Lección 29

EL DON DE LENGUAS NO EXISTE

Miembros fieles de las iglesias de Cristo son personas bien decididas a cumplir concienzudamente todos los mandamientos del Nuevo Testamento. Encontrando que Dios nos ha exhortados a ser "solícitos en guardar la unidad del Espíritu" nos empeñamos en buscar la base de verdad divina que hará posible esa unidad entre todos los creyentes. Lamentamos las contiendas facciosas que hay respecto a los poderes y el trabajo del Espíritu Santo. Bien sabemos que algunas sectas han sido formadas solo con miras a proponer interpretaciones privadas y doctrinas de hombres sobre el Espíritu. Todos nosotros que creemos podemos predicar la misma doctrina sobre el Espíritu Santo porque la Biblia, sin lugar a dudas, expone una sola doctrina. Pero no todos predicarán esa doctrina hasta que todos no lleguen a tener la verdad.

La verdad nos enseña que el don de lenguas cesaría (1 Cor. 13:9). La misma palabra de verdad enseña que el don cesaría al fin de la edad apostólica (Efe. 4:7-16). Por lo tanto, no esperamos ver hoy día el don de lenguas en la iglesia del Señor. Si algunos creyentes afirman tenerlo naturalmente sospecharemos que se han engañado a si mismos confundiendo lo ficticio con lo verdadero.

La observación imparcial y honesta de lo que pasa entre los que dicen tener el don de lenguas nos convence completamente de que no lo tienen. Lo decimos con toda humildad teniendo, al declararlo, un solo propósito, a saber: el de sacarnos de dudas y confusión y errores. Comprendemos que a muchos no les cae bien lo que afirmamos. A la vez, creemos que muchos se regocijarán al poder salir de las tinieblas de practicas supersticiosas. En el mundo hay mucha moneda falsa; nadie la quiere aunque se asemeje mucho a la moneda verdadera. No tiene valor alguno. Asimismo hay piedras preciosos que parecen ser diamantes pero no lo son. Al indocto le da dificultad el distinguir entre la moneda falsa y la buena. Si se le dice que tiene una moneda falsa a lo mejor no lo creerá. Pero si se le señalan las marcas que identifican la moneda como falsa, entonces ha de aceptarlo, y si no la hace, le tendremos por hombre bruto. Bien, hay manifestaciones de índole religiosa que tal vez parezcan ser idénticas a las del primer siglo. Pero si al examinarlas a la luz clara y brillante de la Bíblica vemos características de falsedad sabremos que no provienen del Espíritu Santo. El llamado don de lenguas en las iglesias y los movimientos modernos lleva características de falsedad.

1. La lengua extraña de movimientos levantados desde el principio de este siglo 21 no son iguales a las lenguas extrañas del tiempo apostólico. Citando Hechos 2 ya lo hemos probado. La lengua extraña de la Biblia es un idioma. La lengua extraña de hoy día no es un idioma sino un chorro de sonidos sin significado.

2. 1 Cor. 14:15-17 manda a no orar en lenguas: si no hay intérprete porque el que escucha no podrá decir el Amen. Los que pretenden tener hoy día el don de lenguas oran en lenguas aunque no haya interprete.

3. 1 Cor. 14:27 límite a tres el número de personas que pueden hablar lenguas en el culto de la iglesia. Hoy día los que dicen tener el don hablan todos en el culto.

4. 1 Cor. 14:27 enseña que los que tienen el don de lenguas tienen que hablar por turno. Esta regla no se sigue hoy día.

5. 1 Cor. 14:28 dice que no se debe hablar lenguas si no hay interprete. Hoy día todos hablan a la vez, haya o no haya intérprete. ¿Cómo puede el interprete traducir los mensajes si todos hablan a la vez? No podría. Su tarea sería imposible de llevar a cabo. De toda manera, no hay ningún mensaje en esas lenguas que pudiera ser interpretado.

6. 1 Cor. 14:33-37 prohibe a las mujeres a predicar o dirigir en las congregaciones. Sin embargo, hoy día muchas mujeres dicen que no pueden callarse porque tienen el don de lenguas y tienen que hablar. Es evidente que no tienen el don porque el don de Dios no obliga a desobedecer el mandamiento del Espíritu Santo.

7. 1 Cor. 14:27-39 enseña claramente que los del primer siglo podían controlar el don de hablar lenguas, hablando por turno, callándose para dejar que otros hablaran, etc. Una característica del llamado don de lenguas del siglo 21 es que no se puede controlar. Esta es una prueba irrefutable de falsedad. El espíritu le coge a un miembro y ese sale con toda clase de disparate. No se calla aunque otros hablen. Baila. Brinca. Grita. Repite mil veces la misma frase o sílaba. Es poseído. Pero, ¿qué es el espíritu que le ha agarrado? ¿Qué le ha quitado el libre albedrío? ¿Qué espíritu usa la lengua para decir nada? ¿Qué interfiere con el proceso natural de expresión? ¿Qué espíritu es ese que le hace a uno violar la clara enseñanza de la Biblia? Ese espíritu no puede ser el Espíritu Santo

8. 1 Cor. 14:27 nos instruye a hacer "todo para edificación." Pablo dijo que si por la lengua extraña no trae revelación, conocimiento, profecía o doctrina, entonces la lengua no se debe usar. En las llamadas lenguas extrañas de hoy día ¿qué hay de edificación? ¿Cuánto se revela? ¿Cuánto conocimiento de verdades divinas se obtiene? Le suplico que razone un poco y vera cuán absurda es esta práctica moderna de deliberadamente dejarse caer, o hacerse caer, en un trance perdiendo, por consiguiente, el control natural de la lengua, como también el de otros miembros del cuerpo. Los que lo hacen nada tienen que enseñar, nada revelan sino su propia ignorancia de la obra del Espíritu Santo y la naturaleza del hombre. No nos traen doctrinas. Sus sonidos inciertos no nos preparan para la batalla. ¿Qué de bueno, de beneficio, hay en la práctica? ¿Nos dice que Dios es glorificado? Respondemos que el don de lenguas no fue dado nunca para que el hombre glorificara a Dios ni se comunicara con el. El que habla sin intérprete habla solo con Dios porque ningún hombre lo entiende. Esto no tiene que ver con el culto dado a Dios. Muchos lo han entendido mal. Dios nos entiende y no necesita que hablemos una lengua especial para que le adoremos.

A mi parecer, la lengua extraña de hoy día sirve sólo para confundir y ofuscar. Es, de veras, una lengua extraña, extraña porque nadie la entiende, extraña porque no se puede interpretar, extraña porque no edifica, ni exhorta, ni enseña; extraña porque no se puede controlar, extraña porque obliga a algunos, especialmente a algunas mujeres, a que desobedezcan a Dios y extraña porque no se usa para enseñar a los inconversos del mundo. Tan extraña lo es que sería mejor dejarla a un lado. ¡No sirve!

9. Esta lengua extraña moderna no sirve para señal a los que no creen. Cuando los incoversos observan el fenómeno de un grupo adorando mediante lenguas dicen: «Esa gente está loca». Pablo predijo que lo dirían, y así lo dicen. Esta lengua entonces, no sirve para convertir sino para enajenar. Es un tropiezo.

Saquemos la verdad a la luz y no tengamos miedo de examinar todo. Muchos piensan que tienen diamantes. En realidad, tienen nada más que algunas piedrecitas de brillo que no tienen valor ninguno. Sí, comprendemos que uno se siente muy incomodo al darse cuenta del engaño que ha habido. Pero mejor es descubrir la verdad aquí que ir delante del trono de Dios con nada sino experiencias emocionales para contarle. "En aquel día muchos me dirán, "Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad" (Mateo 7:23).

El don de lenguas no existe hoy día. Lo que se ve es solamente una manifestación ficticia.

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