LA IGLESIA: UNA INSTITUCION EDUCACIONAL

Parte 3

por Elmer N. Dunlap Rouse

Hay soluciones para la iglesia que quiere mejorar la calidad de su departamento de educación. Vamos a empezar ... contigo mismo. Tú puedes ser parte de la solución por aplicar lo que hemos dicho a tu persona. Tú puedes reunirte en tu casa con Dios y su palabra y llevar a cabo una escuela bíblica contigo mismo. Tú decides la hora. Tu escoges el tema o el texto. Jesucristo se presenta a través de su palabra y te enseñará muchas cosas que tú no sabías. Una hora diaria equivale 365 horas al año y ya con este comienzo te vas puliendo en tus conocimientos de la Palabra de Dios. Yo conozco miembros de la iglesia que en muy poco tiempo se convirtieron en maestros excelentes usando este proceso. Nadie puede obligarte a hacerlo. Tiene que salir de tí el deseo de hacerlo.

Esta literatura es otra parte de la solución. Si Dios nos ayuda, va a ser un catalítico (substancia que acelera una reacción química) para el crecimiento de la iglesia en el mundo de habla hispano. A este servidor y a otros autores nos preocupa la preparación de los maestros de la iglesia y seguiremos dedicando nuestro tiempo y recursos a fortalecerlos. Tú puedes ayudar a tu iglesia velando que todo miembro lea este artículo. Nosotros nos comprometemos en mantener un grado alto de calidad de lo que escribimos.

Además recomendamos una serie de estudios que nuestro hermano Dewayne Shappley comenzó a publicar para maestros y líderes. La primera serie se titula "Estudios en el Libro de Tito". Puede solicitarlo escribiendo a Dewayne Shappley, Apdo. 1264, Bayamón, P.R. 00960. Si no tienes el libro "Ministros Competentes de un Nuevo Testamento", pídaselo también. Es excelente. También recomendamos los estudios de Larry White. Son gratis y excelentes. Puede pedirlo escribiendo a CURSOS BIBLICOS PARA EL OBRERO CRISTIANO, Iglesia de Cristo, 306 E. Franklin, Farmerville, La 71241.

Además de prepararte tú mismo para enseñar, tú puedes hacer algo por tu iglesia. Habla con tu ministro o líderes e infórmales tu interés y tu disposición de ayudar. Roma no fue hecha en un día. Primero debes observar lo que hay y tomar notas. Puedes visitar a otras iglesias y observar lo que ellos están haciendo con la escuela bíblica. Haga preguntas. Compre libros. Porque si realmente está decidido a ayudar, nada le es difícil. Yo recuerdo cuando tenía unos 19 años y los ancianos pidieron que si alguien quería enseñar una clase bíblica pusiera su nombre en el plato de la ofrenda y enseguida me pusieron a dar una clase a unos muchachos los miércoles por la noche. Así comencé.

Empiezas con lo que tienes. Si la iglesia tuya no tiene salones, haga que se construyan. Si no tiene oficina o lugar para guardar materiales, búsquelo. Compre o pida una maquinilla, escritorios, anaqueles, sillas, libros y materiales. Trata de convencer a los líderes de tu iglesia a asignar un presupuesto anual para el departamento de educación. Lleva a cabo reuniones regulares con toda persona interesada en la escuela bíblica y organícense. Hagan minutas y tomen decisiones. Preséntelos a los líderes locales para su aprobación. Rete a sus maestros a llenar sus salones. Haga promociones, actividades, e informe a la iglesia.

Antes de terminar, una amonestación final. No seas fanático. Estudia, ora primero y luego obra. Con mucho tacto, con el amor de Cristo, con paciencia y mansedumbre, haga la obra. Con la fe de Cristo, empieza con lo que tenga y con constancia y perseverancia, siga hasta que la escuela bíblica de tu iglesia sea un instrumento espiritual, eficiente, agresiva y entusiasta. Empezar una buena obra para luego abandonarla es cosa de niños. Si tu no sabes hacerlo, rodéese de gente que sepa. Sobre todo, ponga los ojos en Cristo y siga su ejemplo.

ESTOY ENFERMO LOS DOMINGOS
¿Dónde se reune la iglesia de Cristo?