por Elmer N. Dunlap Rouse
"Dios mío, ayúdame a ser una buena esposa hoy y demostrar tu Camino ante mi esposo de tal manera que el pueda admirar la vida cristiana. Ayúdame a encontrar las palabras correctas para hablarle y hacer la cosas correctamente para motivarlo a desear ser cristiano. Gracias por el privilegio de servirte de esta manera. En el nombre de Jesús, Amén."
Vas a necesitar mucha ayuda para ganar a tu marido para el Señor, especialmente la ayuda de Dios. Así que nunca se te olvide de orar diariamente para que Dios bendiga tu tarea. Ora para que puedas usar las palabras correctas para que el Espíritu Santo te guíe en hacer las cosas, para que se presenten oportunidades idóneas con amistades que se preocupen y ayuden para que tu esposo se ponga en contacto con personas que le puedan ablandar su corazón.
Debes memorizar a los siguientes versículos y hacerlos parte de tí, confiando en que sean cumplidos en tu vida: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá" (Mat. 7:7); "Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis" (Mat. 21:22) y "La oración eficaz del justo puede mucho" (Sant. 5:16b).
Una vez estuve trabajando en mi oficina cuando sonó el teléfono y una señora muy alegre me saludó: "Sólo quería darte las gracias de nuevo por lo que hiciste por mi marido. Después de catorce años de matrimonio, casi había perdido la esperanza de que llegara a ser cristiano". Sucedió que su esposo se había bautizado el domingo anterior. Después de un momento de silencio, continuó: "De veras agradezco tu ayuda, pero me doy cuenta que estoy agradeciendo a la persona equivocada. Hace como tres meses decidí que si podía orar por cosas como la salud y el dinero para pagar las deudas, que pudiera orar también por cosas más importantes, como el alma de mi esposo. Es verdad que yo había orado por él antes, pero de manera superficial. ¡Decidí orar de verdad por él - cada día!
"El segundo día, él hizo algo que me enojó mucho y casi abandoné la idea, pensando que era perder el tiempo. Pero me di cuenta que era el Diablo que me quería desanimar y decidí seguir. Ahora en sólo tres meses, es cristiano. ¡Lo único que puedo decir es por qué no lo había probado hace catorce años!"
Cuando oras por tu compañero, cree de veras que Dios puede y quiere ayudarte. Puede que no te ayude de la manera que te imaginas, pero la Biblia dice que va a contestar tus oraciones. Por eso, no te rindas, sigue orando hasta que tengas que darle las gracias.
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