BEBIDAS ALCOHOLICAS

por Elmer N. Dunlap Rouse

INTRODUCCION

A. Cuando alguien afirma que un cristiano debe abstenerse totalmente de bebidas alcohólicas, muchos citan textos de Jesús y Pablo para defender el uso moderado. Pero estos se equivocan por no averiguar la razón del uso en el tiempo bíblico, cual razón no existe hoy día para justificarlo.

B. En el mundo antiguo, el uso de bebidas alcohólicas era universal por razón de que beber el agua pura era dañina a la salud (1 Tim. 5:23). No habían plantas de tratamiento ni químicos como el cloruro. El vino era siempre mezclado con el agua de la proporción de uno a diez (10% vino). Beber vino puro era considerado como salvaje o que uno querría emborracharse, y aún así, con el vino de aquél entonces, cogía tiempo emborracharse (Prov. 23:30 y Hechos. 2:15).

C. El vino de hoy en día tiene un alto porcentaje de alcohol debido al invento moderno de la destilación. Por esto, no se puede comparar las bebidas alcohólicas modernas con la práctica y el vino del mundo antiguo.

D. El uso de bebidas alcohólicas hoy día es completamente incompatible con la vida cristiana. Refleja una actitud mundana, escandalosa y de tropiezo. Usar bebidas perjudica la salud, el bienestar espiritual y la fuerza moral para hablar del evangelio a otros.

I. LOS QUE BEBEN

A. Causan accidentes. Alcohol en la sangre es la causa de tres de cada cuatro accidentes de automóvil. Son los mismos que dicen, "Yo bebo y no hago daño a nadie".

B. Las empresas vendedoras de bebidas alcohólicos emplean grandes cantidades de dinero en publicidad para crear una ilusión de que su uso produce alegría, destreza en los deportes, habilidad de cerrar negocios, fuerza y compañerismo. Todo esta propaganda está lejos de la realidad.

C. Uno de cada trece se vuelve alcohólico. Los alcohólicos no toman para sentirse bien, sino para sentirse normal. Se levantan por la mañana temblando hasta que se dan un trago. Cayeron en esta dependencia por querer escapar de la realidad, olvidar fracasos, buscar valor, librarse de su caracter serio o para estropear la conciencia para poder llevar a cabo ridiculeces y orgías.

D. Cirrosis del hígado es una condición irreversible y es resultado de haber quemado el hígado por beber tanto alcohol. El celebro también queda encurtido, perdiendo su facultad para pensar y recordar las cosas. Vomitar el hígado por la boca es el final de un alcohólico que sacrificó su cuerpo, su vida y su potencial por el gusto.

II. EL CRISTIANO Y EL ALCOHOL

A. En primer lugar, el cristiano tiene dominio propio, y como el alcohol la resta dicha virtud, no bebe (Ef. 5:17-18).

B. El cristiano no es un fracasado sino que siempre está lleno de esperanza, no importa cual sea su situación. No necesita escapar de la realidad porque la solución de sus problemas está en el Señor y no en una botella (Fil. 4:13).

C. El cristiano es luz (1 Tes. 5:7-8). Da ejemplo al observar su conducta. Sus amigos se convierten al Señor. No procura su propio beneficio sino el de muchos. No es un tropiezo (1 Cor. 10:29-11:1).

D. En el Antiguo Testamento, los sacerdotes y los reyes no debían de beber para que siempre pudieran diferenciar entre lo santo y lo vil, lo correcto y lo incorrecto (Lev. 10:8-11 y Prov. 31:4-5). En el Nuevo Testamento, los cristianos son reyes y sacerdotes (1 Ped. 2:9).

©1993