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Serie Volver, Lección 18

¿Estás en Condición?

por Elmer N. Dunlap Rouse

Hebreos 10:23-25, dice,

23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. 24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

Mientras esperamos el día de la venida de Cristo, nos reunimos con los hermanos para compartir la vida en la familia de Dios. Hay una relación muy estrecha entre la firmeza del cristiano y su costumbre de congregarse. Es que al bautizarnos, Dios nos colocó en su familia y ya no podemos andar como solitarios sino como parte del pueblo de Dios con deberes mutuos. En cada reunión de la iglesia, nuestro deber es estar presente sin fluctuaciones, sin ausencias como si fuera una promesa a Dios, ya que Dios cumple todas sus promesas con uno. Dios es fiel y cada cristiano tiene que ser fiel al Señor. Es fácil saber cuáles hermanos son fieles por ver su presencia en la congregación. Los que forman el hábito de ausentarse sin causa son infieles.

El propósito de congregarse es mantener una profesión de esperanza. Esperamos la venida de Cristo para participar de la asamblea celestial. Habrá allí todos los salvos, de toda nación, toda lengua, allá en el cielo. ¿Vas a estar presente ese día? ¿Serás llevado por los ángeles a aquella congregación celestial? ¿Estarás muy ocupado ese días con muchas cosas que hacer y sin tiempo para este importante cita? ¿Puedes reunirse para cantar himnos y alabanzas a Dios por toda la eternidad? Cada reunión de los hermanos es una expresión de tu fe, tu firmeza y tu amor al Señor y a los hermanos.

La iglesia necesita tu consideración. Es una consideración mutua donde tu considera a tus hermanos y tus hermanos consideran a ti. Si tu no tienes ningún problema, gloria a Dios que tu estás bien. Pero puede que algún hermano tuyo tenga problemas y necesita de tu apoyo, exhortación, consejo, oración y presencia. Por dejar de congregarse, no vas a saber de la existencia de estos problemas y oportunidades de ayudar. Para recibir amor, nay que dar amor. Puede que algún día tu serás el necesitado y los hermanos que te van a dar la mano son los fieles, los que siempre esté presentes.

Estamos presentes en las reuniones para estimular a los hermanos a la fe y las buenas obras. En la iglesia organizamos obras de benevolencia, evangelismo y actividades para unir los hermanos como comidas y viajes para visitar otras congregaciones, campañas y talleres. ¿Puede estimular los hermanos? ¿Consideras a los hermanos? Es imposible, a menos que estés presente.

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