SOY CATOLICO

por Elmer N. Dunlap Rouse

Casi siempre se entiende por "católico" la secta religiosa cuya sede está en Roma. Es sorprendente saber el verdadero significado de esta palabra. A mí me sorprendió. Cuando joven, descubrí en mi Biblia las palabras: "La Primera Epístola Católica de San Pedro". Averigüé que Pedro dirigió sus cartas a todos en general y por eso se les llama católicas. El diccionario VOX la define como "universal", aquello "que comprende o es común a todos". Para ser más explícito, viene del griego "kauolikós", la fusión de "kata" (abajo) con "ölos" (completo). Lo que es "católico" es general o universal en contraste con aquello que es específico o local.

Dios es católico según Efesios 4:6 "un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos". Cristo es católico: "y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas...haciendo la paz mediante la sangre de su cruz" (Col. 1:20). El "Padre Nuestro" es católico porque compartimos al Padre (Luc. 11:2). La verdad es católica porque alumbra a todos en todo lugar. El evangelio es católico: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Mar. 16:15). La iglesia de Cristo es católica por diseño por cuánto dijo: "Edificaré mi iglesia" (Mt. 16:18), singular en número; pues contemplaba una comunidad que iba a expandirse por todo el mundo y reunir a toda la humanidad en una familia con una misma fe y un mismo amor. Contemplaba unir a todos en su cuerpo, derribando toda barrera de ideología nacionalista y sectaria y convirtiendo a toda la humanidad en un sólo rebaño (Jn. 10:16). Lástima que la palabra se use muy poco hoy en día con este valor.

Ingacio de Antioquía escribió a la iglesia de Esmirna en el año 112 D.C. y dijo: "Dónde está Cristo, allí está la iglesia católica y dónde está el obispo, allí debe estar también el pueblo". Lejos de poner nombre a la iglesia, Ignacio estaba señalando a Cristo como cabeza de la iglesia en general y al obispo como cabeza de la iglesia local. La expresión de Ignacio, "el obispo", refleja que ya había ocurrido una desviación o apostasía de la enseñanza de los Apóstoles en cuanto al gobierno de la iglesia. La doctrina de la pluralidad de obispos en la iglesia local (Fil. 1:1; Hech. 20:28) ya había sido corrompida para esta fecha tan primitiva. Estos cambios siguieron hasta que Bonifacio de Roma reclamó el título profano y pecaminoso de "obispo universal" en 606 D.C.

Soy católico porque pertenezco a la iglesia que Cristo fundó, siguiendo las instrucciones simples del Nuevo Testamento. Obedecí a las instrucciones del Apóstol Pedro de arrepentirme y ser sumergido (Hech. 2:38; Rom. 6:4) y el Señor prometió añadirme a la iglesia" (Hech. 2:47). Por lo tanto, soy miembro de la iglesia católica de Cristo. Persevero en la doctrina de los Apóstoles (Hech. 2:42). No puedo perseverar en la doctrina de Roma, porque casi todas estas doctrinas y prácticas eran desconocidas por los Apóstoles. No puedo ser "católico romano" porque no soy romano. Es contradictorio porque limita lo universal a lo que es peculiar a Roma. Soy un simple católico, miembro de la iglesia universal, unido a todos los que pertenecen a la iglesia universal. No apoyo a ninguna secta porque Cristo oró por la unidad y no admitirá allá en la casa de su Padre a grupitos, sino sólo a católicos verdaderos.

Sí, soy católico. "La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén" (Efe. 6:24).

SOY UN NIÑO
¿Dónde se reune la iglesia de Cristo?