Lección 9
DON DE PROFECIA (1)
En esta lección continuaremos estudiando los dones sobrenaturales en la iglesia primitiva, tema fascinante que seguramente nos ayudará comprender mejor el trabajo del Espíritu Santo en esta epoca cristiana. El plan que hemos trazado para estos estudios es el siguiente: primero, analizar bien los dones descritos en el nuevo testamento, limitándonos a sus manifestaciones en el tiempo apostólico; segundo, presentar los pasajes que tratan de la duración de los dones; y, tercero, discutir los dones a la luz de acontecimientos, manifestaciones y enseñanzas del siglo 20.
Respecto al don de profecía hemos aprendido que los hermanos que lo tenían edificaron, exhortaron y consolaron a los miembros de la iglesia del primer siglo. 1 Cor. 14:3. Predecir eventos futuros pro medio del don era posible, mas sin embargo, el propósito principal de darlo era el edificar a la iglesia,, 1 Cor. 14:4, "El que profetiza, edifica a la iglesia." 1 Cor. 14:22 enseña que la profecía es una señal "no a los incrédulos, sino a los creyentes." Los versículos 24 y 25 enseñan que la profecía convence, juzga y hace manifiesto el oculto del corazón del indocto, Sobre cómo usar el don en la reunión de la iglesia el Espíritu Santo dice en 1 Cor. 14:29,30, "Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen, Y sí algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero." Luego, en el 30, Pablo vuelve a hablar respecto al propósito del don diciendo, "Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan., y todos sean exhortados,,," Pues, el don fue dado para enseñar y exhortar.
Para el entendimiento correcto del don de profecía es preciso notar que en la iglesia primitiva los profetas podían controlar el uso de su don. 1 Cor, 14:29. "'Asimismo los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen." El mandamiento de hablar dos o tres implica la posibilidad de obedecer porque el Espíritu Santo no ordenaría lo que sería imposible de cumplir. En 1 Cor. 14:30 él Espíritu dice, "Y sí algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero." "Calle el primero." Pero, ¿cómo el primero iba a poder callarse si no tenía ningún control sobre el don? Las palabras de 1 Cor. 14:32, 33 son muy importantes, "Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas, pues Dios no es Dios de confusión sino de paz." ¿Qué quiere decir el Espíritu? La primera parte del versículo ha sido oscura para muchos. El Espíritu simplemente afirma lo que acabamos de exponer, a saber, que al profeta le fue dado no solamente el don de profetizar sino también el derecho de controlar su don. Podía usarlo a su discreción. Por supuesto, debiera usarlo de acuerdo con las reglas dadas por el Espíritu en 1 Cor. 14:29-31. Un espíritu de confusión no había caído sobre la iglesia sino más bien un Espíritu que edificaba, exhortaba y consolaba; un Espíritu de paz que hacia todo "decentemente y con orden," 1 Cor.14:40. No fue un espíritu desordenado, fiero, bravo e indómito que recibieron los profetas sino uno que hacía "todo para edificación" (1 Cor. 14:26). No fue un espíritu que volara sobre las alas de emociones descontroladas. Ese Espíritu no brincaba de uno a otro como una chispa eléctrica. No produjo alboroto en las iglesias primitivas. En el nuevo testamento no se lee nada de tal espíritu operando en las iglesias. Al contrario, se trata de un Espíritu inteligente el cual sabía comunicar, mediante el don de profecía, la voluntad de Dios a los seres humanos inteligentes que si pueden ser instruidos, exhortados y consolados.
Cuando un hermano que había recibido el don de profecía llego a la asamblea de los santos , él tal no tenía buscar su don por medio de oraciones y súplicas al Espíritu Santo. Ya lo tenía. No tenía que esperarlo. Ya el Espíritu se lo había dado y no se lo había quitado para luego tener que dárselo de nuevo, Pues, el hermano que tenía tal don no tenía que esperar hasta que se desarrollara un ambiente cargado de emocionalismo para poder usarlo. Lo tenla y además el Espíritu Santo se le había concedido el derecho de controlarlo. "Los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas," Cuando el profeta llegó al lugar de reunión de la iglesia se sentó con los demás miembros, con los otros que profetizaban, con los que hablaban lenguas, interpretaban, sanaban, etc. Cuando a él le tocaba dar mensajes que había recibido del Espíritu (1 Cor. 14:26) se puso de pie y dirigiéndose a la congregación habló palabras comprensibles. Los demás miembros guardaban silencio. Si durante su discurso el Espíritu dio a otro hermano una nueva revelación, entonces el que hablaba, controlando su don 'se callaría, dándole oportunidad al que había acabado de recibir la nueva revelación. Así que hablaban «uno por uno" para que todos aprendieran y todos fuesen exhortados (1 Cor. 14:31). En esta manera fue usado el don de profetizar en la iglesia primitiva.
El lector debiera tener presente siempre el de que el Espíritu empleó los dones sobrenaturales para guiar a toda la verdad. Mediante el don de profecía la iglesia joven del primer, siglo recibió' la enseñanza, exhortación, y consolación que le hacía falta para hacer su obra y perseverar en la fe.
Este don era tan importante que Pablo dijo, "Procurad los mejores dones, pero sobre todo que profeticéis." En la iglesia los profetas ocupaban el segundo puesto, teniendo los apóstoles el primero. Dice 1 Cor.12:28: "Y a unos Dios puso en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas." Efesios 2:20 nos enseña que el fundamento de la iglesia consta de "los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo". ¿Por qué los profetas ocupaban un puesto de tanta importancia? Porque su don les capacitó para revelar mucha de la verdad a la iglesia. Nótese las palabras de Efesios 3:5 sobre la revelación del "misterio de Cristo." Dice el pasaje "Misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu ..." Tanto los profetas como los apóstoles recibieron esta preciosa revelación del misterio de Cristo. Por esta razón, su trabajo era muy importante entre los miembros de la iglesia primitiva, importante sí porque llevaba al entendimiento de todas las doctrinas que tienen que ver con la redención en Cristo y la vida espiritual en la iglesia. Pero si hubieran hablado disparates, si hubieran alborotado, si hubieran creado confusión en los cultos de los santos, si hubieran profetizado locuras, si hubieran llenado el aire de pamplinas, ¿de cuánto valor habría sido su obra? Ninguno, ni para ellos, ni para sus oyentes, ni para nosotros hoy día.
Pero, gracias a Dios., usaban su don sabiamente y ahora tenemos un nuevo testamento repleto de profecías valiosísimas, enseñanzas que edifican, palabras que exhortan y consuelan. Respecto a lo que ha de suceder los profetas dieron muchas profecías las cuales encontramos en las páginas del nuevo pacto.
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