COMO ORGANIZAR OBRAS

por Elmer N. Dunlap Rouse

Muchas personas escogen a la iglesia por lo que la iglesia les pueda ofrecer. No es suficiente ofrecer una escuela bíblica y un nursery, ya que ellos quieren saber qué tan buena es la escuela bíblica y qué tan organizado es el nursery. ¿Cómo cantan? ¿Ofrecen transportación? La iglesia pequeña puede ofrecer mucho si se organiza y entre mejor oranizada, mejor puede proveer para las necesidades de sus miembros, visitas y la comunidad en general. Toda iglesia debe organizar hasta el detalle más mínimo de las siguientes cinco actividades: su culto, su programa de educación, el bienestar congregacional, su programa de evangelismo y el mantenimiento de la planta física. Si no está organizado, dibujado y exhibido para que todo el mundo lo vea, la iglesia está en un estado de abandono. Las iglesias mejor organizadas tienen comités a cargo de estas actividades que rinden informes periódicos a los líderes de la iglesia. Cada comité se reune para planificar su trabajo, fijar metas, solicitar fondos a los líderes y reclutar personas para llevar a cabo el trabajo.

Después de planificar una obra, hay que poner el plan en acción mediante una organización efectiva. Organizar es el proceso de colocar a hombres y mujeres dentro de una estructura para realizar las metas fijadas.

Tomamos en cuenta los recursos humanos existentes. Si la obra es grande, hace falta la participación de muchas personas. Por seleccionar a las personas más capacitadas y por programar la participación de cada uno, se puede garantizar que la meta se logre, aunque sea complicada y coja mucho tiempo. De no haber las personas capacitadas que necesitamos, podemos crear clases especiales para entrenarlos.

Una Causa Digna

Cuando la obra es grande, noble y de benificio espiritual, es fácil conseguir la cooperación de nuestros semejantes. Pero cuando la causa es pequeña, cuestionable, de poco provecho y mal planificado, es difícil conseguir la participación entusiasta de otros y menos de individuos de alto calibre. Además, el líder cristiano inspira confianza en los demás por su espiritualidad y calor humano y así gana el derecho de dirigir a otras personas. Cada persona en su organización se siente importante y siempre está dispuesto a cooperar. Ama a todos por igual con un amor puro y sincero, imitando al Señor. Ahora bien, si tú no eres esta clase de líder, sencillamente, no hay nada que organizar, porque todos van a poner excusas.

Organizar Es Delegar

Los apóstoles delegaron la benevolencia porque ellos sólos no pudieron hacerla y cumplir con otras cosas más importantes (Hech. 6:2). Delegaron el trabajo a otros, creando una nueva organización que antes no existía. Los buenos líderes son excelentes organizadores y dichosa la iglesia que cuenta con ellos.

Cómo Organizar

1. El primer paso es identificar las actividades y funciones necesarias para lograr la meta. Por ejemplo, una Escuela Bíblica de Verano necesita las siguientes actividades y funciones: (a) clases; (b) dirección; (c) supervisión; (d) preparación de materiales; (e) preparación del local; (f) transportación; (g) comidas y (h) publicidad.

2. El segundo paso es describir cada actividad en detalle y estipular los requisitos de cada función. Por ejemplo, la clase de adultos de una Escuela Bíblica de Verano envuelve la función de un maestro y unos estudiantes. El maestro tiene que ser un cristiano adulto, con varios años de experiencia en dar clases en la iglesia, fiel en la doctrina, excelente en su vida personal y un efectivo comunicador.

3. El tercer paso es buscar todas las personas que rellenan estos requisitos y escoger la mejor disponible. Muchas veces el talento que buscamos está frente a nuestros ojos. Hay que ser analítico, primero estableciendo el criterio y luego buscando la persona ideal.

Cómo Organizar Los Cultos

Paso #1: Identificar las actividades y funciones. Pues hacemos una lista de lo que se hace los domingos y le asignamos una letra: orar (O), lectura (L), predicar (P), dirigir la Cena u ofrenda (D), servir la cena o recoger la ofrenda (S), anuncios (A) y cantar himnos (H).

Paso #2: Establecer los requisitos para cada función. ¿Qué es lo necesario para dirigir la congregación en la oración? Espiritualidad, bautizado, voz alta, claridad, arte en usar el micrófono, vestirse de manera propia, destreza en componer una oración. Este paso nos ayuda a identificar y orientar a aquellos hermanos a quienes les falta alguna de estas cualidades.

Paso #3: Buscar a todas las personas que rellenan estos requisitos. Hagamos una lista de todos los hermanos de la iglesia y luego ponemos después de sus nombres las letras de función según su capacidad. José (O,H,P,S), Luis (O,D,S), Efraín (P,A,D,S,L), Tomás (O,S), Rafael (S), Ramón (O,L,P,D,S,A,H), Aníbal (O,L,S), Antonio () y Esteban (H,A,S). Para que sea más fácil, hacemos ahora una lista de funciones con los nombres de los hermanos capacitados después: ORAR (José, Luis, Tomás, Ramón y Anibal); LECTURA (Efraín, Ramón y Aníbal); PREDICAR (José, Efraín, Ramón); etc.

Paso #4 es preparar una hoja de trabajo asignando las funciones para cada culto en particular, usando la lista que hemos preparado. Organizar es una acción contínua y dinámica porque es necesario rehacer la lista de vez en cuando según reevaluamos los recursos de talento de la iglesia.

En conclusión, existen muchos trabajos que hay que hacer en la iglesia pero mayormente caen en cinco categorías: culto, educación, bienestar, evangelismo y mantenimiento. Muchas veces la carga cae sobre uno o dos hermanos por falta de organización. Al tiempo renuncian por sentir que su función es una condena perpetua. Otros se amargan al pensar que otros no hacen nada. Y los que no hacen nada se sienten como incapacitados, excluidos del trabajo de la iglesia. Además de no ser saludable, todos somos miembros del cuerpo de Cristo; todos somos necesarios y todos merecemos la dignidad de llevar a cabo alguna función. Es deber del líder crear la organización y entrenar los miembros hasta donde llegue la capacidad de cada uno. Una iglesia bien organizada puede revirar el mundo.