LA MISERICORDIA

por Francisco Rivera Lima

Misericordia es la virtud que inclina el ánimo a condolerse de la penalidades y miserias ajenas (Lexipedia, Tomo II, página 771). Este atributo de Dios, en cuya virtud perdona y remedia los pecados y miserias de sus criaturas, lo debemos tener los cristianos.

El compadecernos de las necesidades ajenas, pero sin ser movidas a actuar en una forma positiva, no nos caracteriza como cristianos y quizás mucho menos como seres humanos. ¿Cuántos de nosotros al orar, le pedimos al Señor por los huérfanos, los deambulantes, los ancianos que están en asilos, los países que están en guerra, las personas hambrientas que mueren a diario, etc.?

En Lucas 6:36 dice "Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso". Esto lo debemos considerar como un mandamiento más. Siendo un requisito de la iglesia el socorrer y tratar de aliviar las necesidades de los necesitados.

Debemos leer algunas de estas citas bíblicas para aprender a ser movidos a misericordia: Exo. 34:6-7; 33:19; Josué 2:12; Mateo 9:13 (esto es bien importante), Lucas 1:50; Rom. 9:15; 11:30; 12:8; Santiago 3:17 y los libros de Salmos y Proverbios que están llenos de esta virtud.

Recuerdo que el Hno. José Santos dijo en una predicación (1/23/93) que el pecado mayor que puede tener una congregación es cerrar sus ojos ante la necesidad ajena.

Que el Señor nos ayude a no cerrar nuestros ojos ante el dolor ajeno y demos gracias por todas las bendiciones que recibimos porque no somos merecedores de ellas.

Nota: Agradezco, aunque un poco tarde, las oraciones, las visitas y las llamadas que me han hecho en mi enfermedad y les exhorto que hagamos el bien sin mirar a quien.

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