EVANGELISMO EN ACCION

por Elmer N. Dunlap

Leccion 10

RECONCILIANDO

INTRODUCCION

A. Los hermanos que saben restaurar a los inactivos son muy valiosos en la iglesia. Cristo vino a buscar y a salvar lo que se había perdido (Luc. 19:10). No vino a lastimar, romper y ensangrentar sino revivir, unir, sanar y restaurar a los caídos. Vino a compartir nuestra carga del pecado y nos manda a restaurar a nuestros hermanos y ayudarles con su carga (Gál. 6:1-2). Hermanos muy buenos, conocedores de las Escrituras, muy cristianos en su modo de pensar y muy talentosos han sido sorprendidos en faltas por una infinidad de razones. En muchas ocasiones, volverlos a la iglesia es tan fácil que hacerles unas preguntas simples y escucharles como cualquier buen amigo.

B. Es necesario aclarar que la disciplina en la iglesia y la evangelización de inactivos son dos cosas distintas. Disciplina es una expresión de amor para "los que están dentro" (1 Cor. 5:12) mientras que evangelizar a los inactivos trata de los que están "afuera" y reconocen que están afuera. Es imposible apartarse de uno que ya está apartado. Sincillamente la disciplina es para los que se creen miembros y se portan como mundanos. Retornar a un inactivo es resucitar a un muerto (Luc. 15:32).

C. Habiendo dicho esto, no es necesario castigar a los que retornan a la iglesia. Según la parábola de Jesús para explicar su motivo de recibir y comer con pecadores, contó del pastor que encontró la oveja que se había perdido, la puso gozoso sobre sus hombros y la llevó para reunir a sus amigos para regocijar con ellos (Luc. 15:4-7). Nada dice de castigar la pobre oveja para que aprenda a no descarriarse. De la misma manera, el padre recibe a su hijo extraviado, no con una correa para castigarlo, sino con besos, abrazos, vestido, calzados y un becerro gordo para hacer fiesta. Podemos nosotros hacer menos. Disciplina nada tiene que ver con el rescate de extraviados. Así como Jesús, así también nosotros recibimos gozoso al hermano, perdonamos cualquier ofensa, hacemos fiesta y nos alegramos.

I. EL PROCESO DE LA INACTIVIDAD

A. El primer paso de irse de la iglesia es falta de fe. Lo que contribuye a la fe, no lo practican. Ya no tienen los ojos puestos en Jesucristo (Heb. 12:2), sino en algún hermano o en muchas otras cosas, así como Pedro que se hundía al quitar los ojos de Jesús y se pegaba a mirar el viento y las olas (Mat. 14:30-31). Dicen: "la iglesia no esto", "la iglesia no aquello", fulano me ofendió, o "el culto es muy largo". Están admitiendo su falta de fe o su fe débil.

B. Muchos se pierden en la mudanza de un sitio para otro. Se entretienen con muchas cosas y nunca llegan a identificarse con la iglesia donde se mudaron.

C. Los que están en el proceso de alejarse de la iglesia ofrecen señales de su condición. Muchas veces son comentarios o preguntas que demuestran su inconformidad con la iglesia. Se quejan. No dicen, "Yo pienso irme de la iglesia" pero el que está escuchando puede detectarlo.

D. Luego quieren comprobar el interés y la preocupación de los hermanos por faltar a un culto, para ver la reacción. Ellos creen que nadie los echó de menos en la iglesia.

II. SUS CARACTERISTICAS

A. Los solitarios son los más que se pierden. Jóvenes, madres cuyos esposos no son miembros y hombres que viven solos. Según un estudio, el 40% de estos miembros se vuelvan inactivos dentro de dos años. Son solitarios también en la iglesia porque no forman suficientes amistades con los otros hermanos.

B. Caen en cuatro grupos: los que se ofenden, los que se mudan, lo que se mudan por un tiempo (estudiantes) y los que pierden interés. Cristo también los colocó en cuatro grupos (Mat. 13:1-9).

C. Disatisfechos: aceptan la doctrina bíblica pero la iglesia ya no les satisface sus necesidades.

D. Decepcionados con la iglesia y con su ministro, forman actitudes caracterizados por las siguientes palabras: evitar, criticar, enojarse, diferir, retar, apatía, hostilidad, sarcasmo y falta de entusiasmo.

III. ORGANIZACION

A. Hay que comenzar con el listado oficial de los miembros de la iglesia, notar los inactivos y hacer una lista de todas la personas que deseamos visitar. Podemos entrevistar al ministro y otros miembros para averiguar por qué se apartó. Si podemos dar con la causa, podemos inventar una estrategia o plan para su regreso. Muchas veces, nadie realmente sabe el motivo de miembro por apartarse de la iglesia. Toda la información que acumulalmos es questionable y tentativa, lo guardamos en una esquinita de nuestra mente como reserva hasta que no entrevistamos al miembro apartado en si.

B. Eliminamos de la lista a aquellos inactivos problemáticos que corresponden a los señalamientos de textos tales como Romanos 16:17-19; 1 Timoteo 6:3-5 y Tito 3:10-11. Es posible que un hermano problemático así sea verdaderamente recapacitado, y estos casos los dejamos a los líderes veteranos de la iglesia. Hacer volver un lobo a iglesia, por bien intencionado que sea, no deja de causar daños por volver la iglesia de nuevo por las mismas peleas y contiendas de antes.

C. Hay que preparar a los que van a ministrar a los inactivos para que lleven una actitud correcta (Luc. 16:25-32). Los hermanos idóneos para este trabajo deben tener la habilidad de identificarse con el inactivo, ver el mundo por sus ojos y simpatizar con su situación. Al mismo tiempo sienten gran gozo, amor y entusiasmo por la iglesia y su obra y pueden explicar por qué es necesario pertenecer a la iglesia. Es paciente, dispone del tiempo necesario para visitar, escucha, y puede guardar información confidencial.

IV. COMO ACERCARSE A LOS INACTIVOS

C. Ir con un látigo en la mano y citar leyes sobre el deber de congregarse es de poco beneficio para el hermano inactivo. El inactivo por ser inmaduro no soporta la verdad ni siente deseo de servir a Dios si le cuesta sacrificio o humillación. Es inmaduro, egoísta y orgulloso y se puede activar a la iglesia por descubrir lo que más le interesa. A nosotros puede parecernos como alimentar su propio egoísmo y vanagloria, pero la verdad es que todos necesitamos aprecio. ¿Cuánto más el inmaduro? Nuestra pregunta entonces es, ¿Qué quiere? ¿Qué necesita?

B. Observamos que los hermanos que tienen éxito en ganar a los inactivos, por lo general, disfrutan de destreza política, palabra, por cierto muy abusada, pero que en su sentido puro quiere decir "ciencia y arte de gobernar" y "cortesía y buen modo de portarse" (VOX). Parte de este arte está en la lección #9 de este serie en la sección titulada "Hablar Para Ganar".

C. Los hermanos que no conocen la ciencia ni el arte de gobernar no van a tener éxito en retornar a los ofendidos, los ofensores de las instrucciones apostólicas y los vagos. En vez de facilitar su arrepentimiento y regreso, sólo los alejan más y los hacen más resistentes a obedecer al Señor. En cambio, los hermanos sabios (Hechos 6:3) descubren los intereses del extraviado y los enfatiza hasta que todas las demás consideraciones menguan.

D. La visita de un cristiano preocupado es bienvenida. Siempre es beneficioso su presencia amistosa y gozosa. No debemos predicarles o llevar una agenda especial, sino estimular su conversación por preguntarles "¿Cómo?; ¿Qué?; ¿Por qué?; ¿Dónde? y ¿Cuándo?" y escucharlos. Muchas veces, escucharles, sin comentar nada, es suficiente para retornarlos a la iglesia. En vez de preguntarse: "¿Qué voy a decir?" debe preguntarse "¿Cómo voy a escuchar?"

E. Si uno se compromete en volverlo a visitar otro día, debe cumplir con su palabra. Al ver alguna necesidad física o especial, puede comunicarlo a los líderes de la iglesia. Aunque uno visita en calidad de amigo, puede leer algún texto bíblico positivo antes de irse y orar. Toda visita religiosa debe de encluir la oración antes de despedirse.

V. EL TIEMPO PASA

A. Entre más tiempo pasa, más difícil es restaurar al inactivo. Por esto es necesario visitar al inactivo lo antes posible. Cuando un hermano dice, "Yo no vuelvo más los jueves", hay que ir a su casa de inmediato para resolver el mal entendido. Cuando ya han transcurrido seis o ocho semanas, el miembro ya se acostumbró a no ir a la iglesia y ya desarrolló nuevas amistades que sustituyen a los hermanos de la iglesia. Por esto es esencial que una iglesia anote la asistencia cada domingo en la iglesia e informe los resultados a la congregación.

B. Una iglesia pequeña puede apuntar la lista de los nombres de los hermanos en un papel y sacarle 52 copias, una para cada domingo del año. Para revisar la asistencia, sólo tiene que poner la fecha, tachar los nombres de los hermanos presentes y añadir los nombres de las visitas presentes. La iglesia puede tener a su disposición un paquete de tarjetas 3" por 5" para que las visitas puedan apuntar sus nombres y direcciones.

C. Los miembros ausentes sin explicación deben de ser visitados la misma semana. Un miembro hospitalizado o enlutado debe ser visitado de inmediato. Lo mismo se puede decir de uno que se mudó a la comunidad de la iglesia. Una visita rápida demuestra interés y ayuda a la persona a visitar a la iglesia.

D. Cuando un miembro se muda a otro pueblo o país, hay que ponerse en contacto con dicho hermano para averiguar si ya encontró a una iglesia allá y si se ha identificado con la nueva iglesia. Existen varios libros que publican todas las direcciones de las iglesias de Cristo por todo el mundo, y de esta manera puede hasta escribir a la directiva de la nueva iglesia para que visiten al hermano que se mudó. (CHURCHES OF CHRIST IN THE UNITED STATES, Mac Lynn, (artículo G54084), Gospel Advocate, P.O. Box 150, Mashville, TN 37202-0150; $7.50 o WHERE THE SAINTS MEET, Firm Foundation Publishing House, P.O. Box 17200, Pensacola, FL 32522; $10.00).

E. Hay que ser persistente. Muchas veces la frustración del hermano inactivo se va aumentando por varios meses y hasta años. A veces no es muy fácil reconciliarlo. Las estadísticas nos informan que la mitad los que retornan a la iglesia necesitaban más de una visita. La otra mitad va a necesitar una visita por cada año inactivo.

VI. RECONCILIACION

A. La inactividad produce apatía. Es necesario establecer una amistad con la persona, que viene siendo la razón principal, según el inactivo, por volver a la iglesia.

B. Si el inactivo se queja de estar lastimado por un ministro o otros hermanos de la iglesia, será necesario organizar una reunión entre estos. Si no es posible, y la parte alegadamente culpable no es actualmente miembro, uno puede disculpar a nombre de la persona o en nombre de la iglesia. Sobre todo, debe evitar tomar parte en la disputa o, si eres buen político, trata de alinearte con su lado ¡Son niños, hermanos! No los tomes tan en serio.

C. Después de establecer una amistad con el inactivo, uno puede llegar a tener confianza para resolver el conflicto del inactivo con la iglesia u otro miembro. Hay cuatro alternativas para resolver el conflicto: darle la razón, negociar, arbitrar o cooperar. Cuando dejan de usar la expresión "tu iglesia", ya sabes que vas ganando terreno.

D. Hay que hacer preguntas claves, que indican exactamente lo que alejó al hermano: "¿Puede darme un ejemplo de lo que me quieres decir?" o "¿Cuáles son algunos de los cambios en la iglesia que no te gustó?".

Hace falta que el hermano extraviado sea perdonado y que perdone, si es que fue ofendido por otro hermano.

VII. EL MINISTRO Y LOS INACTIVOS

A. Parte de los inactivos llegaron a esta condición debido a las expresiones y hechos del ministro (u otro líder). El ministro es el profeta que habla de parte de Dios, señalando las faltas y pecados de los miembros. Es agente que representa tanto a la congregación como a Dios y es imposible que no pise los cayos de los hermanos de vez en cuando. Aunque trabaja con el mejor tacto y sensitividad posible, habrá hermanos alineados en su contra y pidiendo su cabeza. Cierta contraversia es de esperarse, pero un ministro problemático es difícil superar. Es difícil para el extraviado distinguir entre su lealtad al ministro y su lealtad hacia la iglesia. Si la iglesia cuenta con un ministro que predica bien y se mezcla bien con la gente, dándose a querer, visitando mucho en las casas y limitando sus expresiones negativas , el extraviado será atraído, pero si el ministro es o aparenta ser altivo, lejano, frío y suelto de lengua, será difícil atraer al inactivo.

B. Cuando el ministro haya sido envuelto en una riña, debe de excusarse del trabajo de reconciliar al extraviado. Que obre otro hermano para que no parezca como un conflicto de personalidad. Envolver a muchos en el proceso evita que aparezca como una pelea entre dos.

C. Hace falta la cooperación de los demás miembros para incorporar a un inactivo, ya que el ministro no tiene suficiente tiempo para ser amigo íntimo de todos los hermanos. Al mudarse o morirse un ministro, muchos miembros se vuelvan inactivos, ya que no se llevan con el nuevo ministro.

D. El ministro debe predicar de tal manera que los miembros crezcen espiritualmente y nunca entren en la lista de los inactivos. Debe predicar mensajes bíblicos que a la vez son relativos a la vida actual.

D. El ministro debe de usar su tiempo para poder ayudar a todos lo que le necesitan pero también evitar trabajos innecesarios para poder trabajar más en la capacidad espiritual.

BIBLIOGRAFIA

Stewart, Ivan, GO YE MEANS GO ME, Ivan Stewart, Oklahoma City, Oklahoma, 1974

Stuenkel, Omar, CARING ABOUT INACTIVE CHURCH MEMBERS, Augsburg Publishing House, Minneapolis, Minn., 1987

Cox, Frank L., LESSONS ON CHURCH LEADERSHIP, Gospel Advocate Co., Nashville, TN 1974

 

PREGUNTAS

1. Favor de definir la palabra política.

 

 

2. ¿Por qué algunos hermanos sólo alejan más al inactivo?.

 

 

 

3. ¿Es correcto que un grupo de hermanos visitan a todos los que se fueron de la iglesia? Favor de explicar.

 

 

 

 

4. ¿Cuál es el primer paso para retirarse de la iglesia?

 

 

 

 

5. ¿Por qué algunos hermanos se quejan mucho?

 

 

6. ¿Cuál es el peligro más grande de lo que se mudan para otro sitio?

 

 

7. ¿Cuál es el problema de los solitarios?

 

 

8. ¿Qué importancia tiene la lista de los inactivos?

 

 

9. ¿Cuáles son algunas de las cualidades de los que ganan inactivos?

 

 

 

10. ¿Cómo podemos interesar al inactivo en volver a la iglesia?.

 

 

 

11. ¿Debemos predicar a los inactivos en sus casas?

 

 

 

 

12 ¿Qué tiene que ver el paso de tiempo con la salvación de los inactivos?

 

 

12. ¿Por qué la iglesia debe anotar la asistencia los domingos?

 

 

 

13. ¿Cuántas veces hay que visitar al inactivo para convertirlo?

 

 

14. Para reconciliar a una persona a la iglesia, ¿qué debemos hacer primero?

 

 

 

 

15. Si el inactivo alega que el ministro lo ofendió, ¿qué debemos hacer?

 

 

16. ¿Qué quiere decir la expresión: "tu iglesia"?

 

 

17. ¿Qué tiene que ver el ministro con la restauración de inactivos?

 

 

 

 

18. ¿Debe el ministro se amigo íntimo de todos los hermanos?

 

 

 

19. ¿Cuál es el último recurso para salvar a un inactivo?

 

 

 

20. Favor de explicar por qué algunas iglesia hayan sido demandados.

 

 

 

21. ¿Puede el ministro excomulgar a algún hermano de la iglesia? ¿Por qué?