por Clara Iliana Morales Acevedo
Cristo dijo: "Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives y estás muerto" (Apoc. 3:2). A veces los jóvenes de la iglesia están en coma. Todos creen que son el alma de la iglesia, su alegría, pero no lo son; están muertos, sin ánimo, ni amor cristiano. Asisten a los cultos, se saludan, escuchan el mensaje o la clase bíblica y se van tal como vinieron. Para las actividades no hay emoción, ni gozo, sino que las hacen como si fuera una obligación. Las hacen para no morir por completo. Son como una botella de suero que nos da un poco de aliento. Estas son algunas señales de una enfermedad peligrosa que se llama estancamiento. A continuación veremos unos tipos de estancamiento que son los más comunes que surgen entre los jóvenes de la iglesia.
1. La juventud está estancada cuando siempre hace lo mismo. No hay innovación. Este tipo de estancamiento lo podemos ver en la mayoría de las iglesias. Se reúnen los domingos, toman la clase de jóvenes, si es que tienen, oyen el sermón y se van a sus casas. No se ven en toda la semana. No planean actividades, ni confraternizan para conocerse más. No hay nada nuevo, siempre lo mismo. Este tipo de estancamiento puede crear que jóvenes se vayan de la iglesia y busquen sectas o se aparten al mundo solo para buscar algo nuevo.
2. La juventud está estancada cuando no hay caras nuevas. No hay evangelismo. Si los jóvenes no evangelizan, jamás su grupo crecerá. Los jóvenes tienen muchos medios para evangelizar. Tienen amigos, asisten a la escuela o universidad y otros. Allí pueden hablarle a sus compañeros e invitarles a que conozcan a los jóvenes de la iglesia. Si o traemos gente nueva a la iglesia con el tiempo los jóvenes dejarán de existir y hasta los que son menos maduros se pueden enfriar por no haber variedad. Por eso debemos poner en práctica el mandato de Cristo de ir y predicar el evangelio a toda criatura (Mar. 16:15). Ya que como cristianos que somos es una de nuestras obligaciones. Debemos vencer la barrera de la timidez que impide que la mayoría de los jóvenes evangelizen. También debemos prepararnos espiritualmente para hacer que crezca el grupo de jóvenes y los que no son muy jóvenes en la iglesia.
3. La juventud está estancada cuando no alumbra al mundo. No vive su fe. A veces los jóvenes dicen ser cristianos y no lo demuestran. Sus actos son iguales que los jóvenes de¡ mundo. Esto también impide que los jóvenes crezcan en grupo. Si le mostramos al mundo que somos distintos, seremos la luz de¡ mundo. Nuestro comportamiento sano y cristiano debe brillar en la vida diaria. Al no vivir como manda nuestro Señor Jesucristo, nos apartamos cada día más de él y en vez de crecer menguaremos en la iglesia. Además por medio de¡ amor que le ofrecemos a nuestros semejantes (1 Jn. 2:10) podemos demostrarle al mundo que somos su luz, que tenemos el amor de Dios y que podemos ganar sus almas para el Señor.
4. La juventud está estancada cuando no busca al perdido. No hay sensibilidad. Si no tratamos de buscar aquel joven, hermano nuestro, que se apartó de la iglesia, no estamos cumpliendo con la encomienda de amarnos los unos a otros. Ya que según no nos preocupamos por un hermano al cual ya conocemos, menos nos preocuparemos por ganarnos a aquél que no conocemos. Por este hermano perdido es que debemos preocuparnos más ya que este ha conocido a Dios y si no lo ayudamos a regresar al redil, su castigo será mayor y no queremos que esto le suceda a nuestros hermanos.
5. La juventud está estancada cuando no cuestiona nada. No hay valor de preguntar. En la clase bíblica hay algo que no entienden y no preguntan, ya sea por timidez o por que no le importa; no tienen ese afán de conocer más de las Escrituras. Y esto es grave, ya que al no prepararse bien en el estudio de las Escrituras pueden ser engañados con facilidad y perder su salvación.
6. La juventud está estancada cuando no celebra el éxito de sus miembros, sino que sólo está pendiente a que alguien haga algo malo para criticarle. No hay positividad. Los jóvenes deben alentarse en todo, cuando obtienen un éxito u obtienen algo se deben apoyar y alegrarse juntos, demostrando ese amor especial que deben sentir los hermanos de la iglesia. Seamos positivos, si alguno hizo algo malo no criticarlo ni acusarlo como si fuese un criminal, sino debemos aconsejarlo y amonestarlo y ayudarnos mutuamente para poder corregir lo que hizo mal y no volverlo a hacer. Cuando los jóvenes sufrimos de estancamiento nunca vemos lo positivo de grupo, sino siempre el buscamos faltas y esto puede causar hasta divisiones.
7. La juventud está estancada cuando sus líderes no tratan de mejorarse. No hay talento. Muchas veces el líder no tiene ese don especial que se necesita para dirigir a un grupo y como están estancados nadie se preocupa por impartir al grupo ese toque especial que necesita para sentirse vivo. Como cristianos vivos, si el líder no puede, debemos ayudarlo a que no nos deje caer, todos como grupos apoyarlo y cada uno de nosotros buscar la manera de mejorar para que siempre nos podamos dirigir por el camino de Dios.
8. La juventud está estancada cuando su grupo está cerrado a los viejos de siempre. No hay cabida para los nuevos. Si llega un joven nuevo lo ignoran, como no es de¡ grupo no comparten con éste y aunque el mismo está en busca de amor de los hermanos, al no encontrarlo podría irse de la iglesia y perderíamos la oportunidad de ganar un alma y un hermano. Siempre serán los mismos y esto crea una monotonía que los puede llevar a un enfriamiento total. Al contrario como hermanos, debemos de ayudarlo y conocer a ese joven nuevo ya que éste es él que más necesita de¡ apoyo y amor de la iglesia.
9. La juventud está estancada cuando no tienen visión para planificar. No hay reto. La juventud debe ser activa, planear cosas nuevas y diferentes, ya que como jóvenes que somos nos cansamos de las mismas cosas con facilidad. Debemos planificar actividades espirituales y de compartimiento. Los jóvenes cristianos somos pocos y como tal no encontramos actividades fuera de la iglesia donde podamos participar. Por lo tanto necesitamos planificar modos de divertirnos, edificarnos y compartir para poder seguir unidos en Cristo.
10. La juventud está estancada cuando se siente incapaz y dependiente a lo que otros hagan. No hay iniciativa. Si los jóvenes no hacen nada en la iglesia sin que algún líder le diga que hagan esto o aquello y si no tienen esa iniciativa de dirigirse como grupo, esto es señal de que no se valoran, ni se sienten capaces de progresar como grupo. ¡Tengamos valor y fe en Dios de que podemos hacer las cosas bien y para su gloria! ¡Vamos hacia adelante con confianza en nosotros mismos porque Cristo está con nosotros!
Jóvenes, debemos estar pendientes y estudiarnos como grupo y ver que no estemos cayendo en uno de estos tipos de estancamiento. De caer en uno, tenemos que hacer lo posible por corregirlo ya que cayendo en uno de ellos con facilidad caemos en los demás, por que todo es como una cadena. Si no nos preocupamos por algo, poco a poco, dejamos de preocuparnos por todo. Cristo dijo: "Sé diligente y afirma las otras cosas que están para morir; por que no he hallado tus obras perfectas delante de Dios" (Apoc. 3:2). Jóvenes, nosotros podernos ser la luz del mundo. Podemos hacer muchas cosas por el crecimiento de la iglesia. Todo lo podernos en Cristo que nos fortalece (Fil. 4:13).
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