando en Jerusalén. Los "postreros días" habían comenzado, o sea, la última era del trato de Dios con los hombres. La Era de Cristo es la era final, los "postreros días".
De la misma manera, Hebreos emplea la expresión, "estos postreros días", como una referencia a la era cristiana. La era cristiana es el último arreglo de Dios con los hombres. "Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo..." (Hebreos 1:1-2).
Según este texto, otros profetas habían hablado por Dios en días o tiempos anteriores, pero Cristo mismo es el portavoz de Dios en los "postreros días". Además, como el hablar por Cristo es pasado, "ha hablado", quiere decir que cuando el libro de Hebreos se escribió, ya Cristo había dado su mensaje profético para los postreros días. Como hemos visto en los demás pasajes, el término "postreros días" se refiere a toda la era cristiana.
1 Pedro 1:20 confirma este mismo punto. Refiriendo a Cristo, dice: "ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros." Una vez más se observa la relación entre Cristo y los "postreros días" y que los postreros días empezaron en el primer siglo.
Las expresiones en 2 Pedro 3:3 y Judas 18 son casi idénticas: "sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? (2 Pedro 3:3 4). "Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos" (Judas 17 18).
En estos pasajes, Pedro y Judas afirman que Cristo había prometido una segunda venida y advirtieron que, con el paso del tiempo, unos burladores iban a decir que Jesús había fracasado como profeta. De ninguna manera indicaron que la llegada de burladores era una señal de que el fin se acerca. Sino todo lo contrario, como el tiempo de la segunda venida podría extenderse, los cristianos no debieran desanimarse por la llegada de burladores, los cuales ridiculizan la promesa de Cristo de volver. Tanto Pedro como Judas dirigen sus comentarios a los cristianos del primer siglo quienes peligraban extraviarse por los burladores. Por lo tanto, el primer siglo comparte "los postreros días".
En un pasaje similar, en 2 Timoteo 3:1-9, Pablo advierte a Timoteo que en los "postreros días" habrá falsos maestros los cuales serían egoísta e inmorales, "que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella". Como en el versículo 5 Pablo aconsejó a Timoteo a evitarlos, Pablo entendió que Timoteo vivía en "los postreros días". De nuevo, los "postreros días" incluye toda la era del evangelio. Los falsos maestros aparecieron en tiempo de Timoteo y aparecen hoy en día también.
Los "Postreros Días" Según el Nuevo Testamento (Parte 2)
En 1 Timoteo 4:1 (y el texto paralelo de 2 Tim. 4:3-4), Pablo profetiza que "en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe". Aquí la expresión de Pablo, "postreros tiempos", no se refiere a toda la era de evangelio, sino simplemente a un tiempo después que escribió su epístola cuando los falsos maestros iban a pervertir el evangelio y apartarse de la fe. Como Pablo afirma que la prédica de Timoteo podría ayudar en prevenir que algunos sean arrastrados por esta apostasía, los "postreros tiempos" que Pablo aquí menciona empezaron tan pronto como Pablo terminó de escribir estas palabras a Timoteo. La expresión "postreros tiempos" aquí simplemente significa "más adelante". No se refiere a un tiempo especial de herejía justo antes de la segunda venida.
Otro versículo que emplea el término "postreros días" es Santiago 5:3 que censura a los avaros cuando dice: "Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros" (5:3).
Este pasaje advierte a los ricos en contra de acumular los bienes y confiar en ellos. Es un mal uso del dinero cuando uno se aferra a sus posesiones pensando que vayan a resolver todas sus necesidades. Observe que Santiago dice: "Habéis acumulado tesoros". Las personas que Santiago tiene en mente ya lo habían hecho (acumular dinero). El consejo de usar sus bienes materiales para hacer buenas obras ya que uno no se lo puede llevar es siempre correcto. Para entender este pasaje como una señal de que se acerca el fin del mundo, de que la gente van a ser más avaros justo antes del fin del mundo sería un abuso de este versículo (Vea White, WWIII, pág. 28).
En 1 Juan 2:18, Juan habla del "último tiempo". El próximo capítulo que trata del Anticristo va a considerar otros factores del contexto de este versículo, pero por ahora sólo lo citamos por su expresión "último tiempo" que significa un "tiempo crítico" o un "tiempo de crisis". No se trata del fin del mundo. Esto es evidente porque (1) Juan está hablando de un problema o crisis que había comenzado en su día, y (2) el "último tiempo" estaba "cerca" de momento en que Juan escribió la carta. Por lo tanto, el "último tiempo" se refiere a un crisis del tiempo en que el vivía. Si hubiera usado "último tiempo" para referirse al tiempo justo antes de la venida de Cristo, estuviera equivocado si dijo que aquello que les estaba pasando era el fin del mundo. Para nosotros que creemos en la infalibilidad de las Escrituras, no es aceptable pensar que Juan era inspirado y que escribiera algo equivocado. Así que tuvo referencia a un tiempo difícil o "último tiempo" de su día que, según el contexto, era la llegada de los falsos maestros.
Ahora bien, en 1 Pedro 1:5 encontramos el único uso de "el tiempo postrero" que tiene referencia específica al tiempo del fin. Pedro habla de los cristianos "que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero". Raymond Kelcy explica bien este pasaje:
"La frase exacta usada por Pedro no aparece en ninguna otra parte del Nuevo Testamento, pero tiene referencia a lo que Jesús llamó "los postreros días" en cual momento los muertos serán resucitados y juzgados (Juan 6:39, 40, 54; 12:48; vea. 1 Pedro 1:13; 2 Tes. 1:10; 2 Tim. 4:8). (Kelcy, The Letters of Peter and Jude, pág. 23). 'Used by permission. The Letters of Peter and Jude by Raymond Kelcy. Copyright 1 1972 by Sweet Publishing Company.La palabra griega "postrero" en "el tiempo postrero" de 1 Pedro es diferente del griego en otras expresiones como "los postreros días" o "último tiempo" como son las citas ya mencionadas. El "tiempo postrero" trata del tiempo del fin cuando los salvos reciben su recompensa. No se trata de un tiempo justo antes del fin cuando o de las supuestas señales van a demostrar que estamos acercando al final. Al contrario, simplemente habla de nuestra salvación, el estado final de las almas de los fieles, que va a pasar en el postrero tiempo o el día final.
Los "Postreros Días" Según el Antiguo Testamento (Parte 2)
Antes de terminar la presente lección, queremos comentar sobre cuatro pasajes más del Antiguo Testamento.
Jeremías aconsejó el pueblo de su día a no escuchar a aquellos profetas que decían, "Paz tendréis", porque ese mensaje no era de Dios (Jeremías 23:17). En respuesta, Dios dijo: "en los postreros días lo entenderéis cumplidamente" (23:20). Según Jeremías, el pueblo no iba a entender que aquellas profecías de paz eran falsas hasta no comprobarlo por ver llegar los ejércitos de Babilonia para destruir a Jerusalén. "En los postreros días" era que el pueblo iba a entender que los enemigos de Jeremías eran falsos profetas. En Jeremías 30:24 tenemos una expresión casi idéntico, "en el fin de los días entenderéis esto". En ambos casos, "los postreros días" y "en el fin de los días" quieren decir "más adelante" y nada más.
Jeremías también usó la expresión, "en lo postrero de los tiempos" para profetizar lo que Dios iba a hacer unos pocos años más adelante. En Jeremías 48:42, profetizó que los moabitas iban a ser destruidos: "Y Moab será destruido hasta dejar de ser pueblo". Luego en el versículo 47, Dios dice que va a regresar los cautivos judíos que están en Moab " en lo postrero de los tiempos". Esto indica que aunque Moab pronto sería destruido como nación, a lo mejor por Babilonia, algunos individuos iban a sobrevivir y continuar por un tiempo, pero sin poder clasificarse como una nación. Como Moab dejó de existir como pueblo durante el tiempo entre los dos testamentos, "lo postrero de los tiempos" aquí mencionado no se refiere al fin del mundo, sino a un unos pocos siglos más adelante. Como Moab ya no existe hoy en día, es imposible hacer volver hoy los cautivos de Moab. De la misma manera muchas otras profecías del Antiguo Testamento usan la expresión "en lo postrero de los tiempos" para significar sencillamente un tiempo posterior a la profecía cuando las palabras del profeta se cumplan.
Ezequiel, otro profeta del Antiguo Testamento, usa la expresión "al cabo de los días" y "al cabo de años" en los versículos 7 y 16 del capítulo 38. Aunque ya hemos considerado el término "postreros días" de Ezequiel 2, esta expresión, "al cabo de los días" o "años" también significa eso mismo, un tiempo posterior o más adelante y no un período especial justo antes del final del mundo.
Ezequiel 38 contiene un mensaje para los cautivos judíos en Babilonia, los que sabían que todavía existía la ciudad con su templo cuando fueron capturados y exportados, ahora se enteran de que la ciudad con su templo querido quedaron destruidos. La profecía (vers. 8-16) les dio ánimo a aquellos judíos que más adelante o "al cabo de los días" serán regresados a su tierra. Fueron regresados cuando fueron liberados por Babilonia en 536 A.C. para regresar y reconstruir Jerusalén y el templo. Por lo tanto, todas estas palabras de Ezequiel fueron cumplidos en aquel entonces.
Por final, en Daniel 2:28, encontramos todavía otra referencia a "los postreros días". Aquí Daniel habla al Rey Nabucodonosor del imagen que había soñado y le explicó que su sueño trata de "lo que ha de acontecer en los postreros días". La mayoría de los comentarios que explican este texto concuerdan en que este sueño trata de los cuatro imperios mundiales de Babilonia, Persa, Grecia y Roma. Según Daniel, estos reinos iban a existir "en los postreros días" pero todos existieron en el tiempo de Cristo. Nuevamente la expresión "postreros días" fue usado por un profeta para significar "más adelante" y no un tiempo especial justo antes del fin del mundo.
Conclusión
Ya hemos repasado todos los textos del Nuevo y Antiguo Testamento que usan expresiones como "los postreros días", "el fin de días" o "lo postrero de los tiempos". Encontramos una variedad de significados para estas expresiones pero sólo dos predominan: (1) "los postreros días" se refiere a toda la edad cristiana, el último período del trato de Dios con los hombres; y (2) "los postreros días" se refiere a un tiempo posterior cuando una profecía iba a cumplirse. Sólo uno de los pasajes que hemos estudiado trata de la segunda venida - 1 Pedro 1:5. De manera simple afirma que los fieles recibirán su salvación "en el tiempo postrero". Sin embargo, nunca habla de "los postreros días" para referirse a un tiempo corto al final de mundo demostrado por señales de que se acerca el fin.
Concluimos, entonces, que aquellos que dicen que ahora es que vivimos en un período especial llamado "los postreros días" que precede de inmediato al "tiempo del fin" están equivocados en su enfoque. Anuncian que somos la generación que verá el fin del mundo. Sin embargo, están equivocados en los cada elemento de su interpretación profética y aquí, con los "postreros días", se equivocan también.
Cuestionario
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