Lección 27
LOS DONES NO EXISTEN
Con esta lección empezamos el séptimo y último de los argumentos dados para probar que los dones espirituales ya han cesado. Sin duda, éste es el mas controversia de todos. Muchos, a oírlo por primera vez, se escandalizarán tanto que ni aun lo considerarán. Otros, que no tienen tantos prejuicios, lo examinarán antes de negarlo categóricamente. El argumento es este: que los dones sobrenaturales simplemente no existen hoy día. Ya se pueden oír los gritos angustiados de incredulidad. Una protesta fuerte se levanta y muchos cantan a viva voz que sí, que los dones sí siguen, que se evidencian, que se ven. Bien, estamos escuchando y examinando todo. Y los que protestan, ¿están haciendo igual? ¿Quién tiene razón? Declaramos que los dones no existen hoy día; que la ausencia de tales manifestaciones del Espíritu Santo es cumplimiento de la voluntad divina; que la ausencia de los dones nada tiene que ver con nuestra fe, o la falta de ella, en Dios; y que ni son disponibles porque ya cumplieron su propósito. Otros afirman con convicción asombrosa que sí, los dones sí siguen. ¿Quién enseña la verdad? Hay una sola manera de resolver el conflicto. Tendremos que someter a pruebas todos los llamados dones del presente comparándolos con los dones del primer siglo. Es decir, tendremos que analizarlos a la luz de la Biblia. Hagámoslo, entonces. No tengamos miedo de hablar francamente sobre este asunto. Mediante nuestras indagaciones la verdad será descubierta. Sabremos si los dones de hoy día sin iguales a los del primer siglo, o si son meramente obras ficticias.
Antes que nada, hacemos la pregunta siguiente: Si el Espíritu trabaja hoy día exactamente tal y como lo hizo en el tiempo apostólico, por qué se habla hoy día de solamente tres o cuarto de los dones? ¿Por qué se pasan por alto los otros 10 o 11? Si el Espíritu Santo no da todos los dones a los creyentes del siglo 21, entonces no obra hoy tal como lo hizo en el primer siglo. Sabemos que hoy día se habla mucho del don de lenguas, a veces, aunque no a menudo, de la interpretación de lenguas; se habla del don de profecía, y también de el de sanidad divina. Pero, hay como 10 dones más en las listas del Nuevo Testamento. ¿Por qué no se trata de estos? Además, no vemos milagros y manifestaciones iguales en grandeza y poder a los del primer siglo. Francamente, estos factores nos ponen a dudar de los que tanto hablan de dones hoy día. Nos hacen sospechar que, pese a las muchas y fuertes afirmaciones de los que dicen tener dones sobrenaturales, algo no concuerda. ¿Por qué no tienen todos los dones? ¿Por qué no levantan a los muertos?
Cuando hacemos la pregunta que si existen todos los dones hoy día casi ninguno responde que sí. Casi siempre la contestación es que no, que no existen todos los dones hoy día. Entonces, preguntamos por qué y nos dicen que es por falta de fe en los discípulos, o que es porque la iglesia del siglo 21 no es fiel y que no sigue los mandamientos de Dios.
"Por falta de fe," Si, de veras, el Espíritu Santo rechaza dar algunos dones hoy día porque los discípulos tienen poca fe, entonces, tenemos un comentario negro hoy día que los discípulo y triste sobre esta generación de creyentes. No tienen fe; por lo tanto, no reciben todos los dones, ni tampoco reciben los grandes poderes que tenía la iglesia primitiva. Pero, vemos algo extraño aquí. Si no tienen fe suficiente para recibir todos los dones, si no son dignos de obtener todos los poderes, ¿cómo, entonces, recibirán el más grande de los dones, la salvación del alma? Sí no soy digno de recibir dones, todos los dones si mi fe es tan débil, o mi vida tan descarriada, entonces no veo cómo puedo ser digno de obtener la corona de la inmortalidad. Hacemos una pregunta importante suplicando a que se conteste honradamente: ¿Se necesita más fe para recibir dones que para recibir salvación? De acuerdo con lo que enseña la Biblia, tenemos que contestar que no. Entonces, si creemos para salvación, y todavía todos los dones son disponibles, podremos obtenerlos todos a base de la fe que es para salvación.
La explicación de que algunos dones y poderes del Espíritu no se ven hoy día por que los discípulos no tienen suficiente fe, es, a mí me parece muy débil. Carece de validez. Considere lo que observamos ahora. Pablo enseña en 1 Cor. 14:1 en adelante que la profecía es el más grande de los dones. ¿Cuántos en Puerto Rico y en otros paises afirman tener el don de profecía? Son muchos, ¿verdad? Tenemos entendido que en algunas congregaciones casi todos los miembros son profetas o profetisas. Si los feligreses de tales sectas no creen en la profecía, entonces hay que disciplinarlos o excomulgarlos. Parece que miles y miles tienen fe suficiente para obtener el mas grande de los dones, la profecía. Sin embargo, ¡no tienen bastante fe para tener los demás dones de menos importancia y valor! ¿Qué pasa aquí? Eso no suena bien. No es lógico, ¿verdad? Si tienen tanta fe como para merecer, recibir el más grande de los dones, entonces ¡no habría porqué no darles todos los dones y poderes!
Vemos que esta explicación de la ausencia conspicua de muchos dones y poderes no sirve. La verdad es que los dones no se ven hoy día. ¿Sabe por qué? No es por falta de fe en los discípulos sino porque los dones no son disponibles para nosotros. Luego, ¿Dios hace acepción de personas? En absoluto. A todos de la era cristiana el ha dado toda la verdad. Los del primer siglo la recibieron mediante los dones; nosotros hoy día mediante la palabra escrita. La única diferencia estriba en la cuestión de métodos o sea, en la de como fue transmitida la verdad a los hombres. Ellos recibieron la verdad por medio de dones; nosotros por medio de la palabra escrita. Tanto para ellos como para nosotros el mensaje es el mismo, y es el mensaje que cuenta, no el método de comunicarlo. Creemos, y creemos para salvación. Pero, no recibimos los dones simplemente porque no son disponibles. Dios lo decidió, no este servidor. Ya hemos estudiado los pasajes que enseñan la cesación de los dones.
Volvamos a un punto notado anteriormente. Algunos dicen, "Bueno, no tenemos todos los dones, y no vemos los prodigios y milagros del primer siglo porque hay tanto pecado en las iglesias hoy día. ¿Qué clase de explicación es esta? Es, en verdad, nada menos que una sentencia de condenación para las iglesias del siglo 21. Si son tan corruptas que el Espíritu Santo niega concederlas algunos dones, entonces ¡no son dignas de recibir salvación. Pero, alegadamente, tienen el don de profecía, el mas grande de los dones, y esto a pesar de la corrupción que en ellas hay. No comprendemos como puede ser esto. ¡Iglesias tan desviadas que no reciben los dones inferiores, pero si los superiores! Hay algo que va al revés aquí y creemos que el sabio de corazón no tendrá problema en descubrirlo. En cuanto a que hay corrupción en las iglesias hoy día, estamos de acuerdo; si la hay tanto en lo doctrinal como en lo moral. Pero, ésta no es la razón por la cual no existen todos los dones hoy día. La razón es que el tiempo de los dones llegó a su fin hace 19 siglos. El Espíritu Santo sigue obrando. Jamás ha dejado de obrar en los fíeles. El instrumento más fuerte que él emplea no es el don sino la verdad. El es el Espíritu de verdad. Busque la verdad con mucho más afán que busca los dones y la encontrará. El don no salva; la verdad sí salva.
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