CASARSE MUY JOVEN

por Elmer N. Dunlap Rouse

Si yo pudiera, haría una ley de que los menores de 25 años no pueden casarse. Yo se que los jóvenes creen que lo saben todo, pero el índice de divorcio es muy alto para este grupo. ¿Cómo es posible que una persona que todavía está desarrollando su carácter puede casarse, cuando al poco tiempo puede que sean y que piensan de una forma muy distinta? ¿Cómo pueden confiar en la palabra de otro que tampoco ha desarrollado su carácter final? Pero, entre más joven, más ciego el amor. En vez de gozar su juventud, se echan encima responsabilidades bastante agobiantes y todo eso en nombre de amor.

Hay dos errores de juventud que causan más arrepentimiento que otros. El primero es de no estudiar cuando hay la oportunidad. Con poca educación, uno tiene que conformarse con empleos de menos remuneración, menos seguridad y menos atracción.

El otro error es mucho peor que la poca educación: el de casarse muy joven. Da deseos de llorar escuchar tantos lamentos de personas desesperadas por haberse casado muy joven, quejándose de compañeros inmaduros, violentos, neuróticos, personas deprimidos por la pobreza, esclavizados muy pronto con varios hijos y distanciados de sus familiares que desaprobaron de su mala selección. Debiera haber una ley de que los jóvenes tengan que gozar su juventud, libres de compromisos, que son los mejores años de la vida.