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Lección 1 EL ANTI-ISMO ES LEGALISMO por Jim Massey |
Este estudio trata de atar y desatar. Jesús prometió as sus apóstoles el siguiente poder: "De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo" (Mateo 18:18). Para leer los verbos griegos de manera literal, Jesús dijo: "Cualquier cosa que atéis en la tierra, ya se había atado en el cielo, y cualquier cosa que desatéis en la tierra ya se había desatado en el cielo". Esta misma expresión se halla también en Mateo 16:19, donde esta misma promesa de Cristo a Pedro fue dirigida a todos los apóstoles.
Los apóstoles nunca ataron ni desataron por su cuenta. Jesús les prometió el poder de representar, no de legislar. Estos portavoces autorizados llevarían sus palabras inspiradas, el mensaje atado en el cielo. Por sí mismos los apóstoles no iban a atar y desatar, sino que iban a anunciar lo que el cielo ya se había atado y desatado. El mismo significado se encuentra en Juan 20:23, "A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se les retuviereis, les son retenidos". En el día de Pentecostés, Pedro anunció el perdón según los términos ya atados en el cielo, y, por consiguiente, retuvo los pecados para aquellos que no reunieron los requisitos del perdón.
La promesa de atar y desatar de Mateo 16:19 está unida a su promesa de edificar su iglesia y de que la puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Como está protegida la cuidad edificada encima de una montaña, así su iglesia está segura y protegida de todo enemigo por edificarse sobre la montaña, la cual es Cristo.
Jesús emplea en su hablar la costumbre común de jugar con las palabras, o sea, usar la misma palabra pero con sentidos muy diferentes. Esto se ve cuando se refirió a Pedro como "petros" (una piedra pequeña) pero el fundamento de la iglesia como "petra" (una masa de piedra, es decir, a sí mismo), contra la cual las puertas del Hades no podrán nunca prevalecer. Por usar la palabra "roca" sobre la cual edificaría un reino imposible de derrotar, Cristo enfatiza su habilidad de perdurar. Pedro acaba de confesar la verdad fundamental, que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios viviente.
La fuerza de la iglesia es la fuerza de Cristo. Ella no será derrotada si Cristo no lo es. La estabilidad de la iglesia se basa en la palabra de Cristo por medio de sus apóstoles. El mensaje inspirado del evangelio aporta la firmeza tanto para individuos como para congregaciones, porque las almas están ancladas a Cristo por medio de la palabra de Dios. Por fe en la gracia de Dios, los cristianos están justificados y tienen acceso a Dios por fe en su gracia en la cual están firmes (Rom. 5:1-2). La firmeza viene por perseverar en el evangelio (1 Cor. 15:1-2).
La firmeza de la iglesia del Señor se basa en lo que los apóstoles ataron y desataron. Desatar lo que ellos ataron es liberalismo - tomar libertades con la Palabra de Dios. Atar lo que los apóstoles desataron es anti-ismo, exigir lo que la Palabra de Dios no exige. Ambos errores resultan por asumir posiciones extremistas, o sea, reaccionar tanto que uno llega al otro extremo.
Martín Lutero reaccionó de más cuando corregía el error católico de la salvación por mérito y terminó en el otro extremo, el de la "fe sóla". Juan Calvino atacó la idea que el hombre lo hace todo en su salvación, y fue al otro extremo por creer en la predestinación - de que Dios lo hace todo. Algunos reaccionan a la emoción del pentecostalismo por ir al otro extremo - de un culto de ritos y ceremonias sin ninguna emoción. El hombre es extremista por naturaleza y casi siempre reacciona de más si es que reacciona.
Los fariseos y los saduceos representaban dos posiciones contrarias y extremistas. Los saduceos desataban mucho y los fariseos ataban mucho y así ambos abusaron de la ley de Moisés. Los fariseos pervirtieron el propósito de la ley, que era llevar la gente a Cristo (Gál. 3:24) y lo usaron para alejar la gente de Cristo. Dios dio la ley para condenar a los judíos, pero los fariseos creyeron que la ley era su salvador, y adorando la ley, se convirtieron en legalistas. Como consecuencia, rechazaron la salvación por gracia por medio de la fe en Cristo.
La mentalidad del fariseo le llevó a rechazar las salvación como don de Dios por medio de la fe en la muerte de Cristo. La fe del fariseo era que podía guardar la ley y sus tradiciones perfectamente y así salvarse. Entendía que su justicia se debía a sus buenas obras y no por la obra de Cristo en la cruz que sufrió el pecado en lugar del creyente. El legalismo del fariseo es el fundamento del anti-ismo de hoy.
Es fácil reconocer el anti-ismo si uno comprende el error fundamental de los fariseos:
(1) Según Mateo 23:3, los fariseos eran hipócritas, "dicen y no hacen". Sus pretensiones surgen porque su doctrina exige una obediencia perfecta y constante. Pero ellos saben muy bien que fallan (como toda persona), pero para admitir sus faltas tendrían desacreditar a su doctrina de salvación por perfeccionarse. Como consecuencia, su legalismo causa su hipocresía.
(2) Según Lucas 18:9, los fariseos "confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros". La parábola que sigue entonces demuestra como Dios rechazaba el culto de auto-justicia del fariseo pero aceptaba el ruego de misericordia del publicano. El legalismo, entonces como ahora, lleva a uno a confiar en sí mismo como justo y menospreciar a los demás.
(3) Otros frutos de la fe farisaica son celo misionero de hacer prosélitos, quienes se vuelven más hijos del infierno que su maestros (Mat. 23:15);
(4) Tienen gran cautela para cumplir con detalles pequeños mientras que descuidan asuntos de la ley de gran importancia (Mat. 23:23-24);
(5) Cuelan mosquitos y se tragan camellos (Mat. 23:24);
(6) Tienen tanto miedo de cometer un error que terminan haciendo nada (Mat. 25:25);
(7) Enseñan y obligan doctrinas y tradiciones de hombres (Mat. 15:9).
(8) La señal del fariseo que más llama la atención de este estudio es aquella que Jesús menciona en Mateo 23:16-22: hacer distinciones ridículas, cuales distinciones son locura para todo el mundo, menos para los que las hacen. Jesús describió a los fariseos como "insensatos y ciegos" por decir que jurar por el templo no es nada, mientras que jurar por el oro del templo es deudor. De la misma manera jurar por el altar no obliga a uno, mientras que jurar por la ofrenda que está sobre el altar sí obliga a uno. La ley no llegaba a estas distinciones irrazonables, pero los fariseos sí llegaron. Siempre estar contando la patas al gato era el negocio diario del fariseo, mientras descuidaban las cosas más importantes. Hay que distinguir muchas cosas en las Escrituras y hacer valer algunas cosas que parecen pequeñas, pero distinciones sobre pequeñeces arbitrarias y ridículas parecen locura a todos menos al fariseo moderno quien las inventa. Hay que rechazar tales distinciones como una sabiduría vana de una mentalidad legalista torcida.
(1) El anti-ismo aprueba la cooperación en benevolencia, pero la condena cuando se trata de evangelismo. Esto significa que es pecaminoso que una iglesia le envíe dinero a otra iglesia para evangelismo mientras que es correcto enviarle dinero para ayudar a los necesitados. Ya que tal distinción entre estas partes independientes de la obra del Señor no aparecen en las Escrituras, Jesús llama esto ceguera y necedad.
(2) El anti-ismo aprueba que todo cristiano ayude a los huérfanos, pero prohíbe que una iglesia les ayude. Anti-ismo divide la Biblia arbitrariamente en "pasajes de individuos" y "pasajes de iglesia". ¿Cómo es posible que se les mande a los cristianos a cuidar a los huérfanos, pero se le prohíbe a la iglesia, cuando la iglesia se compone de cristianos?
(3) El anti-ismo aprueba que una iglesia ayude a los santos, pero prohíbe que ayude a los no santos. Ata una distinción entre ayudar a un pecador como pecaminoso mientras que ayudar a un cristiano es correcto. Pero el amor cristiano alcanza a los vecinos tanto como a los hermanos. Los cristianos hacen bien a todos los hombres, pero mayormente a los de la familia de la fe.
Sólo debemos atar lo que los apóstoles ataron. La iglesia ha sido penosamente dividida porque el anti-ismo ata lo que los apóstoles desataban. El anti-ismo ata distinciones arbitrarias que los apóstoles no ataron. Su reacción desmedida en contra del desatar del liberalismo lo llevó a atar demasiado. Comparte todas las características de los fariseos que rechazaron la salvación de gracia por fe, por mejor buscar la salvación por obras y por guardar la ley. La iglesia prevalece sólo cuando el evangelio prevalece. Prevalecer por el evangelio es atar y desatar lo que el cielo ya había atado y desatado por medio de los apóstoles.
Para enfocar con claridad la creencia básica de anti-cooperativismo, presentamos su lista de prohibiciones: (1) Una congregación no puede enviar dinero a otra congregación para evangelismo. (2) Una iglesia no puede enviar dinero a otra iglesia para ayudar a una tercera iglesia en benevolencia. (3) El dinero enviado de una iglesia para un predicador con el propósito de evangelizar tiene que ir directamente a él y no puede pasar por una iglesia que lo supervise. (4) Hay dos patrones que tienen que distinguirse: en evangelismo, una iglesia tiene que enviar la ayuda directamente al misionero, pero en benevolencia una iglesia puede enviarle dinero a otra iglesia siempre y cuando se mantienen las siguiente partes del patrón: (a) que una iglesia económicamente fuerte envíe el dinero a una iglesia económicamente débil, (b) que sólo se puede enviar si hay una emergencia física, (c) que sólo se puede enviar si el propósito es "igualdad" (libertad mutua de necesidad) entre la iglesia que envía y la iglesia que recibe.
(1) Hechos 11:29,30 que dice que los hermanos de Antioquía enviaron socorro a los hermanos en Judea por enviarlo a los "ancianos" por mano de Bernabé y Saulo. El anti-cooperacionismo contiende que estos ancianos eran los ancianos de cada congregación en Judea por separado y no los ancianos de Jerusalén. Esta selección arbitraria (adivinada) sobre a cuáles ancianos se refería la Escritura es atada como patrón para el envío de dinero en benevolencia entre iglesias, como distinto al patrón para el envío de dinero en evangelismo de iglesia a predicador.
(2) Filipenses 4:16 dice que la iglesia en Filipos envió ayuda una y otra vez para la necesidad de Pablo. Este es texto-patrón de anti-cooperativismo para demostrar que una iglesia tiene que enviar el dinero directamente a un evangelista para ayudarlo a evangelizar, contrario a enviarlo a la iglesia que lo supervise.
(3) 2 Corintios 8:13-14 es otro texto-patrón para la cooperación en benevolencia. Pablo instaba a los Corintios a imitar a Macedonia en enviar los fondos a Jerusalén: "Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez, sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad". De esta escritura el anti-cooperativismo ata que la Biblia condiciona la ayuda de iglesia a iglesia como sigue: (a) una iglesia fuerte puede enviar dinero a una iglesia débil, (b) sólo se puede enviar dinero mientras haya una emergencia física, (c) y se puede enviar para que haya "igualdad", que se define como libertad mutua de necesidad entre la iglesia que envía y la que recibe.
Estas posiciones fundamentales de anti-cooperativismo serán examinados más al fondo en las siguientes lecciónes: (2) Advertencias, (3) La Benevolencia es Evangelismo, (4) El Pago Directo, (5) Emergencias e Igualdad, (6) Individuo o Iglesia, (7) Sólo Santos y (8) Sumando. El "anti-ismo" y el liberalismo son como el péndulo de un reloj que se mueve de lado a lado, pasando el punto de equilibrio, sigue hasta el otro extremo. El anti-ismo es causado por una reacción en extremo al liberalismo, y el liberalismo causado por una reacción en extremo al anti-ismo. Pasamos ahora a la lección #2 para ver lo peligroso que es asumir una de estas posiciones extremistas.
