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Dejé a los Pentecostales

Bill Davis
por William (Bill) Davis

Contenido

1. Mis Antecedentes

2. La Biblia dice que los Dones iban a cesar.

3. Las tres épocas de Milagros en la Biblia.

4. El Propósito de los Milagros

5. El Ministerio de los Apóstoles

6. Ya el Fundamento está Puesto

7. Dios ya no obra milagros

8. Los Dones Hoy no son los Mismos

9. El Don de Profecía no es el mismo

10. El Don de Sanidad no es el mismo

11. La Curación Milagrosa

12. El Don de Lenguas era Idiomas

13 El Desorden en el Culto

14. Fue Creado por el Hombre

15. El Papel de la Mujer

16. La Experiencia Importa Más que la Biblia

17. Enseñan una Salvación Incompleto

18. Soy Cristiano

1. Mis Antecedentes

Me es una alegría y un privilegio compartir las razones que me llevaron a dejar a los pentecostales. No voy a desperdiciar su tiempo, sino ir directo a lo que tengo que decir, pero quiero explicar de dónde vengo. A veces escucho de alguien que haya dejado un determinado grupo religioso y he encontrado a muchos que antes eran carismáticos o pentecostales. Quizás estuvieron allí por un par de años y no los critico. Conocieron la verdad y se fueron.

Yo nací en él y me crié en él. Soy un pentecostal de tercera generación. Mi abuelo materno era un antiguo predicador pentecostal y era un hombre de excelente carácter y reputación. No todo el mundo era así. Era sincero y hay muchas personas sinceras y dedicadas entre los pentecostales, pero están equivocadas y confundidas. Vivimos en un mundo de mucha confusión religiosa. Muchos son sinceros y no intentan engañar a nadie. Otros están en el movimiento carismático por el dinero, especialmente en la televisión. Algunos han sido atrapados en varios errores y decepciones tratando de lucrarse del rebaño. Esto sucede a menudo.

Mis raíces son profundas. Conozco todas estas doctrinas de la línea vieja, de los carismáticos, de la tercera ola y del movimiento profético. Tengo experiencia en casi todo. Si me pregunta cómo es posible, diría porque yo era sincero. Siempre quise estar bien con Dios. Siempre quise agradar a Dios, pero me criaron para creer que Dios todavía obra milagros hoy y que lo único que uno tenía que hacer era ser sincero, buscar de Dios, ayunar y orar, y podría tener el poder de Dios tal como lo tenían en el libro de Los Hechos. Eso es exactamente lo que hacía. Me dejé llevar por lo que me enseñaron y me hicieron creer. Por eso, cada vez que hay quien parece ser movido por Dios, por el poder de Dios o por un don del Espíritu, bueno, seguí esas enseñanzas y asistía a esas reuniones. No puedo contar la cantidad de personas que me impusieron las manos y las líneas de oración en las que he estado para obtener cada vez más de ese tipo de cosas. Podría escribir mucho sobre todo eso, pero quiero abordar algo que es más importante para aquellos que están en la persuasión carismática pentecostal. Quiero ayudarlos. El movimiento pentecostal está construido sobre la idea de que Dios todavía da poder y dones a la gente. Sin embargo, las Escrituras declaran claramente que estas cosas no están disponibles hoy. Fueron por un tiempo, por una temporada, pero ya pasó. Vamos a analizar por qué cesaron los dones milagrosos.

2. La Biblia Dice que los Dones iban a Cesar

1 Corintios 13:8-10 hace referencia al cese de los dones y dice: "El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará". Aquí nos dice clara y enfáticamente que llegaría el momento cuando estos dones sobrenaturales cesarían - cuando venga lo perfecto. Ahora, como pentecostal, me enseñaron a creer que esto sería cuando Cristo regrese. Sin embargo, ya entiendo que el griego de este texto no apoya esa idea. No quisiera perder el tiempo ahora para hacer una exégesis de ese pasaje, sino presentar los argumentos de por qué creo que estos dones han cesado.

Una definición práctica de lo que quiero decir sería lo siguiente: el Espíritu ya no está dando a la gente los dones milagrosos que se enumeran en las Escrituras y que estuveron presentes en la iglesia del primer siglo. Nunca era el plan del Espíritu ni su patrón normal distribuir dones milagrosos hoy como lo hizo en los tiempos de los apóstoles. 1 Corintios 13 revela que llegaría un momento en la historia en que estos dones cesarían.

3. Las tres épocas de Milagros en la Biblia.

Los milagros jugaban un papel importante. La mayoría de los Pentecostales creen que los milagros están presentes en casi cada página de la historia bíblica, pero no es verdad. Creí eso y me lo enfatizaron mientras crecía. El poder y la unción son temas constantes en todas las reuniones. Pero cuando uno estudia la Biblia, descubre que solo hubo tres épocas en las que Dios obró milagros a través de hombres con dones únicos - solo tres épocas. La primera época fue la de Moisés y Josué. Ese período duró desde el éxodo en 1445 A.C. hasta el final de la carrera de Josué, alrededor de 1380 A.C. En otras palabras, esa primera época de milagros duró unos 65 años. Después de ese tiempo, los milagros volvieron a ser comunes durante el ministerio de Elías y Eliseo. éstos ministraron desde aproximadamente el año 850 hasta el 795 A.C. Nuevamente la época de milagros duró solo aproximadamente 55 años. La tercera época cuando los milagros eran comunes, fue con Cristo y sus apóstoles. Comenzó con el ministerio de Jesús y continuó con los apóstoles que duró hasta la muerte de Juan, un período como de 70 años. Por lo tanto, cuando uno considera toda la historia bíblica que duró miles de años y la compara con las tres épocas cuando los milagros fueron comunes, nos quedamos sólo con 200 años cuando sucedían a menudo los milagros. Claro hubo otras ocasiones en las que Dios intervino con milagros pero fueron momentos raros y pocos. Y aun cuando los milagros fueron comunes, tampoco sucedían todos los días.

4. El Propósito de los Milagros

Ahora bien, el propósito de los milagros siempre ha sido confirmar las credenciales de un mensajero divinamente designado. Esto es fácil de ver cuando miramos los tres períodos de la historia bíblica. Sucedió para establecer la credibilidad de aquel que hablaba por Dios. Estamos hablando de aquel en quien Dios puso sus propias palabras. Decía, "así dice el Señor", la palabra literal de Dios que los hombres debían seguir y obedecer. Podemos ver este patrón en éxodo. El primer obrador de milagros fue Moisés y éste explica lo que Dios le dijo cuando lo llamó. "Jehová dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta. Tú dirás todas las cosas que yo te mande, y Aarón tu hermano hablará a Faraón, para que deje ir de su tierra a los hijos de Israel" (éxodo 7:1-2). Aarón se convirtió en el profeta y Moisés era Dios para Aarón. Eso significa que Moisés le decía a Aarón lo que tenía que decir. Aarón se vio obligado a hablar solo lo que Moisés le decía. Esa es la imagen de un verdadero profeta bíblico. Un profeta no hablaba su propia mente, sus propios conceptos, ni ideas. Sólo hablaba, "Así dice el Señor". Tenía que ser la palabra de Dios. Ahora pasamos a éxodo 4:15-16 para aclarar un poco más la imagen de un obrador de milagros. Dios le dijo a Moisés referente a Aarón, "Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer. Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en el lugar de boca, y tú serás para él en el lugar de Dios". Observe nuevamente que Dios ponía sus palabras en la boca del profeta. Eso es lo que vemos en Jeremías 1:9, "Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca". Las palabras tenían su origen en Dios. Era Dios hablando con la gente.

Pero, ¿cómo podía la gente saber que lo que decía un profeta era la palabra de Dios? Mucha gente dicen ser profetas hoy. Bueno, eso era lo que Moisés enfrentó. En éxodo 4:1-2, "Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová. Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara". Fue entonces que la vara de Moisés se convirtió en una serpiente. ¿Ahora qué tenemos? Tenemos lo milagroso. ¿Para qué? Era para probar la palabra del Señor. Era para probar que un hombre tenía la palabra del Señor. Era para probar que el hombre fue divinamente inspirado, enviado por Dios y que tenía el "Así dice el Señor" en su boca. No fue para hacer que la gente se sintiera más cómoda ni para darles "su mejor vida ahora". Era para reivindicar las palabras del hombre que hablaba por Dios. "Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob" (éxodo 4:5). El propósito de los milagros fue vindicar a Moisés, para certificar que fue Dios quien se le apareció. Moisés habló las mismas palabras de Dios y las tenemos en los primeros cinco libros de la Biblia.

En la época de Elías fue la segunda vez que los milagros fueron comunes. Mire 1 Reyes 18:36, "Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas". Elías necesitaba que Dios validara quién era y lo que estaba haciendo cuando habló con la nación de Israel. Sabes, leí esto muchas veces cuando era pentecostal, pero nunca lo entendí completamente. Ahora comprendo lo que estaba diciendo en su oración. Lo milagroso tenía que ocurrir por dos razones: para demostrar que Dios era el único Dios y no Baal ni nadie más, y también que Elías era su siervo, que lo había enviado y que tenía la palabra de Dios en su boca. Buscaba una reivindicación. Lo milagroso fueron las credenciales del enviado de Dios.

Finalmente, tenemos la tercera vez que los milagros fueron comunes. Tenemos al Señor Jesucristo. él era el Mesías, no simplemente porque lo dijo. Mira el sermón que Pedro predica en Hechos 2:22, "Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis". Observe la palabra aprobado. Esta palabra significa literalmente probar algo. Significa establecer, acreditar, tener credencial. Una traducción usa la palabra autenticar. Los milagros autenticaban. "Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre "(Juan 20:30-31). Los milagros fueron las credenciales que probaron que dicha persona habló en nombre de Dios.

¿Y los apóstoles? "Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían". (Marcos 16:20). No como enseñan los carismáticos. Lo milagroso no fue para tener una mejor vida. No fue porque los cristianos eran hijos del Rey. No fue para demostrar que los cristianos tenían una vida mejor que los que estaban en el mundo. No fue para que los cristianos siempre tuvieran una salud perfecta y que nunca se enfermaran, ni tampoco para que siempre tuvieran mucho dinero y nunca fuesen pobres. Esas son las mentiras de Satanás. Nada de eso se encuentra en la palabra de Dios. Ya hemos visto que lo milagroso fue con el propósito de vindicar al que presentaba la palabra de Dios.

5. El Ministerio de los Apóstoles

Otra razón de la cesación, por la que han cesado los dones, tiene que ver con el ministerio de los apóstoles. Dios dio los apóstoles a la iglesia. Efesios 4:11 dice: "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros". (Véase también 1 Corintios 12:28). Dios puso apóstoles en la iglesia. Vas a encontrar a muchos carismáticos que creen que todavía hay apóstoles, pero dicen que estos apóstoles modernos son diferentes a los originales doce y Pablo. ¿Por qué dicen que los apóstoles modernos NO son iguales a los doce originales y como Pablo? Porque tendrían que negar mucho de lo que dice la Biblia.

Para ser un verdadero apóstol, debe cumplir con ciertos requisitos. Primero, tiene que ser un testigo de la resurrección de Cristo (Hechos 1:22). En segundo lugar, tenía que ser designado personalmente por Cristo (Hechos. 1:2; Mateo 10:1) Este requisito se relaciona con el tercer requisito, tenía el poder de hacer milagros. Debían ser testigos de la resurrección de Cristo, designados personalmente por Cristo, y tenían que tener la capacidad de obrar milagros. Recuerde lo que dijo Pablo en defensa de su apostolado, "Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros" (2 Corintios 12:12). Que encuentren uno de esos hoy. No pueden hacerlo. Dicen que son apóstoles, reúnen a un grupo de personas y las tienen bajo su autoridad, pero no hay credenciales de apostolado entre ellos. Pablo tenía lo milagroso. Tenía las credenciales. Tenía la prueba. Pablo no quiso hablar de esas cosas, pero los falsos apóstoles estaban tratando de derribarlo y Pablo tuvo que aclarar que tenía la prueba. ¿Tienen la prueba los apóstoles modernos? Por supuesto que no.

Al observar estos requisitos, uno se da cuenta de que no hay nadie vivo hoy que pueda ser un apóstol. Pueden ser un apóstol en el sentido de que la iglesia los envía como un misionero, pero eso no los convierte en un apóstol en el sentido de los doce en el Nuevo Testamento. Llamarse apóstol hoy sólo crea confusión y hasta engaño. Hoy no hay nadie que cumple con estos requisitos.

6. Ya el Fundamento está Puesto

Otra razón es la naturaleza fundamental de los dones. El NT identifica a los apóstoles y profetas como el fundamento de la iglesia. "Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra principal del ángulo Jesucristo mismo" (Ef. 2:20). Los apóstoles y profetas son el fundamento de la iglesia. ¿Cuántos fundamentos necesita? No es correcto poner un fundamento hoy y la semana que viene excavarlo para poner otro. De ser así, nunca se va a construir el edificio. Después de colocar los cimientos, uno construye encima. Eso es lo que Pablo claramente reveló aquí, "en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor" (Efesios 2:21). No sigues poniendo los cimientos. La iglesia fue establecida entonces, en el primer siglo sobre los apóstoles y profetas. La iglesia no necesita más apóstoles ni más profetas hoy porque la iglesia ya ha sido establecida. Es una tontería esperar más apóstoles, más profetas y más revelaciones.

7. Dios ya no Obra Milagros

Cuando uno deja su afiliación religiosa anterior, siempre hay obstáculos que superar debido a los muchos años de adoctrinamiento a los cuales uno ha sido sometido. No nos damos cuenta en ese momento, pero estamos siendo adoctrinados con mentiras, teorías hechas por el hombre, doctrinas falsas, tergiversaciones de las Escrituras y versículos que fueron aislados y sacados de contexto. A menudo arrastramos con esta influencia equivocada incluso después de haber obedecido al Evangelio. Nos adoctrinan tanto con las doctrinas creadas por el hombre que cuando leemos la Biblia no podemos ver lo que dice claramente. Sin darnos cuenta, nuestra subconciencia borra ciertas palabras de un pasaje y cambiamos automáticamente el significado de las palabras.

Cuando a una persona se le ha enseñado toda su vida que algo es cierto, es difícil creer que no lo sea. Alguien dijo una vez: "Es más fácil creer la mentira que se ha escuchado miles de veces que creer una verdad que nunca antes había escuchado". Recordamos que hubo un momento cuando casi todo el mundo creía que el mundo era plano y que cualquiera que no estuviera de acuerdo era considerado extraño e ignorante. Esto es lo que sucede en el ámbito de la religión. Es asombroso lo que una persona puede creer sin ningún apoyo bíblico. La gente se tiende a seguir lo que es popular o lo que fueron educados para creer, por lo que superar su educación religiosa sería un desafío. Esa es la razón por la que me tomó tanto tiempo llegar al conocimiento de la verdad, a pesar de que vi y escuché cosas a lo largo de los años que, en el fondo, sabía que no estaban bien.

Uno de los mayores desafíos que debe superar cualquier pentecostal es aceptar que Dios ya no obra milagros hoy como lo hizo en el pasado. Al principio, es difícil creer que el propósito de Dios de obrar milagros terminó al finalizar los 27 libros del Nuevo Testamento. Gran parte del mundo religioso pentecostal gira en torno a la creencia de que si Dios obró milagros en el pasado entonces todavía obra milagros hoy. Después de todo, ¿no es Dios el mismo hoy que ayer? ¿Cómo es posible que haya terminado el tiempo de los milagros? Este es su razonamiento.

¡Lo que muchos del pueblo de Dios no se dan cuenta es que para la mente pentecostal, rechazar creer en los dones milagrosos y las señales milagrosas de la actualidad equivale a rechazar a Dios mismo! Los pentecostales creen firmemente en el Dios todopoderoso que creó todas las cosas. Si Dios tiene algo, tiene poder. Dios no sería Dios sin poder. Por lo tanto, lograr que un pentecostal supere esta creencia en los milagros modernos es muy difícil y hasta imposible.

Aunque la mayoría de los pentecostales no lo admitirían, les resulta difícil diferenciar entre la capacidad de Dios y el propósito de Dios. La iglesia del Señor (la iglesia de Cristo) de ninguna manera niega la capacidad de Dios para obrar milagros. Los miembros de la iglesia del Señor no niegan su poder, grandeza u omnipotencia. No estamos con la gente modernista que cree que los milagros bíblicos sean un mito. Cada milagro en las Escrituras es cierto y sucedió tal como dice la Biblia. Dios es tan poderoso hoy como siempre lo ha sido. Dios es inmutable y nunca cambia (Malaquías 3:6). No puede envejecer ni debilitarse. él es siempre el mismo (Hebreos 13:8). El problema no tiene nada que ver con quién es Dios ni su habilidad. El problema tiene que ver con el propósito de Dios. Por ejemplo, ningún pentecostal moderno espera que un profeta baje de una montaña con una tabla de piedra con nuevos mandatos escritos en ella. ¿Por qué? Porque el tiempo y el propósito de ese milagro han pasado. Ningún pentecostal moderno va a un río esperando que se separe para poder cruzar sobre tierra seca. ¿Por qué? Porque el tiempo y el propósito de ese milagro han pasado. Ningún pentecostal moderno se despierta por la mañana y sale cada día a su jardín en busca de maná del cielo porque el tiempo y el propósito de ese milagro han pasado. De la misma manera, no estoy buscando un apóstol que se presente en la adoración este próximo domingo para dar una nueva revelación o sanar a un lisiado ni resucitar a un muerto. ¿Por qué no? Porque entiendo que el tiempo y el propósito de esos milagros han pasado.

El ministerio apostólico y los dones fueron para el establecimiento de la iglesia y la revelación de la voluntad de Dios en el Nuevo Testamento (1 Corintios 13:8-10; Efesios 2:20-22). "Lo que es perfecto" (el canon del Nuevo Testamento) ya llegó. La Biblia está completa. No se necesita más revelación. La fe (la palabra de Dios) fue dado una vez y para siempre y entregada a los santos (Judas 3). No hay más que agregarle (Apocalipsis 22:18-19). No necesitamos más confirmaciones milagrosas (Hechos 2:22; Marcos 16:20). Tenemos todo que necesitamos: la Palabra de Dios que no cambia. Si una persona no comprende el propósito de los milagros, siempre estará confundida y será frustrada. Será llevado con todo viento de doctrina (Efesios 4:14). Esta es la razón por la que vemos un mundo religioso lleno de inestabilidad y confusión. Creen en Dios, pero no están anclados en la palabra de Dios. Se puede decir de ellos, como dijo Jacob al describir a uno de sus hijos, es "inestable como el agua" (Génesis 49:4). En lugar de estar anclados en la palabra de Dios que es sólida e inmutable, se han atado a las emociones, los sentimientos y las modas religiosas.

La gente corre de iglesia en iglesia en busca de una religión para "sentirse bien". La mayoría de los llamados cristianos de hoy son como los paganos que Pablo encontró en el Areópago que sólo buscaban "contar o escuchar algo nuevo" (Hechos 17:21). ésta es la razón por la cual los pentecostales, como los atenienses, no conocen al Dios verdadero. Si lo supieran, se darían cuenta de que su adoración es inaceptable ante Dios (Mateo 15:9). Los hombres no pueden crear una forma de adoración diferente a la que establecieron los apóstoles. Los primeros cristianos siguieron la doctrina de los apóstoles (Hechos 2:42). Cualquiera que se apartara de las enseñanzas de los apóstoles era considerado como hereje y apóstata (Gálatas 1:8-9; I Timoteo 4:16; 2 Timoteo 4:3-4).

En todos los actos milagrosos de Dios desde el principio, siempre tuvo un propósito para esos actos. Desde los eventos milagrosos de la creación hasta el cierre del canon del Nuevo Testamento, los milagros han servido al propósito de Dios. El hecho de que el hombre no siempre comprende lo que Dios está haciendo, no altera el propósito de Dios. No podemos obligar a Dios a caber dentro de una caja para que haga lo que queremos cuando lo deseemos. Dios no es un genio en una botella.

He escuchado a muchos predicadores pentecostales y carismáticos, fabricando la ilusión de que los milagros de Dios siempre están disponibles en cualquier momento en que alguien necesite a un milagro. Crean la ilusión de que Dios reparte milagros como un abuelo benévolo reparte caramelos a un nieto favorito. Sin embargo, tal idea es ajena a la Biblia.

Hace muchos años, un conocido cantante de pop, que se volvió carismático, escribió un libro titulado Un Milagro Diario Mantiene al Diablo Alejado. Por supuesto, su definición de milagro estaba tan diluida que prácticamente cualquier cosa positiva que sucediera era un milagro para él. Tales libros son ridículos, irrazonables y se burlan del poder verdadero de Dios. Hablando hipotéticamente, si Dios fuera a realizar un milagro verdadero y genuino en los tiempos modernos, sería poderoso, inusual, innegable, además de servir al propósito específico de glorificar a Cristo. Un milagro verdadero no será para mejorar el espectáculo de una personalidad de televisión ni promover las ventas del su último libro. Un milagro verdadero sería algo más significativo que encontrar un lugar para estacionar su auto frente a la tienda de donas. Dios tiene una razón específica para lo que hace y no es una tontería trivial ni para traer gloria a un hombre.

Los milagros no se reparten cada vez que alguien quiera. Cristo le dijo a la gente en la sinagoga, "Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra; pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio" (Lucas 4:25-27). De estos versículos se observa que los milagros no se estaban entregando todos los días al que quisiera o necesitara uno. Cristo señala que hubo muchas viudas en los días de Elías que podrían haber usado un milagro de la provisión divina, pero no lo recibieron, solo lo hizo a una viuda. Había muchos leprosos en los días de Eliseo que necesitaban ser sanados, pero solo uno fue sanado. ¿Por qué recibieron éstos un milagro? Puede que nunca sepamos todos los detalles, pero una cosa que sí sabemos es que en cada caso sirvió al propósito de Dios.

Cuando miramos la vida de Cristo, el mayor hacedor de milagros, ¿qué aprendemos sobre los milagros y su propósito? Juan registra el primer milagro realizado por Jesús. Pero Juan no nos da simplemente los detalles del milagro. él da el propósito de todos los milagros que Cristo hizo durante su vida terrenal. "Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él" (Juan 2:11). ¿Para qué sirvió el milagro? Manifestó la gloria de Cristo y confirmó las palabras que pronunció. Este milagro, como todos sus milagros, fue como un enorme letrero de neón que decía: "Este es el Mesías, el que había de venir. ¡Cree en él!"

En el evangelio de Juan, Jesús les señala a los judíos que hay testigos que prueban quién es él. "Pero yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado" (Juan 5:36).

Juan el Bautista dio testimonio de que Jesús era el Cristo. Sin embargo, Jesús tuvo un testimonio más grande que el de Juan. Fueron las mismas obras que realizó, sus milagros. La evidencia estaba ahí para que cualquiera la viera. Esta es la razón por la que Nicodemo le dijo a Cristo: "Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él" (Juan 3:2). Para aquellos líderes judíos obstinados y duros de corazón que rechazaron que Jesús era el Cristo, él siguió señalando la evidencia: sus obras milagrosas. "Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí" (Juan 10:25). "Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí y yo en el Padre" (Juan 10:37-38).

"Si yo no hubiese hecho entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre" (Juan 15:24).

Las obras (los milagros) estaban llamando la atención de quién era Cristo. Cumplieron un propósito. Eran una señal de su cualidad de Mesías. Eran una señal de que él era el prometido que había de venir (Deuteronomio 18:15-19; Hechos 3:22-23).

¿Recuerdas lo que la mujer samaritana le dijo a Jesús? "Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga, nos declarará todas las cosas" (Juan 4:25). Los samaritanos, así como los judíos, sabían que el Mesías iba a ser un hombre omnipotente y omnisciente; un hombre de milagros. Los milagros separan a Cristo de todos los demás. Esta es la razón por la que la declaración de Jesús a los judíos es tan poderosa: "Si no hago las obras (milagros) de mi Padre, no me creáis" (Juan 10:37). El letrero de neón decía: "¡Este es el Cristo!"

Cuando los judíos acusaron a Jesús de expulsar demonios por el príncipe de los demonios, él habló de su poder para realizar este milagro como el mismo dedo de Dios (Lucas 11:20). Cuando Juan cierra su carta, revela el propósito de su relato: "Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre." (Juan 20:30-31).

En el día de Pentecostés, Pedro les recuerda a los judíos las credenciales de Jesús que demostraron que él era el Cristo. "Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismo sabéis" (Hechos 2:22).

Los milagros sirvieron para confirmar el ministerio de Moisés que era un hombre enviado por Dios con la palabra de Dios para establecer una ley para el pueblo de Dios. Los milagros sirvieron para confirmar que Jesús era el Mesías, el prometido que traía el mensaje de Dios al hombre. Los milagros confirmaron la enseñanza y la predicación de los apóstoles que fueron enviados o comisionados por Cristo para establecer la única iglesia verdadera de nuestro Señor y exponer su doctrina y sus perímetros.

Jesús no vino a establecer una religión de "sentirse bien" como implican muchos carismáticos. La victoria en Jesús no se trata de vivir una vida fácil y cómoda. Las bendiciones espirituales no se tratan de tener la casa, el automóvil y la cuenta bancaria más grande del vecindario. Los milagros no se tratan de hacer feliz al hombre moderno. Cumplieron un propósito y el tiempo de ese propósito ha pasado.

Otra dificultad que tiene un pentecostal en su comprensión es cuando escucha que Dios ya no obra milagros, cree que estamos diciendo que Dios ya no responde a las oraciones. El hecho de que haya pasado el día de las señales, los dones y los milagros no significa que Dios ya no responda a la oración. Dios no tiene que hacer un milagro para responder a una oración.

Veamos Mateo 6:11, donde Jesús nos anima a orar: "El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy". Debe hacerse la pregunta: ¿Tiene Dios que realizar un milagro para poder responder a esta oración? Después de hacer esta oración por la mañana antes de comenzar mi día, nunca he encontrado un suministro milagroso de comida en la mesa. Sin embargo, voy a trabajar y gano un salario que a su vez se gasta en una tienda para comprar mis provisiones diarias necesarias. Nunca iría a la nevera a buscar leche que no la he comprado. Nunca diría: "Está bien Dios, ¿dónde está la leche? ¿No sabes que necesito leche hoy? Oré esta mañana para que me abastecieses mis necesidades, entonces, ¿dónde está la leche?" Aquellos que creen en los milagros actuales no hacen eso. Dios suple mis (y nuestras) necesidades diarias, pero todavía tengo que levantarme de la cama, ir a trabajar y trabajar ese día para ganar un salario y poder comprar lo que necesito.

El mismo concepto básico se aplica cada vez que me enfermo. Acudo al médico que decidirá una forma de tratamiento o una determinada medicación que necesito. ¿Oro por la ayuda de Dios para mi salud? Si, por supuesto. Oro para que mi salud sea restaurada. ¿Ocurre un milagro? No. No hay ninguna restauración milagrosa de la salud de mi cuerpo.

Creo que muchos pentecostales y carismáticos en los tiempos modernos no saben realmente qué es un milagro bíblico genuino. En los primeros días del pentecostalismo, el verdadero creyente pentecostal rechazó el tratamiento médico. Creían que la curación divina era sólo divina, sin ninguna intervención humana. ¡Hoy en día, el pentecostal moderno tendrá dos cirugías y seis recetas de medicamentos para mejorar y luego reclama que fue una curación milagrosa! Esto es deshonestidad o ignorancia.

Piense en la diferencia entre los milagros bíblicos y lo que la gente llama milagros hoy. En estos tiempos modernos, la palabra "milagro", como la palabra "amor", ha sido abusada y mal utilizada hasta que la mayoría de la gente no sabe cuál es la realidad. Los anuncios comerciales hacen un mal uso de la palabra "milagro" cada vez que la utilizan para intentar promocionar un producto. No es sorprendente que la gente bíblicamente ignorante llame milagro a cualquier cosa que sea asombrosa o maravillosa. No es sorprendente que las personas que afirman conocer la Biblia hagan lo mismo. Una simple lectura de la vida y el ministerio de Jesús aclararía esta confusión.

En el sexto capítulo de Lucas encontramos el relato de Cristo sanando a un hombre con una mano seca. "Mas él conocía los pensamientos de ellos, y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. Y él, levantando Y mirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y el lo hizo así, y su mano fue restaurada." (Lucas 6:8-10). El Léxico de Thayer dice de la palabra seca, "de miembros del cuerpo privados de sus jugos naturales, encogidos, consumidos, marchitados." Esto es lo que queremos decir con un milagro. Jesús restauró por completo la mano seca del hombre.

¿Qué dice el Nuevo Testamento acerca del ministerio de sanidad de Jesús. Mateo registra: "Y se le acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos mudos mancos, y otros muchos enfermos; y lo pusieron a los pies de Jesús, y los sanó; de manera que la multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel." (Mateo 15:30-31).

Entre todos estos milagros asombrosos, Jesús sanaba a los mancos. Thayer's nos dice que la palabra puede significar un miembro del cuerpo que está torcido, herido, discapacitado o mutilado. Observa cómo Jesús usa la palabra manco cuando dice: "Y si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que nunca será apagado "(Marcos 9:43). Luego continúa diciendo: "Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar en la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado" (Marcos 9:45). Jesús usa las palabras "manco" y "cojo" indistintamente. En estos pasajes describe lo que quiere decir con el uso de las palabras. Se refiere a un miembro perdido del cuerpo. Thayer's dice que la palabra "cojo" significa "cojo o privado de un pie, mutilado".

La restauración de un miembro (brazo o pierna) es un verdadero milagro bíblico. Es un milagro que no se puede fingir. También sería obvio para cualquiera observador y no se trata de un sentimiento personal sujetiva.

Cuando el Señor caminó por la tierra, había muchas personas con lepra y le faltaban varias partes del cuerpo. Jesús no tuvo ningún problema en sanarlos. Muchos en los tiempos modernos han afirmado tener esta habilidad e incluso la habilidad de hacer "obras mayores" que las de Cristo. Sin embargo, nadie en el siglo XX ha visto jamás un milagro como el realizado por Jesús, y mucho menos uno mayor. Puedo recordar al fallecido Charles W. Conn (ex Superintendente General de la Iglesia de Dios, 1966-70) diciendo: "No se pueden hacer obras más grandes que las que hizo Cristo hasta que hagas al menos las mismas obras que él hizo". ¡Piense lo que significa esta asombrosa admisión que vino de un líder de una de las sectas pentecostales más grandes del mundo!

Cuando era joven y crecía en Jacksonville, Florida, recuerdo haber escuchado a uno de los predicadores pentecostales en la radio declarar, con su exagerada manera de hablar, que su iglesia tenía los nueve dones del Espíritu en funcionamiento. Amigos, esa es una declaración audaz. Es obvio que las personas que hacen este tipo de declaraciones no comprenden bien lo que están diciendo. No comprenden la verdadera naturaleza y el carácter de los dones milagrosos de Dios.

Si algún pentecostal pudiera realizar un solo milagro que Jesús hizo, el mundo se abriría camino hacia su puerta. El Nuevo Testamento se refiere a la fama de Jesús en ocho ocasiones diferentes. Note Mateo 4:24, "Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos y los sanó". Tenemos que hacer la pregunta: ¿Ha oído usted de algo como esto que haya ocurrido en los tiempos modernos? Con todas las afirmaciones de poder, dones y unción, no hemos visto un milagro bíblico genuino. Lo único que puede hacer el mundo pentecostal es espectáculo, exageración, música rápida, aplausos, saltos y para el evento principal, ¡la gente cayendo hacia atrás! Esto está muy lejos de todo lo que leemos en el Nuevo Testamento.

Después que los tres mil fueron bautizados en Cristo en el día de Pentecostés, la Biblia dice: "Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona, y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles" (Hechos 2:42-43).

Sabemos que los apóstoles hicieron las mismas obras que hizo Cristo porque Cristo dijo que lo harían y el libro de los Hechos lo confirma. "Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón" (Hechos 5:12). No hubo afirmaciones infundadas de milagros en la vida y el ministerio de los apóstoles. A diferencia de los charlatanes de hoy en día, los apóstoles tenían lo que decían tener. Pablo escribiría más tarde: "Con todo, las señales de apóstol han sido hechos entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros" (2 Corintios 12:12).

Piénsalo. Una fuente confiable informa que hay quinientos millones de carismáticos en el mundo. Si todos estos carismáticos tuvieran el mismo poder y los mismos dones del Espíritu que tenía la iglesia del primer siglo, ¿no crees que habríamos escuchado algo extraordinario, algo maravilloso que está sucediendo ahora. Jesús y los apóstoles tenían dones reales, poder real y realizaron milagros reales. Esto no se puede decir de ningún predicador o supuesto apóstol hoy.

8. Los Dones Hoy no son los Mismos

Otra razón por la que los dones han cesado es la naturaleza milagrosa de los dones. Si el Espíritu estuviera regalando dones hoy, ¿no sería verdad que esos dones serían los mismos que en los tiempos bíblicos? ¿No serían idénticos hoy con los dones del primer siglo? ¿Serían diferentes si el Espíritu los diera y vinieran de Dios? No, sino que serían los mismos dones, el mismo poder, la misma eficacia y la misma autoridad. Sin embargo, lo que afirman los carismáticos, los pentecostales y otros no se parece en nada a lo que leemos en el NT.

No puedo contar las veces que he escuchado el cliché "la movida poderosa de Dios". En la última iglesia pentecostal donde yo era el predicador, después de terminar de predicar, había un predicador asociado que subía al micrófono para entusiasmar la gente y animarla emocionalmente. Una y otra vez la gente se emocionaba a través de la música y el canto y él decía, "tenemos una movida poderosa de Dios". ¿Sabes lo que vi. en la movida poderosa de Dios en todos mis 50 años como predicador pentecostal? Nadie fue sanado. Vi mucho entusiasmo, muchas emociones, mucha estimulación, mucha psicología, pero nunca vi. un milagro bíblico y genuino. Puede que un miembro dijera haber sido sanado, hasta que llegara la próxima campaña de sanidad divina a nuestra iglesia, y luego el mismo hermano "sanado" volvía a estar de nuevo en la línea de oración. Yo me decía, espere un minuto, este afirmó que fue sanado en la campaña anterior. La movida poderosa de Dios era exageración, histeria, emocionalismo debido a la música, a la gente aplaudiendo y saltando, pero no era una movida de Dios. No puedo encontrar ni una sola página en el Nuevo Testamento que se lea así. Desafío a cualquier carismático a encontrar un servicio religioso como ese en el Nuevo Testamento. No puede encontrarlo. No está ahí. Eso fue algo que me causaba dudas como pentecostal. Entre más leía el libro de los Hechos, más me di cuenta de que nuestra manera de llevar a cabo el culto era muy diferente a la manera en que la iglesia primitiva lo hacía. En la Biblia, nunca vi. ninguna exageración, ni emocionalismo. Sí, el Espíritu Santo cayó sobre algunas personas allí, pero nunca vi. el caos en el libro de los Hechos o en el NT como vi. en nuestras reuniones. Las dos formas eran muy distantes. Si los dones estuvieran disponibles hoy, y no lo están, serían los mismos que hay en el Nuevo Testamento.

9. El Don de Profecía no es el Mismo

Piensa en el don de profecía. Considere la naturaleza de este don. En las Escrituras, el don de profecía era Dios hablando divinamente a través de una persona. No vemos eso hoy. Es interesante ver cómo funciona ese don hoy y cómo funcionaba en el NT. Los carismáticos dicen que el don de profecía no venía con autoridad, pero eso no es cierto. La naturaleza de los profetas del Nuevo Testamento era la misma que la naturaleza de los profetas del Antiguo Testamento. Acabamos de leer dónde que los profetas fueron parte del fundamento de la iglesia del NT (Efesios 2:20). Entonces tenían que venir con poder y autoridad.

Cuando obtuve la licencia para predicar con la Asamblea de Dios, y habíamos tomado un examen, y luego nuestro instructor estaba hablando con nosotros mientras revisábamos el examen. Una de las preguntas trataba del pensamiento del Espíritu hoy y la gente hablando por el Espíritu. Dijo que nunca debiéramos considerar la gente hablando hoy por el Espíritu de la misma manera que en la Biblia porque los que hablan hoy no tiene la misma autoridad. Si uno se pone a pensar en lo que dijo, no tiene lógica. Porque están diciendo que hubo una época en la historia cuando el Espíritu hablaba con autoridad, pero cuando habla hoy, no tiene autoridad. Lo que el Espíritu habló en la Biblia tiene importancia, pero lo que habla hoy no tiene importancia. ¿Qué clase de Dios será este? ¿Estamos tratando de poner a Dios en ridículo? Eso es lo que siempre hacen las religiones falsas. Siempre terminan poniendo a Dios en ridículo. Todo lo que pone a Dios en ridículo es peligroso. Hay que mantenerse alejado de eso.

Estuve involucrado por poco tiempo en el movimiento profético. Una figura principal de ese movimiento es Bill Hammon quien afirma ser profeta. También tuve experiencia con el Movimiento Profético de Kansas City. Algunas de estas personas vinieron a Mobile donde yo estaba llevando a cabo una campaña y ellos dijeron que no se debe criticar a un profeta cuando su profecía se equivoca. ¿Será correcto? Oye bien la lógica de ellos. Dicen que su profecía es aceptable aunque este equivocado porque si le cuestionamos su error, entonces no se atreverían a continuar profetizando. Hay que tolerar sus errores para que continúen creciendo en su don de profecía. Esto es totalmente absurdo.

Un maestro carismático escribió un libro donde dice que nadie debería profetizar diciendo, "El Señor dice", sino más bien, "creo que esto es lo que el Espíritu quiere decir". Pregunto, ¿necesito esas profecías en mi vida? No creo. Continuó escribiendo que ningún profeta carismático responsable hoy cree que su profecía es una revelación infalible y sin errores. Luego dice que la profecía de hoy es impura y puede contener elementos que no se deben obedecer ni merecen confianza. Fue él mismo quien escribió esto. No fue otro que lo acusó de profetizar errores, sino que fue él mismo quien admite que sus profecías pueden tener errores. Eso es lo que escribió. No es que alguien le haya acusado de profetizar errores, sino es el mismo que admite que sus profecías pueden tener errores. ¿Por qué necesito eso? ¿Cómo me va a ayudar, edificar o hacerme un mejor cristiano? Lo que profetizan puede ser cierto como que puede ser falso. Es absurdo. Si eso hubiera sucedido en el tiempo del Antiguo Testamento, el profeta habría sido ejecutado. Eso es lo que dice en Deuteronomio 18:20-22.

10. El Don de Sanidad no es el Mismo.

Considere el don de sanidad. Si hubiera el don de sanidad hoy, el verdadero don genuino, tendría que ser el mismo don que vemos en el NT. Cuando alguien tenía el don de sanar, el resultado era inmediato, permanente, innegable. Curaba todo tipo de enfermedad y todo tipo de dolencia. ¿Será eso lo que vemos hoy? Las sanidades de las personas que alegan tener el don son completamente contrarias. Son incompletas, temporales y no se pueden verificar. ¿Qué interesante? Cuando informan de un muerto resucitado, preguntamos ¿dónde? Está por allá en algún país del tercer mundo. Nada comprobado. En mi experiencia de 50 años como predicador pentecostal, lo único que vi. era mucho entusiasmo y emoción. Nunca vi. un milagro genuino. Algunas personas mejoraron. Investigué un poco. Encontré a un hombre que fue a Benny Hinn quien alegaba haber sanado a miles de personas. éste le pidió a Benny Hinn la dirección de una sola persona que había sido sanada. Al principio, lo ignoraron, pero el señor fue insistente. Finalmente, le dieron los nombres de tres personas a los cuales trató de entrevistar a los seis meses de haber sido curados frente a las cámaras de televisión y miles de espectadores. Todos habían empeorado y uno había muerto. Nada verificable.

Estos dones no están aquí hoy. En una iglesia donde yo estaba en Florida Central, enterramos a una niña de 21 o 22 años. Murió de cáncer. Murió confesando que fue sanada. Cuando nuestra iglesia se enteró de que le habían diagnosticado con cáncer, la apoyamos, le llevamos todas las cintas de casete que teníamos sobre la sanidad divina y los milagros, y teníamos muchas. Cualquiera que tuviera alguna enseñanza acerca de la sanidad divina se lo daba. Ella, escuchaba esas cintas día y noche. Cuando Kenneth Hagan vino a Jacksonville, Florida, para una campaña, la llevamos. Yo la miré cuando subió a la línea de oración y le impusieron las manos. Ella murió. Sólo expongo los hechos.

Mi madre, creyó en la sanidad divina toda su vida, confesó ser sana, pero murió de cáncer. Tenía 77 años y entiendo que no era joven. Steve Hill del famoso Brian Hill Revival murió de cáncer a los 59 años. No me estoy burlando de nadie. Estoy hablando de hechos. El pueblo de Dios tiene que ser más honesto que la gente del mundo y estar dispuesto a aceptar las cosas como son. Lo que me trajo a la iglesia del Señor fue su honestidad. Estuve dispuesto a admitir que hay algo aquí que no funciona. Aquí hay algo que no es real. Hay algo aquí que no concuerda con la Biblia. Empecé a leer y a estudiar más la Biblia más y más.

11. La Curación Milagrosa

Si la sanidad divina es un privilegio y está fácilmente disponible para los pentecostales, ¿por qué no sucede entre ellos? ¿Por qué corren al médico a la primera señal de una enfermedad? ¿Por qué tantos toman medicamentos recetados? ¿Por qué se someten a cirugías y otros tratamientos médicos y costosos como todos los demás? La razón es que el pentecostalismo promueva una doctrina falsa con respeto a la curación milagrosa.

Los pentecostales y carismáticos están confundidos sobre el propósito de los milagros. El propósito de los milagros no era mejorar nuestras vidas o liberarnos de las preocupaciones. En este mundo, un cristiano vive una vida normal como cualquier otra persona. Cuando enseñamos a las personas que pueden tener un milagro y no sucede, a menudo se enojan y se amargan contra Dios. Los predicadores extravagantes prometen constantemente a la gente salud y riqueza. ¡Sin falta, todos estos predicadores se enriquecen con las donaciones de sus seguidores y, en consecuencia, reciben atención médica de calidad de los mejores médicos! Estos maestros hacen afirmaciones y promesas extravagantes que no están respaldadas por las Escrituras ni respaldadas por hechos en un intento tonto de tratar de promover los milagros de la actualidad, una persona famosa escribió un libro titulado "Un Milagro Diario Mantiene al Diablo Alejado". Sin embargo, lo que mucha gente llama un milagro no es más que algo bueno que está sucediendo o que las cosas van como ellos quieren. Es este tipo de tonterías las que hacen que un mundo se burla de la Biblia y de la existencia de Dios.

El estudiante serio de las Escrituras encontrará que los milagros no sucedieron todo el tiempo a lo largo de las edades. Siempre han tenido una operación limitada. No se repartían como caramelos en la fiesta de cumpleaños cada vez que alguien tenía tos o migraña. Jesús ilustra este hecho en Lucas 4:25-27 cuando dijo: "Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra; pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio". Jim Sheerer afirma de estos pasajes; "Jesús usa dos historias para mostrar que Dios siempre ha sido selectivo con sus milagros. Los milagros no eran para divertir a la gente, sino confirmar a los profetas de Dios y promover el plan de salvación de Dios ". (Comentario más puro sobre el Nuevo Testamento)

Un estudio cuidadoso de las Escrituras revela que los dones milagrosos fueron dados para confirmar la Palabra de Dios. Incluso en los días de Moisés, los milagros que se realizaron confirmaron lo que había dicho el profeta, así como el propósito de Dios para la nación israelita. En los días de Cristo, los milagros confirmaron su ministerio y que él era el Mesías. Jesús desafió a los judíos incrédulos a examinar sus milagros cuando dijo: "Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado" (Juan 5:36). Jesús no andaba con rodeos. Llama su atención sobre las obras que había realizado sin dudarlo. él declara claramente su propósito al decir "las ... obras ... dan testimonio de mí".

En el evangelio de Juan, Jesús les dice a los judíos si no creían en sus palabras de que él era el Hijo de Dios, debían creer en él debido a sus milagros. "Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí y yo en Padre" (Juan 10:37-38). Sus milagros fueron la evidencia de que estaba diciendo la verdad.

Jesús señaló a los discípulos sus obras como prueba de su divinidad cuando dijo: "Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras" (Juan 14:11). Las obras de Cristo fueron la confirmación de que él era el Mesías (Juan 20:30-31).

Los milagros también sirvieron para confirmar el evangelio después de Jesús ascendió al cielo. Los apóstoles continuaron el ministerio de Cristo con el propósito de establecer la iglesia. Como Jesús les dijo: "De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará; porque yo voy al Padre" (Juan 14:12). Estas obras tenían el propósito de confirmar su apostolado y que las palabras que habló eran de Dios. La Escritura dice: "Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían" (Marcos 16:20). "¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciado primeramente por el Señor, nos fue confirmado por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimiento del Espíritu Santo según su voluntad" (Heb. 2:3-4).

Pablo hace referencia a la habilidad especial del apóstol en los milagros al decir: "Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, con señales, prodigios y milagros" (2 Corintios 12:12).

Una vez que las Escrituras estuvieron completas (es decir, no hubo más revelación divina para entregar, los milagros cesaron (1 Corintios 13:8-10; Judas 3). Los pentecostales no comprenden el propósito de los milagros y esta falta de comprensión conduce a la confusión y la frustración. Pero observe la declaración doctrinal oficial de las Asambleas de Dios: "La sanidad divina es una parte integral del evangelio. La liberación de la enfermedad está prevista en la expiación y es el privilegio de todos los creyentes ". http://ag.org/top/Beliefs/

Statement_of_Fundamental_Truths/sft_ful l.cfm #12

Según el diccionario, la palabra integral significa necesario: ser parte esencial de algo o de cualquiera de las partes que componen un todo. Los sinónimos de integral son: esencial, vital, básico, fundamental, central. (Encarta: World English Dictionary & (P) 1998-2004 Microsoft Corporation. Todos los derechos reservados).

Según su declaración doctrinal, recibir la sanidad divina no es más difícil que convertirse en cristiano. Si la sanidad divina es un privilegio y fácilmente disponible, ¿por qué no ocurre entre sus miembros? ¿Por qué los pentecostales corren al médico a la primera señal de una enfermedad como todos los demás? ¿Por qué tantos pentecostales toman medicamentos recetados como todos los demás? ¿Por qué los pentecostales se someten a cirugías y otros tratamientos médicos y costosos como todos los demás, si la curación divina milagrosa es su privilegio como enseñan?

La lógica exige que si enseña que la sanidad divina es para hoy, entonces necesariamente debe suceder. En la Biblia cuando Pedro y Juan aparecieron ante el concilio, dijeron: "Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste ha sido sanado; sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis, a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. ... Y viendo al hombre que había sido sanado que estaba en pie con ellos, no podían decir nada en contra" (Hechos 4:9-10,14). Los apóstoles tenían pruebas del poder milagroso de Dios. No estaban reclamando algo que nunca había sucedido o que no pudo ser probado. El hombre fue curado de verdad y estaba parado allí para que todos lo vieran. Este fue un cumplimiento de Marcos 16:20.

Los pentecostales enseñan que la sanidad divina es una parte importante de la expiación de Cristo en la cruz como lo fue también el perdón de los pecados. Pero nada de eso puede establecerse. Nadie en ningún lugar lo ve sucediendo. Hay muchas afirmaciones de sanidad divina milagrosa que hayan sucedido, pero no se pueden ver ni corroborar. Mucha gente que afirma haber sido curada de algo interno, algo invisible. Pero la mayoría de ellos (si no todos) reciben algún tipo de asistencia o tratamiento médico.

En las iglesias donde he estado, había personas que acudían a los médicos todo el tiempo, pero cuando mejoraron, todos reclamaron la sanidad divina. Eso no es una curación milagrosa divina. ¡Tres cirugías y ocho recetas después no es una curación divina! Eso no es nada fuera de lo común. Amigo, ¡pasé más de 50 años en el pentecostalismo y nunca vi un milagro genuino! Justo antes de dejar la iglesia pentecostal fui a visitar y orar por una anciana que tenía 80 años. Ella me dijo: "Ya conoces hermano. Davis, ¡después de todos estos años nunca he visto un milagro! " Probablemente había estado en el pentecostalismo más tiempo que yo, pero en un momento de honestidad, mientras luchaba con su debilidad física y su enfermedad, tuvo que admitir la ausencia de "curaciones milagrosas" en la iglesia pentecostal. Los dones milagrosos han sido "eliminados" porque el canon de las Escrituras ha alcanzado la "perfección", la compleción (1 Cor. 13: 8-10). Ya no son necesarios.

12. El Don de Lenguas era Idiomas

A través de los años, vi. cómo las Escrituras a menudo se malinterpretaban, se sacaban de contexto y se aplicaban incorrectamente. Como pentecostal, noté cómo enfatizamos mucho algunos pasajes e ignoramos por completo a otros pasajes. Algunos versículos parecían tener una gran autoridad, mientras que otros eran insignificantes.

Los pentecostales no aceptan que el hablar en lenguas del Nuevo Testamento sea un idioma comprensible. Hechos 2 describe lo que sucedió el día de Pentecostés. "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen" (Hechos 2:4). No hay nada en Hechos 2 que indique que hablaban un idioma ininteligible o una galimatías. La palabra "lenguas" en este pasaje es glossa ... la lengua; por implicación un idioma. La palabra "enunciado" significa enunciar claramente, es decir, declarar: decir, hablar, articular.

El contexto revela que se hablaban idiomas comprensibles. Hechos 2:6-11, "Y hecho este estruendo, se juntó la multitud y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propio idioma. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua, en la que hemos nacido? Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto, y en las regiones de áfrica más allá de Cirene, y romanos aquí residentes tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillosas de Dios".

La palabra "idioma" en el versículo 6 y la palabra "lengua" en el versículo 8 son traducciones de la palabra griega dialektos que significa un discurso, es decir, un dialecto; un idioma o lengua particular a un grupo social. Podemos ver en el griego y en el contexto que estas lenguas eran lenguajes humanos conocidos. Hoy en día, debido a la educación, muchos pentecostales han aceptado que "lenguas" en el capítulo dos de Hechos significa un idioma conocido o comprensible. Sin embargo, en los demás lugares del Nuevo Testamento donde se mencionan las lenguas, todavía mantienen la idea que se trata de un idioma incomprensible y algo misterioso. Los pentecostales y carismáticos llegan a esta conclusión debido a que malentienden 1 Corintios 14. Ellos malinterpretan el significado de "lengua desconocida". Creen que "lengua desconocida" es algo diferente de las lenguas habladas en el capítulo dos de Hechos. Creen que es algo misterioso e incomprensible. Se equivocan porque la palabra "desconocida" o "extraña" no están en el griego, sino sólo la palabra "lengua" y es la misma palabra griega que aparece en el capítulo dos de Hechos.

Debe recordarse que el don milagroso de hablar en lenguas era que un hombre podía hablar en un idioma que nunca había estudiado o aprendido. No obstante, seguía siendo un idioma inteligible porque aquellos en la audiencia que hablaban ese idioma podían entender fácilmente lo que decía. Lo que es asombroso para mí es el hecho de que los misioneros pentecostales y carismáticos, sin excepción, todos asisten a la escuela de idiomas o trabajan con un intérprete cuando van a un país extranjero y, al mismo tiempo, afirman tener el don de lenguas del Nuevo Testamento.

En resumen, el pentecostalismo comete tres errores con respecto al hablar en lenguas:

1) El pentecostalismo ignora la ley de la "primera mención". Esto simplemente significa que una vez que algo se establece inicialmente como una cosa determinada, no hay razón para creer que cambia y se convierte en algo diferente a menos que el contexto revele que es diferente.

2) El pentecostalismo no entiende el significado de "lengua desconocida" o "lengua extraña" en 1 Corintios 14. Obliga una interpretación del texto que es inconsistente con el capítulo dos de Hechos y todo el Nuevo Testamento. La palabra "lengua" en 1 Corintios 14 es la misma palabra griega (glossa) que en Hechos 2:4.

3) El pentecostalismo no entiende el contexto de 1 Corintios 14. Pablo no está alabando a los corintios por su uso de lenguas, sino corrigiendo su uso de lenguas. Básicamente está diciendo: "Tienen todo al revés. Las lenguas no son para uso ni satisfacción personal". Cuando no hay nadie presente para interpretar para que otros entendieran, debían permanecer en silencio (1 Cor. 14:27-28).

13. El Desorden en el Culto

El pentecostalismo ignora el principio de orden en el culto. Al crecer en la Iglesia Pentecostal, vi. que el caos y la confusión se animaban con entusiasmo en la adoración. Este desorden no solo fue alentado, sino que fue el indicador por el cual se juzgó un servicio de adoración. Se animó a todos a hablar en lenguas, ¡todo al mismo tiempo! Esto fue y se considera un ápice espiritual en un servicio de adoración; un signo de espiritualidad.

Sin embargo, 1 Corintios 12 aclara que no todos tendrían el don de lenguas. Cuando Pablo comienza a enumerar los dones, comienza diciendo, "a uno se le da ..." (v.8) para indicar que no todos tendrían ese mismo don. Tampoco todos en la iglesia tendrían un don espiritual en absoluto. Pablo pasó a aclarar esto en los versículos finales del capítulo 12, donde hizo preguntas retóricas. ¿"Tienen todos dones de sanidad? ¿Hablan todos lenguas? ¿Interpretan todos" (1 Corintios 12:30)? La respuesta obvia a estas preguntas es negativa.

Todo cristiano durante la época del Nuevo Testamento no tenía el don de lenguas. Sin embargo, cuando hablaban en lenguas (idiomas), debía haber un orden adecuado para su funcionamiento. "Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o como más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia; y hable para sí mismo y para Dios" (1 Cor. 14:27-28). Debían turnarse cuando hablan, y no más de dos o tres pueden tomar un turno. También debe haber alguien para interpretar para que todos en la audiencia puedan entender lo que se habló.

La idea en la adoración pentecostal era que cuanta más gente hablaba en lenguas al mismo tiempo, más espiritual era la iglesia, mayor era el movimiento del Espíritu. Pero el Nuevo Testamento no enseña este concepto. Note lo que dice Pablo; "Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos" (1 Cor. 14:33). Y luego en 1 Cor. 14:40, "Pero hágase todo decentemente y con orden". El Espíritu Santo no vino a dar una experiencia emocional. No vino a excitar, estimular ni hacer que nadie se agitara y girara sin control.

14. El Pentecostalismo fue Creado por el Hombre

Los mismos pentecostales admiten que su movimiento comenzó en Estados Unidos a principios del siglo XX. La Universidad Oral Roberts afirma: "El movimiento pentecostal es, con mucho, el movimiento religioso más grande e importante que se originó en Estados Unidos. A partir de 1901 con solo un puñado de estudiantes en una Escuela Bíblica en Topeka, Kansas, el número de pentecostales aumentó constantemente en todo el mundo durante el siglo XX hasta que en 1993 se convirtieron en la familia más grande de protestantes del mundo". (http://webapps.oru.edu/new_php/library/holyspirit/pentorg1.html).La declaración oficial de las Asambleas de Dios admite lo mismo: "el comienzo del avivamiento pentecostal moderno generalmente se remonta a una reunión de oración en el Bethel Bible College en Topeka, Kansas, el 1 de enero de 1901". http://www.cai.org/bible-studies/history-pentecostal-movement. Es justo mencionar que la Iglesia de Dios afirma hablar en lenguas alrededor de 1896 a pesar de que el grupo no se llamó a sí mismo Iglesia de Dios hasta 1907. (http://en.wikipedia.org/wiki/Church_of_God_(Cleveland,_Tennessee).

¿Por qué será esto importante? Es que estos grupos fueron claramente iniciados por hombres en Estados Unidos durante la primera parte del siglo XX. Eso los hace casi mil novecientos años demasiado tarde para ser la iglesia del Señor (Mateo 16:18). Aunque pueden intentar reclamar una relación con los cristianos en el capítulo dos de Hechos, eso no funciona. Ningún cristiano en el libro de los Hechos o durante el primer siglo se llamó a sí mismo pentecostal. De hecho, nadie a lo largo de la historia de la iglesia se llamó a sí mismo pentecostal. El término actual Pentecostal se deriva de Pentecostés, el nombre griego de la fiesta judía de las semanas. Conmemora el aniversario del día en que Dios entregó la Torá a toda la nación de Israel reunida en el monte Sinaí. Los verdaderos cristianos no intentan identificarse con los días festivos de los judíos, sino con Cristo. El libro de los Hechos nos dice que los discípulos fueron llamados "cristianos" (Hechos 11:26).

Cuando todavía era pentecostal, recuerdo haber escuchado a un amigo predicador emocionarse por ser pentecostal y cómo deberíamos actuarnos como pentecostales. Mientras estaba sentado allí, mi mente comenzó a reflexionar sobre el libro de los Hechos y cómo nadie en la iglesia primitiva jamás se refirió a sí mismo como un pentecostal y cómo nadie fue llamado nunca pentecostal. Pensé: ¿"Por qué nos llamamos a nosotros mismos por algo diferente a los cristianos del primer siglo"? Y luego me di cuenta, si nos estamos llamando por algo diferente, debe ser porque somos diferentes a lo que ellos eran. Amigos míos, no quiero ser nada diferente de lo que eran los primeros cristianos. No quiero ser parte de una creación moderna del hombre. ¡Solo quiero ser cristiano!

15. El Papel de la Mujer

El pentecostalismo enseña falsa doctrina sobre el papel de la mujer en la iglesia. Las iglesias pentecostales y carismáticas creen en las pastoras y maestras sobre congregaciones enteras. Creen que la profecía de Joel citada por Pedro en Hechos dos les da la licencia que necesitan. Hechos 2:16-18, "Mas esto es lo dicho por el profeta Joel; Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne; Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños. Y de cierto sobre mis siervos y mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu; y profetizarán". Creen que cuando el texto dice que "hijas" y "siervas" profetizarían, eso justifica a las mujeres como pastoras, como ancianas, etc. Esto, por supuesto, es un malentendido grave del texto.

El significado del derramamiento del Espíritu de Dios sobre toda carne es que el Evangelio iba a llegar a toda la humanidad, tal como dijo Jesús en la gran comisión (Marcos 16:15-16). La profecía (enseñanza inspirada) fue uno de los dones espirituales durante el primer siglo (1 Cor. 12:8-10); pero, una vez cumplido su propósito (la palabra escrita inspirada, completa, perfecta, entregada), ya no estaba y ni está en funcionando. La profecía cesó (1 Cor. 13:8-10). Sin embargo, incluso durante los tiempos del Nuevo Testamento, cuando se ejercitaban los dones espirituales, las mujeres nunca asumieron la posición de predicadoras ni maestras sobre una congregación. No hay nada en la profecía de Joel que indique que una mujer puede servir como anciana ni ser puesta a cargo de una congregación. No hay nada en ningún lugar del Nuevo Testamento que sugiera que las mujeres puedan servir en el liderazgo de la iglesia. De hecho, es todo lo contrario. Pablo, escribiendo a Timoteo, dijo: "La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito que la mujer enseñar, ni ejercer autoridad sobre el hombre, sino estar en silencio" (1 Tim. 2:11-12).

Cuando estábamos en la ciudad de Panamá, un predicador amigo mío me llamó un día y me preguntó sobre este versículo de Timoteo. Quería saber qué pensaba que significaba. Hice una pausa por un momento y dije: "Probablemente signifique lo que dice". No estaba muy satisfecho con esa respuesta porque su esposa enseñó la clase de Biblia para adultos en su iglesia. De hecho, rechazó por completo ese significado del pasaje porque no era lo que él quería que dijera. Pero la Escritura es clara sobre este tema. Note lo que dijo Pablo en 1 Cor. 14:34, "Vuestras mujeres callen en las congregaciones, porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice".

Algunos pentecostales sostienen que Pablo estaba lidiando con un problema cultural que no tiene relación con la sociedad actual cuando dio esta prohibición. Por supuesto, hacer tal suposición es jugar y relajar con la integridad del texto. En realidad, los post modernistas usan esta táctica en cualquier texto bíblico que desean cambiar.

16. La Experiencia Importa Más que la Biblia

Para los pentecostales, la Biblia tiene un lugar secundario comparado con la experiencia. Esto no quiere decir que no pretendan amar y honrar la Palabra de Dios. Lo hacen. Sin embargo, muestran constantemente con sus acciones que la experiencia es mucho más importante que lo que dice la Escritura.

El pentecostalismo se trata de sentirse bien. La adoración es una celebración donde buscan un subidón emocional cuando se reúnen para adorar. Creen que estas emociones positivas son un indicador de la presencia de Dios y que la presencia tiene prioridad sobre lo que está escrito en la Palabra.

Uno de los líderes de las Asambleas de Dios, George O. Wood, escribió: "Como pentecostales, nos acercamos intuitivamente al texto bíblico de una manera diferente a la mayoría de nuestros hermanos evangélicos y sí, hermanas. Consideramos el elemento de la experiencia como una lente a través del cual miramos las Escrituras ". (enrichmentjournal.ag.org/200102/008 _exploring.cfm)

El problema es que esto conduce al subjetivismo. Cuando la experiencia es su máxima prioridad, la verdad se vuelve subjetiva y las Escrituras se ignoran. Steve Hill, de Brownsville Revival, dijo: "En estos últimos días, predicar y simplemente enseñar la palabra ya no es suficiente, el Espíritu tiene que involucrarse, a través de señales y maravillas debido al gran pecado que abunda". (Brownsville, 14/12/96)

John Wimber, del movimiento Vineyard, declaró: "No hay nada en las Escrituras que apoye este tipo de fenómenos que yo puedo ver, y no puedo pensar en nada a lo largo de la era de la iglesia que lo hiciera. ... Así que no me siento obligado de intentar explicarlo. Es simplemente un fenómeno. Sólo son personas que responden a Dios ". (Santa Risa, Albert James Dager, 1996). Es interesante que Wimber admita abiertamente que los fenómenos carismáticos que estaban ocurriendo (como en Toronto) no tenían autoridad bíblica ni precedente histórico.

Durante los avivamientos de Toronto y Brownsville, no era raro escuchar a muchos de los líderes y maestros hacer la declaración: "Dios ofenderá tu mente para revelar tu corazón". Como no podían justificar con las Escrituras lo que estaba sucediendo en esas reuniones, sintieron que esta declaración daba aprobación al fenómeno. Aunque lo niegan, los pentecostales ignoran abiertamente las Escrituras y apelan a los sentimientos y la experiencia como su fuente fundamental de la verdad. Es evidente que el emocionalismo lleva a la gente al fanatismo.

Se equivocan los pentecostales cuando creen que los sucesos del día de Pentecostés establecen y justifican el emocionalismo. Creen que el derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés fue más una experiencia emocional que otra cosa. Tropiezan con la verdad sencilla de que los apóstoles hablaban idiomas extranjeros por la operación del Espíritu Santo para comunicar la verdad maravillosa de Dios (Hechos 2:11). El contexto del capítulo dos de Hechos revela que el Espíritu Santo no vino como una experiencia emocional como vemos hoy a los pentecostales avivados. El emocionalismo no fue el propósito de la venida del Espíritu. No hay nada extraño en Hechos capítulo dos ni en cualquier otro lugar del Nuevo Testamento. El Espíritu Santo no vino a excitar a nadie. No vino a estimular a nadie. No vino a hacer que nadie se agitara ni girara incontrolablemente. El Espíritu vino, llenó a los apóstoles, los cuales hablaron en idiomas que no habían aprendido.

Puede preguntar, entonces, ¿de dónde sacan los pentecostales esta idea de una experiencia emocional? Se basan en lo que dijeron algunos incrédulos que observaron a los apóstoles hablando en idiomas que obviamente nunca habían aprendido. Hechos 2:13 dice: "Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto". A partir de esta declaración simple se ha construido toda esta filosofía teológica pentecostal. Usan esta declaración para justificar todo tipo de comportamiento extraño durante la adoración, incluso hasta el punto de que las personas emitan sonidos de animales mientras entran en un estado de trance. A menudo dicen cosas como, "estamos borrachos en el Espíritu" o, "este es el vino nuevo". Rodney Howard-Browne a menudo fomenta el comportamiento frívolo y tonto diciendo "esta es la Barra de Joel. ¡Sube tu panza a la barra!"

Observe lo que contestó el apóstol Pedro a estas acusaciones. "Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día" (Hechos 2:15). Pedro niega enfáticamente la burla de ellos. Pero los pentecostales hacen creer lo contrario. Creen que los apóstoles estaban borrachos, ebrios y cayendo borrachos. Lamentablemente, enseñan que esto es lo que el Espíritu Santo le hace a la gente. Si los apóstoles hubieran estado borrachos, Pedro lo hubiera admitido. Hubiera señalado que los apóstoles fueron embriagados por el Espíritu y no por vino.

No podemos tomar lo que los enemigos de la iglesia dijeron el día de Pentecostés como un hecho como tampoco podemos tomar lo que los enemigos de Cristo dijeron acerca de él (Lucas 7:33-34). Acusaron a Jesús de ser un glotón y un borracho. La hermenéutica es clave para entender la Biblia.

17. Enseñan una Salvación Incompleta

Enseñan un plan de salvación incompleta. Es una combinación de "solo cree" o "arrepiéntete y cree" o "haz la oración del pecador y pídele a Jesús que entre en tu corazón".

Sin embargo, en los tiempos viejos, los pentecostales no creían en la oración del pecador. Los viejos pentecostales salieron del movimiento de santidad, por lo que creyeron en el banco de lloro. Creían que debías bajar al altar y "orar" hasta sentirse salvo. Básicamente, "oraste" por todo; salvación, santificación, el bautismo en el Espíritu Santo, etc. Una persona "oró" hasta que se sintiera que Dios los había salvado. Pero debido a la influencia de varias sectas a través del movimiento carismático, los pentecostales ahora han adoptado el estilo más común o popular.

El sitio web de las Asambleas de Dios declara con respecto a la salvación: "CREEMOS ... Cada persona puede haber restaurado la comunión con Dios a través de la 'salvación' (confiando en Cristo, a través de la fe y el arrepentimiento, para ser su Salvador personal)". [1 de 4 doctrinas cardinales de las Asambleas de Dios]. La Iglesia Internacional de Santidad Pentecostal en su declaración doctrinal dice: "Creemos, enseñamos y mantenemos firmemente la doctrina bíblica de la justificación sólo por la fe (Romanos 5:1)".

¿Cómo es que ambos grupos pentecostales afirman que el Espíritu Santo habita personalmente y es su guía y, sin embargo, no están de acuerdo entre sí? Y, ¿cómo es que el Espíritu Santo inspiró a Santiago a decir "Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe" (Santiago 2:24)? Sin embargo, ¿la santidad pentecostal afirma que una persona está justificada solo por la fe? Obviamente, ambos no pueden ser inspirados por el Espíritu Santo. Ambos no pueden tener razón. ¡El Espíritu Santo no inspiró a Santiago a decir una cosa y las Asambleas de Dios y la Santidad Pentecostal a escribir otra cosa! ¡Tratan al Espíritu Santo como si tuviera Alzheimer!

Las iglesias sectarias se burlan de Dios en sus declaraciones doctrinales. Si la sanidad divina es un privilegio y está fácilmente disponible para los pentecostales, entonces ¿por qué no sucede entre ellos? ¿Por qué corren al médico a la primera señal de una enfermedad? ¿Por qué tantos toman medicamentos recetados? ¿Por qué se someten a cirugías y otros tratamientos médicos y costosos como todos los demás?

18. Soy Cristiano

Cuando yo me acostaba de noche en mi cama, a menudo tomaba la Biblia que siempre estaba a mi lado, y leía algo antes de apagar la luz y dormir. Estaba leyendo Juan 3 y cuando llegué al versículo 5, donde Jesús habló de la necesidad de nacer del Espíritu y del agua, o no se puede entrar en el reino de Dios. Cuando leí ese pasaje me detuve. Pensé como, a través de los años, siempre había hecho caso a la explicación de mi grupo pentecostal acerca de este versículo. Ya he visto los errores del pentecostalismo y tenía que salir, pero no sabía a dónde ir. El miedo me golpeó. Tenía amistades en casi todos los grupos religiosos: bautistas, metodistas, episcopales, los visité a todos, hablé con ellos, "Sí, Bill, puedes entrar en nuestro grupo", y yo pensaba, tal vez sea ahí donde necesito estar, adónde debería ir, pero cuando comencé a indagar en sus creencias, descubrí que estaría cambiando un error por otro. Tenían tantas fallas en su doctrina como los pentecostales. ¿Cambiar una herejía por otra? El miedo se apoderó de mi corazón. Dios mío, ¿a dónde voy a ir? ¿Quién enseña la verdad? ¿Quién enseña la Biblia?

Bien, estaba leyendo la Biblia y llegué a Juan 3:5 y sabía que yo no era la persona más inteligente del mundo, pero iba a tomar la Biblia por lo que dice, tomando la palabra de Dios por lo que Jesús dijo. Sabía que nacer de nuevo significaba ser bautizado para ser salvo y busqué las otras Escrituras que respaldaban eso y ahí estaban. Allí están y dije: ¿Dónde puedo encontrar una iglesia que enseñe esto? ¿Dónde puedo encontrar un grupo de personas que enseñen la Biblia? Comencé mi viaje. El dicho que fue acuñado hace años por el Movimiento de Restauración que la Biblia sola solamente hace cristianos. No hace sectarios. No convierte a uno en un seguidor del hombre. Antes de ese período, me encontré resistiendo la Biblia en mi mente, entendiendo cada pasaje según la doctrina de mi secta, y me dije a mí mismo, si sólo podía leer la Biblia como es, dejar a un lado toda esta enseñanza sectaria que llevaba durante muchos años, solo quiero la palabra pura de Dios, quiero escuchar lo que Dios dice, y entre más comencé a aceptar lo que dice la Biblia, eso es lo que me llevó a Juan 3: 5 y dije, eso es. Tengo que encontrar esa iglesia. Y en mi mente, recordé a un grupo de personas que nadie quería, no eran aceptadas por ningún grupo, creo que la Iglesia de Cristo enseña eso.

No vamos a pintar la verdad. No vamos a arreglarla. Simplemente vamos a seguir la palabra de Dios. Vamos a seguir la enseñanza del Nuevo Testamento y ser como la iglesia del primer siglo. Eso es lo que siempre quería en mi corazón y en mi vida para ser como la iglesia original. No entiendo a la gente de hoy que no quiere adorar como adoraba la iglesia del primer siglo. Eso es lo que me llevó a la iglesia del Señor. Amigo que lee esto, ¿es usted un cristiano bíblico?

Bill Davis, 612 Edith Lane, Pensacola, FL 32534

traducido y adaptado por Elmer N. Dunlap Rouse corregido por Vivian Morales Acevedo de Méndez Publicado por La Iglesia de Cristo Carr. 467 km 1.4, Bo. Borinquen PO Box 4816 Aguadilla, PR 00605 Texto bíblico: Reina-Valera 1960. Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.