El ateo más famoso
Flew era el ateo más famoso del siglo pasado siendo profesor de Oxford, Aberdeen, Keele, Reading y York. Mucho antes que Richard Dawkins, Christopher Hitchens, y Sam Harris atacaron la religión, Flew era el portavoz preeminente de la incredulidad, pero su fe en Dios sorprendió a todos. Los rumores de su conversión empezaron a circular en el 2001. Al principio lo negaba, pero luego reconoció que era verdad y se disculpó públicamente.
Sus Razones
¿Por qué cambió? Según Flew, era (1) el argumento de la complejidad integrada de la Universidad física, como Albert Einstein había observado; (2) la evidencia de la complejidad integrada biológica y (3) el argumento del ADN. Flew aclaró, “La única evidencia relevante es la aparente imposibilidad de dar una teoría naturalista del origen de ADN de la primera especia que se reproduce”. Puede pensar de Flew lo que quiera, pero la verdad es que no pudo aceptar que el código ADN tuviera un origen natural sino sobrenatural. El argumento de que se formó por la suerte, una suerte muy extraordinaria, no le convenció. La única solución posible era una inteligencia omnipotente. La vida sólo sale de la vida. Flew fue honesto con la improbabilidad especulada del ateísmo sobre el origen de la vida y sabía que el juego había terminado. No fue una evidencia empírica, sino la inferencia extraída de la evidencia. Otros factores que socavaron su fe atea era las nuevas versiones del argumento de diseño inteligente, el surgimiento antrópico, el trabajo de Richard Swinburne sobre el concepto de Dios, el trabajo de David Conway y los argumentos del físico Gerald Schroeder. También le ayudaron los argumentos filosóficos clásicos.
Lo Atacaron
La reacción del mundo ateo era rápida y viciosa. Dijeron que Flew había perdido la mente, que ya no era la misma persona, sino que era guiado por otros, o por de vender libros. Pintaron a Flew y otros científicos que creen en Dios como anticuados, pero Flew dijo que eran ellos los anticuados. Flew criticó a Dawkins, su colega ateo de Australia, como muy selectivo en analizar la evidencia, hasta el extremo de ser deshonesto cuando sólo citaba las opiniones de los científicos sobre las implicaciones filosóficas de los datos científicos que le era convenientes. Al contrario, Flew se consideraba a si mismo como honesto con la evidencia y a sus colegas los tildó de hipócritas. Explicó que siempre se dejaba llevar por la evidencia dondequiera que le llevaba.
El Dios de Flew
¿Cómo era el Dios de Flew? Aceptó “la existencia de un Ser auto-existente, inmutable, inmaterial, omnipotente y omnisciente”. Su concepto no llegó a progresar hasta un Dios que interviene y se comunica con la humanidad. Al cuestionarle, Flew ignoraba las Preguntas y explicaba que no había sacado tiempo para estudiar el tema, pero le encantaría.
Era el más Ateo
Era humilde. El profesor más ateo, más famoso, más distinguido, más entregado, de más escritos, el que más debatía, el que más promovió el ateísmo, caminó al otro lado. Su fe atea, que comenzó a los 15 años, le era obsoleta. El ADN, descubierto en 1954, había revolucionado la ciencia y también la religión porque tenía encima las huellas digitales de Dios.
Romanos 1:19-22
La Biblia dice, “porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios” (Rom. 1:19-22).
Tuvo que Rendirse
El juego había terminado y Flew lo sabía, aunque, por un tiempo continuaba luchando por no creer en Dios.