EVANGELISMO EN ACCION

por Elmer N. Dunlap

Leccion 6

VISITANDO

INTRODUCCION

Asumiendo que somos verdaderos cristianos, podemos comenzar a visitar a personas con el fin de convidarles a acercar más su vidas a Dios por creer en Jesucristo y servirle.

Hablar de parte de Cristo presume varias cosas: consagración, convicción, confianza, gozo, amistad, compasión, empatía, humildad, dominio propio, apariencia y disciplina.

Parte de la idea de disciplina es organizarse. Uno planifica lo que va a decir o presentar y uno practica la rutina hasta perfeccionarlo. Apuntamos el nombre de la persona, de su esposa e hijos para causar una buena impresión. Oramos antes de visitar, pidiendo la ayuda y dirección de Dios y dándole las gracias por hacernos partícipes de su obra, de buscar y salvar a los perdidos. Confiando que nos acompaña, vamos con valor.

I. CUATRO TIPOS DE VISITAS

A. Algunos hermanos desorganizados e impacientes que no entienden la psicología de conversión, tratan de convertir a la persona en la primera visita o enseñar todo lo que saben de la Biblia en la primera visita. Sólo logran espantar o confundir a la persona. Roma no fue hecho en un día y es señal de inmadurez tratar de evangelizar a todo tipo de persona con una clase de quince minutos. El evangelista experimentado estudia a la persona y procede de acuerdo con las circunstancias, el interés y la capacidad espiritual de la persona.

B. La Visita Amistosa.

1. Casi todos se asustan si nosotros vamos directo al grano. Van a la defensiva si se sienten atacados. Si somos extraños, primero hay que establecer una amistad y un nivel mínimo de confianza. Hablar de diferentes asuntos seculares no es perder el tiempo sino desarrollar una relación y demostrar lo amistoso que es Cristo y su iglesia.

2. Con esta clase de visita, llegamos a conocer a la persona que queremos evangelizar, conocer su mundo, sus problemas, sus intereses, su personalidad y su horario. Si le escuchamos bien, muchas veces nos dicen cómo convertirlo. A veces nos convence que es perder el tiempo hablarle por sus actitudes de autosuficiente, sabihondo, cerrado o desinteresado en asuntos religiosos.

3. Si deseamos aprovechar la visita amistosa y aprender cómo proceder, no podemos dominar la conversación. Queremos que se exprese y nosotros somos todo ojos y oídos. Le hacemos preguntas para facilitar su revelación personal. En vez de formularle preguntas que requieren una respuesta de "sí" o "no", usamos ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿por qué?, ¿dónde? para estimular la conversación. También facilitamos su conversación por nuestro interés, contacto de ojos y una expresión que demuestra que le estamos escuchando. Es increíble el gran número de personas que quisiera que alguien les escuchara.

4. Debe de evitar hablar de los problemas de la iglesia, entremeterse en asuntos personales de la persona o aparecer como un chismoso. Hablar de tu persona es una manera magnífica de aburrirlo. Entre menos hablas de tu persona, mejor.

5. Es posible que en la conversación descubras alguna manera de como poder ayudarlos. Jesús sanaba a las personas y tal vez podamos ayudarlos, siempre y cuando no perdamos su respeto.

6. Debe apuntar esta información junto con sus observaciones e impresiones, ya que esto te ayuda en comprender la persona y decidir como proceder a ganarlo. La información te ayudará a evaluar a otros.

C. La Visita Evangelística.

1. Esta visita tiene por propósito despertar y estimular su interés en Dios, la salvación y la iglesia. No hay ley que indique que la primera visita no debe ser evangelística y puede que en muchos casos, toda visita debe ser evangelística o que la visita amistosa sea la primera fase de una visita evangelística.

2. Hay varias formas de llevar a cabo una visita evangelística. Primero uno puede orientar a la persona a Cristo. "¿Eres cristiano?" es una excelente pregunta para enfocar la necesidad y el propósito de tu visita. Esto lleva a uno a explicarle cómo ser cristiano.

3. Posiblemente la pregunta "¿Eres cristiano?" provoca la respuesta sectaria y nos lleva a hablarle de la unidad religiosa y la singularidad de la enseñanza novotestamentaria. Pero antes de citar la Biblia para condenar el sectarismo, es aconsejable primero crear fe en la Biblia como Palabra de Dios. Si no creen y respetan la Biblia, todo lo demás es tiempo perdido.

4. Esto nos lleva al próximo tipo de visita: una clase bíblica personal en su hogar.

D. La Clase Biblia en el Hogar

1. Después que se haya establecido una relación y la disposición favorable para recibir instrucción, uno puede ofrecer dar un serie de estudios bíblicos en el hogar. Con estudios formales y planificados se puede fijar un horario, en vez de visitar de sorpresa e improvisar. Además uno puede llevar la relación a una decisión clara al terminar la serie. Si uno cree que hay suficiente interés, puede proponer otra serie de estudios.

2. Existen varias formas de dar una serie de estudios: películas, videos, cursos bíblicos por correspondencia o la Biblia marcada. Estudios espontáneos sin planificación puede parecer beneficiosos, pero tienden a conducir a controversias en vez de progresar hacia una decisión educada de ser cristiano.

E. La Visita Para Pedir una Decisión

1. Cuando se presenta la oportunidad, cualquier momento o visita es propio para ayudar a una persona a tomar la decisión de obedecer el evangelio. Muchas veces es un error hacer al inconverso esperar terminar los estudios para poder aceptar a Cristo. Hay que estar pendientes a la necesidad espiritual de la gente y señas de que ya están listos para bautizarse. Expresiones como: "¿Qué hay que hacer para bautizarse?" o "Mi esposa me estaba comentando que todavía no hemos hecho lo que Dios espera de nosotros", deben considerarse como la luz verde para hablar de bautizarse en Cristo. Puede que la ausencia de otra duda o tema de interés indique la necesidad de convidar a la persona a obedecer lo que sabe.

2. Después que uno sepa que la persona conoce lo que Dios espera y que no existe inconvenientes, uno debe darle un pequeño empujón para que se bautice. Podemos preguntarle, "¿Qué hay que hacer para ser salvo?" "Y ¿qué es lo que no te permite bautizarte?"

II. ¿A QUIEN VISITAMOS?

A. La Lista de Contactos. Cada cristiano debe estar constantemente consciente de las necesidades espirituales de las personas que nos rodean. Constantemente debemos tener una lista de estas personas inconversas con un valor asignado de lo cerca que está de convertirse a Cristo. Nos quedaremos sorprendidos de tantas personas alrededor de nosotros que podemos ayudar.

B. Evaluación de la Lista. Cada dos o tres semanas, podemos evaluar y rehacer la lista, cambiando los nombres de posición de acuerdo a la posibilidad de convertirlos. Aquellos que demuestren que tienen poco interés son movidos a la parte inferior de la lista. Aquellos que lleguen a asistir a la iglesia, coger cursos bíblicos por correo, afirman su deseo de acercarse más a Dios son movidos a la parte superior de la lista. Aquellos que creamos que van a bautizarse en cualquier momento encabezan la lista.

C. Prioridad en las Visitas. Visitar es cuestión de dejarse llevar por la lista. Debemos dedicar nuestro mejor tiempo y esfuerzo a los primeros en la lista. Por cada uno nos preguntamos, ¿qué puedo hacer para ayudar a esta persona a obedecer el evangelio? Apuntamos las ideas que se nos ocurran al lado del nombre del individuo. Utilizamos la lista cuando oramos para presentarlos a Dios y pedir su ayuda y dirección.

D. Ideas Para Tu Lista. Familiares, vecinos, compañeros de escuela, del trabajo, de deportes o pasatiempos, empleados de diferentes establecimientos o negocios, visitas que llegan a los cultos de la iglesia, nuevos vecinos que se mudaron al área donde vives, pacientes que encontramos en la sala de espera de oficinas de doctores, dentistas, abogados o lugares donde vamos a pagar nuestras cuentas. Los entierros y bodas son momentos oportunos para conversar y añadir personas a nuestra lista. Podemos preguntar a otros hermanos de la iglesia o al ministros por nombres y direcciones de personas que podamos visitar. Como último recurso, podemos repartir tratados con solicitudes, ir de casa en casa para hablar a las almas o preparar literatura para enviar a los apartados del correo, o saturar una ruta del correo para luego visitar las familias una por una. Podemos ir a hospitales para orar por los pacientes y hablarles de Cristo. Siempre debemos tener una cantidad de tratados de la iglesia con nosotros para poder repartir a toda persona que cruce nuestro camino.

III. ¿CUANDO VISITAR?

A. Dos miembros de la iglesia pueden ponerse de acuerdo para visitar cada semana a una hora mutuamente aceptable. Por ejemplo, unas hermanas pueden unirse para salir a visitar los sábados de 10:00 A.M. - 12:00 P.M. o dos hermanos puede reunirse para visitar de 7:00 - 9:00 P.M. todos los viernes. Es un costumbre muy bueno visitar cada semana con otros cristianos.

B. Al visitar, si notamos que están ocupados, con visitas o con otros compromisos, uno debe de ser considerado y ofrecer visitarles otro día. Esto se puede evitar con hacer una cita antes de visitar, con una llamada el día anterior.

IV. ¿COMO VISITAR?

A. De Dos en Dos. Es incómodo que un hombre solo visite a una mujer sola pero acompañado de otro hermano pueden visitar "hasta al diablo" como dijo uno. Por lo general, es más formal cuando vamos acompañados y es más productiva la visita. Cuatro ojos ven más que dos y cuatro oídos oyen más que dos. Si repasan la visita, pueden notar mejor el progreso y los estorbos. Cuando son más de dos, tienden a distraerse y a descontrolar el progreso y el propósito de la visita.

B. El Líder de la Visita. Es una tragedia cuando los dos compiten por hablar y están cambiando de un tema al otro. La visita se vuelve un circo. Hay que organizarse y hacer claro cuál de los dos va a dirigir la palabra. El otro tiene que seguir el primero y facilitar el trabajo y, muchas veces, aceptar el papel del compañero silencioso. Pueden turnarse, pero uno tiene que dirigir y el otro seguir. De otra manera, serán como dos cocineros en una cocina, que siempre terminen dañando la comida.

C. Es necesario saludar a todos los que viven en la residencia al llegar y despedirse de todos al marcharse.

D. Es recomendable orar. Necesitamos la presencia de Dios. No estamos solos.

E. Hay que llevar una sonrisa y gozar estas oportunidades de cooperar con Dios en su gran obra de salvar almas.

V. ¿CUANDO VOLVER?

A. Hay que visitar a la misma persona mucho, pero mucho. Una visita de vez en cuando no hace efecto. A menos que consideremos la persona un caso perdido, hay que volver, volver y volver otra vez. Entre más volvamos, más éxito tenemos. Un informe dio a conocer que el promedio de visitas y estudios para convertir a un alma es de un promedio de trece.

B. Muchas veces, nos quedamos sorprendidos al ver la persona, que nosotros abandonamos, aparecer en la iglesia de visita. Hay que ser duro y disciplinado y seguir visitado hasta que nos convenzamos que es un caso perdido. Hasta cuando descalificamos a la persona, debemos darle un toque de vez en cuando, hasta una vez al año a ver si ha cambiado.

C. Si acaso creemos que estamos dando con mucha resistencia, o conflictos de personalidad, podemos pedir que otros hermanos lo visiten.

VI. OTROS CONSEJOS

A. Toma control de la dirección pero sin dominar la conversación. No existe ningún tema más importante que el evangelio de Jesucristo.

B. Sea honesto. Si no conoce la respuesta, admítalo. Trate de no parecer un "sabelotodo".

C. Haga distinción entre lo que dice la Biblia y la opinión de uno.

D. Felicite a la persona o familia visitada, de manera honesta, para ser positivo y amistoso. "-Yo voy a la iglesia católica. -¿A cuál? -A la de Martinica. -Tienen una capilla muy bonita".

E. Trate de averiguar lo que le interesa a la persona visitada.

F. Enfatize las áreas de común acuerdo, más que las diferencias. Más tarde cuando comprenda mejor la Biblia, se puede entrar con calma en los puntos de conflictos. Si se crea una controversia, puede explicarle que eso se va a descutir más tarde. No debes sacar temas que sólo provoquen argumentos innecesarios.

G. En vez de juzgar, lleve la persona a lo que dice la Biblia. "-Entonces, ¿tú crees que mi religión es falsa? -Yo creo que toda iglesia que hace la voluntad de Dios se va a salvar".

H. No vayas a despistarte. Hay que contestar las preguntas, pero luego uno debe volver a su material ya preparado. Si uno trata de hablar de todo un poco, sólo va a confundir a la persona. "La pregunta suya es muy importante pero trata de la historia de la iglesia que es la lección número 8. En breve podemos decir que ... pero más adelante vamos a entrar de lleno en esta cuestión". Después que uno comienza el estudio, no debes conversar de otros intereses hasta no terminar el estudio.

I. No tengas prisa. Hay que estar sensitivo al progreso del estudiante y sólo podemos averiguar su progreso por haciéndole preguntas. Hay que tener paciencia y no cerrar la puerta. "Yo estoy seguro que tú vas a seguir pensando y estudiando lo que hemos presentado y posiblemente podemos volver a estudiar en otra oportunidad."

J. No traiga chismes de otras personas. Seas positivo, enérgico, feliz y fiel con la confianza de otras personas.

VII. REGLAS FUNDAMENTALES AL VISITAR UN CLIENTE

A. Antes de visitar al cliente.

1. Llame con anterioridad, para pedir cita, explicando el motivo y la duración aproximada de ésta. Reconfirmar el día anterior por medio de una llamada.

2. Planifique la imagen que quiere proyectar eligiendo unas prendas de vestir adecuadas. Recuerde "lo que usted lleva puesto hace una declaración de su persona".

3. Organice su presentación llevando consigo todo el material que pueda ser necesario.

4. No deje lugar a la improvisación. Practique su presentación preparándose y tomando en cuenta las posibles reacciones del cliente.

B. Durante la Visita.

1. Su lenguaje corporal debe reflejar seguridad y confianza.

2. Al llegar, identifíquese dando a las recepcionista su nombre, el nombre de la compañía que representa y los datos de la persona a quien viene a visitar (no extenderá su tarjeta a menos que la recepcionista o secretaria se la pida).

3. Al saludar a su cliente, déle la mano firmemente estableciendo a la vez contacto visual.

4. Puesto que usted pidió la cita, no le haga perder tiempo, una vez intercambiados los comentarios iniciales habituales (unos 3 o 4 minutos), vaya directo al asunto de que le trajo.

5. El tono que debe prevalecer durante su visita debe ser de profesionalismo.

6. Trátelo de usted para recibir su permiso para tutearlo.

7. La familiaridad excesiva de trato, de palabra y acción, no es compatible con la imagen profesional.

8. La opinión y el criterio de nuestro cliente se respeta. Si usted difiere, explíquese con claridad exponiendo su punto de vista si perder el control.

9. Esté en todo momento consciente del tiempo que le ha concedido su cliente, no se sobrepase y hágaselo saber.

10. Al despedirse, agradézcale el tiempo que le dedicó, extiéndale la mano nuevamente, retírese sonriente y proyectando seguridad y confianza.

11. Si no ha habido intercambio de tarjetas de presentación, éste es el momento de hacerlo.

C. Después de la Visita.

1. Cumplir con lo acordado dentro del tiempo provisto. (información requerida, datos adicionales, etc...)

2. Dar seguimiento concediendo tiempo razonable para obtener una contestación y no insistir más de tres veces.

3. Sepa interpretar los mensajes, indirectos e indicativos de falta de interés.

Esta información es cortesía de Rosaly, McCloskey y Huyke, firma de consultoría sobre ética y etiqueta para los negocios, Suplemento Comercial, El Nuevo Día, viernes 25 de febrero de 1994, pág. S70.

PREGUNTAS

1. ¿Cuáles son algunas características de la persona que gana almas?

 

 

 

2. ¿Tiene cada visita que ser evangelística?

 

 

 

3. ¿Cómo describes tú a una persona impaciente, que trata de convertir a todo el mundo con una sola visita?

 

 

4. Si somos extraños a la casa, ¿podemos ir directo al grano?

 

 

 

5. ¿El perder el tiempo hablar del tiempo y las flores? Favor de explicarse.

 

 

6. ¿Es necesario conocer algo de una persona antes de hablarle de Cristo? Favor de explicarse.

 

 

7. ¿Son buenos maestros aquellos que dominan la conversación? ¿Por qué?

 

 

8. ¿Se puede mencionar a la visitas algunos problemas de la iglesia? Favor de dar unos ejemplos de problemas de la iglesia que no se debe mencionar?.

a.

b.

c.

d.

e.

 

9. ¿Se debe ofrecer clases bíblicas en su hogar a todo el mundo? ¿Por qué?

 

 

 

10. Favor de hacer una lista de cuatro formas de conducir una estudios bíblicos en un hogar.

 

 

11. ¿Para qué sirve la visita amistosa?

 

 

 

 

12. ¿Para qué sirve la visita evangelística?

 

 

 

13. ¿Por qué damos clases bíblicas en el hogar? ¿No sería más fácil que vengan a la clase bíblica de la iglesia los domingos?

 

 

 

14. ¿Es correcto terminar una serie de estudios antes de invitar al inconverso a obedecer al evangelio? Favor de explicar.

 

 

15. ¿Para qué sirve un lista de contactos?

 

 

 

16. ¿Quién debe encabezar la lista?

 

 

 

17. ¿Cuál es la ventaja de visitar de dos en dos?

 

 

 

18. Favor de explicar lo que es el compañero silencioso.

 

 

 

19. ¿Por qué hacemos una cita antes de visitar?

 

 

 

20. ¿Cuántas veces hay que volver a visitar a la misma persona?

 

 

21. ¿Cómo podemos evitar controversias cuando estudiamos con un inconverso?