por Larry J. White
LOS MIL AÑOS
A. INTRODUCCION
Inmediatamente después del Armagedón empezaron los mil años. Hemos aprendido que Satanás, por medio del imperio romano y su falsa religión había engañado a las naciones de la tierra para que se unieran en una gran campaña para destruir a la iglesia del Señor completamente, para raerla de la tierra. Parecía a los cristianos en el tiempo del apóstol Juan que Roma podría destruir a la iglesia completamente. Sin embargo, Cristo les acaba de mostrar que , al contrario, Roma y sus aliados eran los que dentro de poco serían completamente destruidos por El. Pero tiene que surgir ahora una pregunta: "Si Satanás levantó este poder para destruir a la iglesia, ]por qué no puede levantar otro? La respuesta a esta pregunta sigue en Apoc. 20:1-10 en la visión de los mil años. En esta sección encontramos los siguientes acontecimientos: Satanás es prendido (20:1-3); las almas de los santos decapitados reinan con Cristo por mil años (20:4-6); Satanás es suelto y lanzado al lago de fuego (20:7-10); y en seguida todos los que no fueron redimidos son juzgados y lanzados al lago de fuego, juntamente con el hades y la muerte (20:11-15).
B. LOS MIL ANOS
De acuerdo al Apocalipsis (el único libro bíblico que habla de manera específica de este período de tiempo), los mil años quedan como un paréntesis entre los grandes esfuerzos de Satanás para la destrucción de la iglesia por medio de la persecución de las naciones de la tierra. En el tiempo del primer siglo el diablo recibió un poco de tiempo para la persecución mundial de la iglesia, y al fina del tiempo recibirá otro poco de tiempo para lo mismo. Pero entre estos dos eventos se encuentra el Milenio, los mil años, un tiempo en que Satanás está atado y no puede salir a engañar a las naciones para la persecución de la iglesia. Lo que tenemos del primer siglo al fin del mundo es lo siguiente:
UN POCO DE TIEMPO MIL AÑOS UN POCO DE TIEMPO EL FIN DEL MUNDO para prosecución mundial diablo atado para persecución mundial Satanás lanzado al infierno Así que el mensaje a los cristianos perseguidos en el tiempo del apóstol Juan era que esta persecución sería relativamente breve y que después de ella el diablo sería limitado en su prosecución de los santos hasta los últimos días del mundo (o sea, durante mil años) y que luego sería desatado, pero no para victoria sino para derrota. Por lo tanto, el milenio empezó con la destrucción del imperio romano como perseguidor de la iglesia y seguirá (no por un tiempo literal de mil años sino hasta un poco antes del fin del mundo. Ahora mismo estamos viviendo en el tiempo designado "mil años" en el libro de Apocalipsis. Los mil años son todos los años después de Armagedón hasta el fin.
Esta idea de totalidad en la Biblia es simbolizada por el número mil. Por ejemplo, leemos en Salmos 50:10, "Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados". Cuando Dios dice que suyos son los millares de animales en los collados, está diciendo que todos estos animales son suyos. Salmos 105:8 dice "Se acordó para siempre de su pacto; de la palabra que mandó para mil generaciones". Cuando la Palabra dice que Dios se acordó de su palabra por mil generaciones, no quiere decir que esta palabra quedó en vigencia por tanto tiempo literal. Quiso decir, como ya había dicho literalmente, para siempre, o sea, para todas las generaciones. Encontramos el mismo caso en Deut. 7:9, "Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guarden sus mandamientos, hasta mil generaciones". Léase también Exodo 20:6. En todos estos ejemplos podemos ver que el número mil se usa para describir simbólicamente a un gran cantidad de algo, ya sean animales o generaciones o años. Significa todo lo que hay en algo. Así que los mil años significan todos aquellos años en los cuales Satanás está atado y los cristianos viven libre de la plaga de persecución mundial como se desató en el tiempo del primer siglo por medio de la nación romana.
Recordemos que la interpretación literal de este tiempo de mil años no cabe ni en el contexto del libro, ni en el contexto del capítulo 20, ni en el contexto de la Biblia, ni en el contexto de la historia. Lo importante en cuanto al milenio no es la cantidad de años que dura sino lo que sucede en este período. Y lo más importante para los cristianos era que el tiempo de la persecución activa cesaría luego y que sería seguido por un largo descanso de tal persecución, porque el gran enemigo estaría encerrado en el abismo. He aquí la perspectiva para los cristianos del primer siglo:
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C. EL REINO DE LAS ALMAS DE LOS SANTOS MUERTOS
En los versos cuatro al seis de Apoc. 20 hay otro asunto de suma importancia que todavía no hemos considerado. Esto también sucede durante los mil años. Es el reino de las almas de los santos muertos. Le suplico que vuelve a leer lo que la Biblia dice en Apoc. 20:4-6 en su propio Nuevo Testamento. Este reino dura por el mismo período de mil años, y está íntimamente relacionado con la limitación del poder de Satanás.
Cabe notar que el énfasis de esta sección (20:4-6) se da al reino de estos mártires, y no al reino de Cristo (ya que Cristo ya estaba reinando). "Y vivieron y reinaron con Cristo mil años" (Apoc. 20:4). Claro que Cristo estaba reinando también, pero su reino no empezó al principio de los mil años. El reino de Cristo había empezado desde el día de Pentecostés después de su ascensión a la diestra de Dios para sentarse en el trono de Dios (Hech. 2:22-36). Ese reino seguirá hasta que el último enemigo, la muerte, sea destruido en el día final (1 Cor. 15:24-26; Apoc. 20:14). Así que con los mil años empieza el reino de aquellos mártires, pero no el reino de Cristo que ya tenía años de haber principiado cuando los mil años empezaron, y seguirá aún después del fin de los mil años. Así que la doctrina que dice que Cristo empezará a reinar por mil años en algún día futuro tiene más de un error: (1) El tiempo de los mil años ya empezó; (2) Cristo empezó a reinar antes del principio de los mil años y (3) No es un tiempo literal.
Dice: "Reinaron con Cristo" No dice: "Cristo comenzó a reinar".
D. EL SIGNIFICADO DE LOS MIL AÑOS PARA LOS MARTIRES
¿Qué significa este reino de los santos mártires? Estas almas fueron introducidas en Apoc. 6:9-11. "Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían". Las almas de Apoc. 20:4 son estas mismas almas de Apoc. 6:9-11. "Y clamaban a gran voz, diciendo: ]Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos". Ellos clamaban por venganza de su causa en la tierra. Pero tuvieron que esperar un poco de tiempo porque faltaba este poco de tiempo de persecución todavía. Es el mismo poco de tiempo que fue dado a Satanás y a la bestia y falso profeta. Ahora en Apoc. 20, como ya vimos, este poco de tiempo ha pasado y ellos han recibido poder y autoridad. Jesús ha juzgado a sus perseguidores en la batalla de Armagedón (19:11-21). Ahora, no están bajo el altar esperando; están sentado sobre tronos reinando. El poder de Satanás ha sido limitado y el poder y gloria de los santos han sido engrandecidos. Su fidelidad en no adorar al emperador romano ha sido premiado y su muerte ha sido vengada por Cristo. Este es el reino de las almas de los santos muertos. No es ni más ni menos que la venganza de su muerte y su exaltación viendo al diablo atado y encerrado por este período largo que es simbólicamente llamado "los mil años".
E. LA PRIMERA RESURRECCION
Esta experiencia de las almas decapitadas es también llamada la primera resurrección (20:4-6). Debemos tener mucho cuidado con esta primera resurrección para no caer en el error. Debemos aceptar lo que la Biblia dice aquí en el contexto del libro acerca de esta sin añadirle ideas de hombres. Debe notarse con mucho cuidado que Juan no vio a ninguna persona con cuerpo sino que vio "LAS ALMAS de los decapitados por causa del testimonio de Jesús". Juan vio almas de personas que ya habían muerto, pero no vio que ellas recibieron cuerpos. Léase otra vez Apoc. 20:4-6 para confirmar esto. Es muy importante reconocer que la Biblia no habla de dos resurrecciones en diferentes tiempos de los cuerpos de los justos y los de los injustos. Al contrario, la Biblia enseña claramente que TODOS, justos e injustos, seremos resucitado en la MISMA HORA, la última hora. "No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida; mas lo que hicieron lo malo, a resurrección de condenación" (Jn. 5:28-29). Estas son las palabras de Jesucristo mismo. El Señor dice claramente que en una misma hora todos (no sólo los justos, ni sólo los injustos, sino todos) resucitaremos. Claro que el destino de unos y otros no es el mismo, pero la hora de la resurrección es la misma. Pero esta resurrección para el juicio final se refiere a los que están en los sepulcros, o sea, los cuerpos de los muertos. Debe fijarse en dos diferencias entre la resurrección para juicio de la que habla Cristo y la "primera resurrección" de que escribió Juan (y nótese que es el mismo escritor): (1) La resurrección de la que habla Cristo es de cuerpos, pues solamente hay cuerpos en los sepulcros. (2) La primera resurrección de que escribió Juan en Apocalipsis 20:4-6 es únicamente de almas de santos decapitados. (1) La resurrección de la que habla Cristo es de todos, justos e injustos. (2) La primera resurrección es solamente de cristianos mártires.
DIFERENCIA ENTRE LAS DOS RESURRECCIONES
LA RESURECCION DE QUE HABLA CRISTO LA PRIMERA RESURECCION
DE CUERPOS DE ALMAS DE JUSTOS E INJUSTOS DE CRISTIANOS MARTIRES Debe notarse que los cristianos que participaron en la primera resurrección tendrán que participar (en cuanto a su cuerpo) en la resurrección general de la que habla Cristo para el juicio final. La Biblia no enseña en Apoc. 20, ni en ninguna otra parte, que los cuerpos de los cristianos resucitarán en un día y que en otro día - mil años después - los cuerpo de los incrédulos resucitarán. La resurrección del cuerpo para el juicio final será en la misma hora del mismo día para todos. La única diferencia será el destino que le tocará a cada cual. La palabra de Dios dice claramente que los seguidores de Cristo resucitarán en el día final y no mil años antes del fin (Jn. 5:28-29). "Y esta es la voluntad del que me envió, que de todo lo que El me ha dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final" (Jn. 6:39). Léase también Juan 6:40, 44, 54 y 11:24. Y el juicio final de todos, creyentes e incrédulos por la Palabra de Dios, o sea, por los libros, será en este mismo día final (Jn. 12:48 y Apoc. 20:12-13): "El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado es la que le juzgará en el día final" (Juan 12:48). "Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que están escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras" (Apoc. 20:12-13). Así que la Biblia niega la idea falsa de una resurrección corporal de los incrédulos mil años después de la resurrección corporal de los santos. Todos seremos resucitado para el juicio final en el mismo día final, a la hora última. Al mismo tiempo siempre afirmamos la primera resurrección de las almas de los cristianos mártires de Apoc. 20:4-6.
F. EL BAUTISMO NO ES LA PRIMERA RESURRECCION
Algunos han dicho que se refiere a una resurrección figurativa en el bautismo (Rom. 6:4-5; Col. 2:12-13). Es cierto que la Biblia simboliza la salvación del individuo en el bautismo como una resurrección, pero no se trata de ésta en Apoc. 20:4-6, porque estas personas aquí mencionadas ya habían muerto físicamente. Ellas participaron en aquellas resurrección bautismal antes de su muerte física, pero ahora se trata de una resurrección en el estado de alma solamente. Así que el contexto de Apocalipsis y la condición física de estos mártires excluye el bautismo.
G. RESUMEN DE LA PRIMERA RESURRECCION
Si vamos al contexto de Apocalipsis tendremos que aceptar la sencilla explicación del mismo libro sobre esta primera resurrección. "Primera resurrección" es el nombre dado a la venganza de la muerte de aquellos mártires cristianos y a la limitación del poder de Satanás de perseguir a la iglesia por medio del engaño de las naciones del mundo. Estas almas que habían estado bajo el altar (6:9-11), ahora están levantadas para sentarse sobre tronos y para reinar con Cristo (20:4-5). Juan escribió "ESTA es la primera resurrección" (Apoc. 20:5). Y estas almas tienen la gran seguridad de no ser dañadas por la segunda muerte. La muerte física que ya sufrieron fue la última para ellas. La condenación en el lago de fuego (la segunda muerte) no les tocará a ellas. El poder de Satanás ha sido limitado y el poder y gloria de los santos han sido engrandecidos. Su fidelidad en no adorar a la bestia ha sido premiada y su muerte ha sido vengada por Cristo. Este reino de las almas de los santos muertos (también llamado la primera resurrección) no es ni más ni menos que la venganza de su muerte y su exaltación en ver al diablo atado y encerrado por este período largo que es llamado simbólicamente "mil años". Así vivirán y reinarán estas almas con Cristo hasta que se terminen los "mil años" poco antes del día final. Decir más que esto sobre esta primera resurrección, o sea, del "reinado de los santos muertos", sería añadir a la Palabra de Dios y exponernos a errores sectarios que no edifican en nada. Tratar de fijar una fecha para el fin del milenio y del principio de aquel tiempo breve antes del fin sería caer en el error grave de muchos religiosos que no aceptan la declaración de Cristo a sus apóstoles en Hechos 1:7 cuando les dijo: "No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad".
Ya que muchas personas piensan que la Biblia enseña que muchas cosas sucederán durante el milenio, sería bueno dar un pequeño resumen sobre los acontecimientos designados para el tiempo del milenio. Recordemos que el único libro que habla del milenio es el libro de Apocalipsis; por lo tanto, tenemos que aceptar solamente lo que se especifica allí para el tiempo de los "mil años". Primeramente, Satanás fue atado y encerrado en el abismo para que no pueda engañar a las naciones para la persecución abierta y mundial de la iglesia como había hecho con Roma. Segundo, las almas mártires son levantadas para sentarse y reinar con Cristo. Su causa ha sido vengada y su victoria final, aun sobre la segunda muerte, ha sido garantizada. Este reino es llamado la primera resurrección.
La Biblia no dice nada más. Las ideas humanas de paz perfecta, abundancia increíble, ninguna tentación del diablo, un reino material aquí en la tierra, Cristo reinando desde Jerusalén, la resurrección de los cuerpos de los cristianos muertos, y muchas otras cosas durante el milenio, son exactamente esto: IDEAS HUMANAS. No tienen ningún fundamente en Apoc. 20:1-10, ni en ninguna otra parte de la Palabra de Dios, puesto que solamente estos versos hablan del "milenio".
H. SATANAS SUELTO Y DESTRUIDO
Cuando este tiempo largo de "los mil años" se cumpla, Satanás será suelto de su prisión (20:7). Pero los santos no tienen que preocuparse de sobremanera porque Satanás será suelto solamente por un tiempo muy breve para reunir a las naciones contra la iglesia otra vez como había hecho en el tiempo de Roma. Cuando las tenga reunidas para la destrucción de la iglesia, el resultado será el opuesto: La destrucción de ellas y más importante del diablo mismo. "Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos" (20:10). Luego será el día final y el juicio de todos los hombres (20:11-15). Los que no han sido fieles a Dios serán lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda (20:14-15). Los fieles vivirán con Dios para siempre (21:1 a 22:5). Así que, la Biblia enseña que habrá un tiempo más en que Satanás podrá perseguir por un poco de tiempo a la iglesia como hizo en el tiempo del primer siglo por medio de Roma. Pero no debemos temer porque Dios mismo le destruirá con todos sus discípulos malvados, así como hizo con Roma y sus aliados. Y entonces empezará la gloria eterna que tanto anhelamos los que estamos en Cristo y por lo mismo inscritos en el libro de la Vida.
El mensaje para el cristiano es VICTORIA. El Apocalipsis enseña que el cristiano reina ahora (Apoc. 1:6,9), y reinará eternamente (Apoc. 22:5). Por tanto, seamos fieles al Señor aunque esta fidelidad nos requiere nuestra propia vida (Apoc. 2:10) y así recibiremos nuestra parte en la victoria de Dios sobre sus enemigos. Y no seamos engañados por sistemas humanos que materializan las promesas del Señor y que toman literalmente pasajes que claramente son simbólicos aunque llenos de significado, si solamente dejamos que la Biblia nos dé la interpretación correcta.
I. EL PREMILENIALISMO REFUTADO
Debe ser evidente que lo que hemos estudiado refuta absolutamente la posición premilenial. En el principio de este estudio notamos que las enseñanzas básicas de esta teoría son que el milenio es un tiempo de mil años literales (basado equivocadamente en Apoc. 20:2-7), que empezarán después de la segunda venida de Cristo (basado equivocadamente en Apoc. 19:11-21). Alegan que será en aquel tiempo cuando Cristo empezará a reinar con sus santos en la tierra en la ciudad de Jerusalén (basado equivocadamente en Apoc. 20:4 y 19:11). Hemos visto que el tiempo de "mil años" no puede ser interpretado literalmente porque la naturaleza del libro y del pasaje bajo consideración es figurativa y porque el contexto histórico del texto prueba que este período empezó mucho más de mil años antes de nuestro tiempo pero que no ha terminado todavía. El supuesto hecho de un período literal de mil años es falso y sin base. También aprendimos que Apoc. 19:11-21 no se refiere a la segunda venida de Cristo sino a Su victoria sobre el imperio romano como perseguidor de Su iglesia. El premilenialista necesita prueba de la segunda venida antes de los mil años, pero el texto bíblico no provee la prueba necesaria. La teoría se derrumba. Además, el reino de que habla Apoc. 20 no es el principio del reino de Cristo sino de las almas (no cuerpos resucitado) de los mártires. Cristo reinaba antes del milenio, durante el milenio, y reinará después. Y seguramente no hay ni siguiera una indicación de que Cristo y estas almas estén reinando en la tierra, mucho menos en la ciudad de Jerusalén. Jesús ha estado sobre el trono de David (Hech. 2:22-36) con potestad sobre la tierra (Mateo 28:18) por casi dos mil años, pero no ha estado ni estará aquí en la tierra físicamente.
No, las enseñanzas de Apoc. 1:11 a 20:15 no dan ningún apoyo a la teoría del premilenialismo. En este texto bíblico NO SE ENCUENTRAN las siguientes enseñanzas del premilenialismo: (1) Un período literal de mil años; (2) La segunda venida de Cristo antes de los mil años; (3) El principio del reino de Cristo; (4) La resurrección corporal de sólo los santos; (5) El reinado ni de Cristo ni de los santos sobre la tierra.
LO QUE APOCALIPSIS NO DICE
Un período literal de mil años La segunda venida de Cristo antes de los mil años El principio del reino de Cristo La resurrección corporal de sólo los santos El reinado ni de Cristo ni de los santos sobre la tierra El texto principal usado por los premilenialistas (el único que habla del período de mil años) milita contra sus teorías. Hay mucho en la Biblia que contradice esta teoría premilenialista, pero este pasaje basta para refutarla completamente. El premilenialismo es una falsa doctrina. Cuando conocemos esta doctrina falsa al fondo, hallamos que menosprecia la muerte del Señor, la iglesia de Cristo que es Su reino glorioso, y todas las bendiciones espirituales que tenemos en Cristo como cumplimiento de las promesas de Dios desde tiempos antiguos. Reconozca, amado lector, la gloria del reino inconmovible en que participan los miembros de la iglesia de Cristo hoy mismo. ¡Gloria a Dios por el reino y la victoria que tenemos en Cristo ahora!