adaptado
Si yo enseñase con la destreza del mejor maestro y no tuviera entendimiento en el sentir de mis estudiantes, vengo a ser como un artista gracioso que, aunque interesante, no ayuda en nada.
Y si yo comprendiese todas las técnicas y mejores métodos, y recibiera toda clase de entrenamiento de tal manera que me sintiera competente, pero no tengo entendimiento de la manera en que piensan mis estudiantes, nada hago.
Y si pasara largas horas preparando lecciones y me inspiro en mi clase y si no tengo entendimiento de los problemas personales de mis estudiantes, hablo al aire.
El maestro entendido es paciente y benigno; no se asombra cuando algún estudiante le cuenta sus problemas; no traiciona su confianza ni es fácilmente desanimado; nada hace indebido, sino en todo momento es ejemplo vivo de la buena vida que enseña.
Sus métodos fracasarán y sus mejores técnicas pasarán de moda, pero su entendimiento nunca fallará, sino que sus esfuerzos serán creativos e influenciará la vida de sus estudiantes para siempre.
Cuando yo era un maestro tonto, hablaba de cosas que me interesaban; pero ahora que soy un maestro entendido, ayudo a mis estudiantes con temas que necesitan para enfrentar la vida con potentes armas espirituales.
Ahora permanecen el talento, la devoción y el entendimiento, estos tres, pero el mayor de ellos es el entendimiento.
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