YO QUIERO ESE BAUTISMO

por Elmer N. Dunlap Rouse

Estudié la Biblia una noche con un amigo mío que tenía más de 80 años. Estaba visitando la iglesia y quería saber si el bautismo que llevaba era suficiente para ser miembro en la iglesia de Cristo. Sin abrir la Biblia le pedí un pedazo de papel y trazé una línea vertical por el medio. Por un lado apuntamos "Mi Bautismo" y por el otro lado, "El Bautismo Bíblico". Le pedí que me describiera su bautismo, cómo era y mientras me explicaba los detalles, yo iba apuntando lo que decía. Cuando terminó, se lo leí y le pregunté si ese era el bautismo que había recibido. Me contestó que sí.

Entonces abrimos la Biblia y empezamos a llenar el otro lado del papel con la información del bautismo practicado por Jesús y sus Apóstoles. Al rato me interrumpió y dijo: "Yo quiero ese bautismo" señalando el "Bautismo Bíblico". Le bauticé a esa hora de la noche.

Yo uso este método porque la tendencia humana es de arreglar y justificar el pasado como el Rey Saúl justificaba su desobediencia en 1 Sam. 15:19-20. De manera objetiva, hay que comparar nuestro bautismo con el que Jesús pide. Amigo lector, no debes esperar a los 80 años para averiguar si has cumplido o no con el Hijo de Dios. Saca un papel ahora mismo y llena un lado con lo que te acuerdes de tu bautismo. Luego abre la Biblia y llena el otro lado con la información bíblica. Luego analiza, compara y pregunta a tu conciencia si has cumplido o no con el Señor. Si hay discrepancias, diga "Yo quiero ese bautismo".

¿Y qué importancia tiene la enseñanza de una secta sobre el bautismo? ¡Ninguna! Cristo es el único autor de salvación y más vale hacerle caso a él. Yo no pertenezco a ninguna secta sino soy miembro de aquella iglesia que Cristo estableció cuarenta días después de su resurección. No fui bautizado en una secta, sino en Cristo y en su cuerpo. Al citar las verdades bíblicas a mis amigos religiosos, que muchas veces se aferran a sus sectas, me dicen: "Yo sé que la Biblia lo dice, pero..." y proceden a invalidar los dichos del Señor. Prefieren más las tradiciones planchadas por concilios que las palabras del Señor. "Lee este versículo" le digo y sin querer lo leen para luego volver a disculparse: "Yo sé que la Biblia lo dice, pero..." y proceden a repetir una jerigonza que le enseñó algún falso maestro. Son pobres religiosos. En la iglesia de Cristo decimos, "Yo sé que la Biblia lo dice ... y yo lo creo así mismo". ¡Amén! Si me preguntan "¿Qué quiere decir esto? Les diré "Significa lo que dice".

Un amigo mío era ministro pentecostal por muchos años hasta que estudió la Biblia con un ministro de la iglesia de Cristo. Mi amigo estaba convencido de que Saulo fue salvo cuando vio la luz pero el ministro de la iglesia de Cristo le pidió que leyera todo el relato (Hech. 22:6-16). Leyó hasta donde Ananías dijo:"levántate y bautízate" (vers. 16). El ministro de la iglesia de Cristo le pidió que terminara de leer el versículo y mi amigo volvió a leer hasta dónde dice "levántate y bautízate" para luego argumentar que Saulo ya era salvo antes de bautizarse. El ministro dijo: "Pero lea TODO el versículo". Mi amigo leyó todo el versículo 16,bajó la cabeza y dijo, "Quiero que me bautize ahora mismo". Aquella noche en el mar Atlántico recibió el bautismo que es para lavar los pecados. El bautismo bíblico es fácil, sencillo y de gran importancia.

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