por Tito Matos
Este mensaje es para ti, mujer, que temes a Dios. Por tu respeto al Señor serás alabada. Tú, que siempre tratas de obedecer los mandamientos divinos, continúa pues, viviendo prudentemente la vida cristiana. Para que una persona pueda ser llamada cristiana tiene que aprender con el Señor y seguir las pisadas de Cristo (Hech. 11:26; 1 Ped. 2:21).
No trates de alabarte ni enaltecerte tu misma, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido (Luc. 14: 1 l). Preocúpate en hacer tu trabajo para el Señor, humildemente y con sabiduría y el Señor te usará conforme a tus conocimientos, deberes y esfuerzo. Sé una mujer prudente porque de esa manera serás herencia de Jehová (Prov. 19:14); será feliz el hombre que te despose, dichosos los hijos que te dé Dios y de gran bendición para los que contigo comparten el reino de Cristo.
Si eres obediente a la palabra de Dios, podrás hacer una gran obra en la iglesia del Señor, ayudando a muchas almas a tener un encuentro con Cristo. Dirás como Pablo "con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí..." (Gál. 2:20). De esta forma serás de gran estima y vivirás para hacer la voluntad de Dios. En 1 Tim. 2:9-15, hay una gran enseñanza para la mujer que estima su salvación. Léelo y disciérnelo para tu conocimiento y provecho.
Otro aspecto de la vida cristiana en la mujer de mas edad la encontramos en Tito 2:3. Se pide de ellas que sean maestras del bien. Que le hablen y enseñen a mujeres más jóvenes cómo deben comportarse y vivir la vida cristiana para que la palabra de Dios no sea blasfemada (Tito 2:4- 5). Las Sagradas Escrituras muestran que las mujeres tienen deberes muy importantes en la iglesia del Señor y deben luchar por adquirir los conocimientos necesarios y ponerlos en práctica. Para que así actúen de manera que Dios se agrade de ellas y le dé gracia, obteniendo así el reconocimiento debido. ¡Dios te ayude mujer a ser prudente y sabia!
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