¿QUE ES LA IGLESIA?

por Donald Current

Como la mitad de las personas entrevistadas para una encuesta afirma que asiste a una iglesia, cabe preguntar, ¿qué es la iglesia? Para analizar la palabra, podemos utilizar al Diccionario Expositorio de Vine donde descubrimos que iglesia es la combinación de dos palabras griegas: "ek" (para fuera) y "kleo" (llamar). Uniendo las dos palabras, iglesia quiere decir, "los llamados para afuera". También se traduce "congregación" o "asamblea". Se aplica de dos maneras. Primero, el total de los redimidos de la era cristiana, porque Cristo dijo: "Edificaré mi iglesia" (Mat. 16:18) y porque la iglesia es su cuerpo (Ef. 1:22; 5:23). Segundo, la palabra iglesia se refiere a una compañía de creyentes que se reunen en un local (Hech. 20:28; 1 Cor. 1:2; Gál. 1:13).

La iglesia son los llamados afuera. ¿Fuera de qué? Del mundo. No el físico sino mundo en el sentido de la vida orientada a lo físico y a los placeres. Su reino no es de este mundo (Jn. 18:36). Vivimos aquí, pero no participamos de sus prácticas mundanas. Tampoco es un edificio sino los miembros. Su cabeza es Jesucristo (Col. 1:18; Ef. 1:22; 4:15). Ni Pedro ni Pablo ni ningún otro hombre puede ser cabeza de la iglesia. Jesús no dejó a ninguno en particular como su representante en la tierra. La compró con su sangre, la edificó, es su único fundamento y sólo él puede salvar y añadir a uno a su número (1 Cor. 1:12-13; Mateo 16:13-18; Hech. 2:47).

Temprano en su ministerio, Jesús predicaba el evangelio del reino (Mat. 4:23). Iglesia y reino se refieren a lo mismo. Para constituir un reino, hacen falta tres cosas: un rey, un territorio o reino y leyes. Cristo es el rey porque cuando nació los magos lo buscaron: "¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido?" (Mat. 2:2). Cuando Pilato lo interrogaba, Jesús contestó: "Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo" (Jn. 18:37). En cuanto a su territorio, consiste de los corazones y las mentes de aquellos que le aceptan como su señor y maestro. Ni Jesús ni su iglesia busca conquistar países. No usa armas, ni se interesa en tesoros terrenales. Cristo sólo acepta las almas entregadas libre de presiones. La ley del reino es la Escritura. Los catecismos, decisiones de concilios, doctrinas y tradiciones de hombre no caben.

La Iglesia Católica Romana se estructura según el viejo Imperio Romano para exaltar a un hombre, el papa, y él tiene la última palabra. ¿Y cómo es la iglesia del Señor? No hay un sólo hombre con mandato sino que cada iglesia se gobierna a sí misma. Con el Nuevo Testamento como guía, hay una pluralidad de ancianos y diáconos (para sus requisitos, vea 1 Tim. 3:1-13 y 1 Ped. 5:1-10). El resto de la congregación consiste de evangelistas, maestros y miembros (Ef. 4:11).

¿Cómo es el culto? ¿Se puede ofrecer el culto que uno quiere? La respuesta sería que no. Nuestra forma de adorar tiene que ser autorizada por Jesucristo, el dueño. Nos reunimos los domingos, el primer día de la semana (Hech. 2:42; 20:7). Hay dos clases de culto: divino y profano. Según Juan 4:24, hay que adorar a Dios en espíritu y en verdad. Cualquier otra clase de culto, aunque agrade a nuestros ojos o nuestras emociones como en iglesias sectarias, es culto vano. El único culto aceptable a Dios es aquel que consiste en oraciones, cánticos sin acompañamiento de instrumentos musicales, participar de la Santa Cena y escuchar el mensaje del evangelio. Los que añaden otras cosas reciben condenación por desobedecer los mandatos del Señor. Durante el culto, se colecta una ofrenda voluntaria. No usamos sobres ni colectamos una segunda ofrenda. Tampoco practicamos el diezmo porque fue abolido. La ofrenda es según la prosperidad de uno.

No puedes someter una solicitud de membresía en esta iglesia. La única forma de entrar en la iglesia del Señor es obedeciendo el evangelio del Señor. Tienes que bautizarte para el perdón de sus pecados para cumplir con el requisito que estipuló Jesús: "El que creyere y fuere bautizado será salvo" (Mar. 16:16). Entonces la Escritura dice: "Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos" (Hech. 2:27).

LA IGLESIA POSITIVA
¿Dónde se reune la iglesia de Cristo?