SERIE: LOS HERMANOS QUE PROHIBEN Lección 8
SUMANDO
por Jim Massey
UNA PRACTICA ES CORRECTA SI CADA PARTE ES CORRECTA La mayor parte de este sirie de estudios trata del uso indebido de ejemplos bíblicos. Los hermanos que prohiben buscan y atan cosas que no fueron atados por los ejemplos del Nuevo Testamento (como el pago directo). Atan unos ejemplos sí y otros no. Atan Jerusalén como el patrón para enviar dinero, pero no atan el poner el dinero a los pies de los apóstoles o la distribución diaria por siete hermanos (Hechos 4-6). Atan algunos detalles de un ejemplo y otros no. Por ejemplo, atan el "igualdad" pero no el una y otra vez. Atan cosas específicos usando ejemplos genéricos (como la idea de que una iglesia puede enviar dinero a otra iglesia sólo en benevolencia). Son genéricos con ellos mismos pero no con otros como en el ejemplo exclusivo de la colecta del primer día de la semana que era sólo para benevolencia. Tuercen los ejemplos bíblicos para su propia destrucción (2 Pedro 3:16).
Este presente y último estudio va a presentar unos ejemplos bíblicos y principios que autorizan la iglesia que facilita, supervisa o patrocina. No se encuentra esta autoridad en un ejemplo o un pasaje. El método de Dios de revelar era por muchos hombres en muchas momentos, lo que significa que no debemos esperar que Dios diga toda la verdad completa de todo el asunto de una práctica en un sólo ejemplo. Este es el error de los "anti escuela bíblica". Ellos preguntan, "¿dónde está el ejemplo bíblico de su escuela bíblica dominical? La respuesta es que no es necesario encontrar la práctica en un sólo texto para que sea autorizada. En numerosos ejemplos bíblicos encontramos la aprobación de Dios para todas las partes para la práctica de la clase bíblica: el dividir la asamblea en pequeños grupos, la práctica de la enseñanza simultánea, mujeres enseñando en privado, etc. Esto significa que la idea completa está autorizada si todas las partes estén autorizadas. No es necesario buscar toda la aprobación en un sólo texto, sino si todas la partes estén autorizados, entonces la práctica completa también lo es.
No hay un sólo ejemplo bíblico de todo lo que hace un predicador local. Pero como todas las partes se encuentran en las Escrituras en varios ejemplos, la práctica completa es bíblica. Todos los pasos de conversión a Cristo tampoco se encuentran en un sólo pasaje, pero todos son necesarios aunque cada paso esté autorizado en un pasaje diferente. Este principio, a saber, que una práctica es correcta si todas sus partes sean correctas, ahora lo aplicamos a la práctica de una iglesia que facilita (supervisa o patrocina). No hay un sólo ejemplo o referencia donde se encuentran todas las partes de la práctica, pero como se encuentran todas las partes en la Biblia en varios ejemplos y referencias, el concepto entero es bíblico porque todas las partes son bíblicas.
LAS OCHO PARTES DE LA PRUEBA La práctica de una iglesia que facilita es autorizada porque se puede demostrar que todas sus partes son autorizadas. Es necesario analizar ocho partes: (1) la iglesia debe apoyar y promover la predica de la verdad; (2) es necesario tanto el predicar como el servir (evangelismo y benevolencia); (3) la iglesia local puede escoger una persona en específico y una obra en específico; (4) la iglesia puede supervisar una obra más allá de su habilidad; (5) la iglesia puede publicar las necesidades de su obra a otras iglesias; (6) la iglesia puede recibir de otras iglesias ayuda para su obra; (7) la iglesia puede enviar más adelante a su predicador o obra los fondos que fueron enviados de otras iglesias; (8) la iglesia local tiene una relación especial con el predicador que envía o la obra que sostiene.
(1) La iglesia debe apoyar y promover la predica de la verdad. 1 Timoteo 3:15 describe la iglesia como la "columna y baluarte de la verdad". En Filipenses 2:15, 16, Pablo afirma que la iglesia en Filipos está "en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo". La iglesia tiene la obligación de regar y apoyar la evangelización por todo el mundo (Mateo 28:18-20; Marcos 16:15. 16).
(2) Es necesario tanto el predicar como el servir (evangelismo y benevolencia). Según 1 Pedro 4:11, tanto el hablar las palabras de Dios como el ministrar conforme al poder que Dios da, ambas llevan la misma meta de glorificar a Dios. Las buenas obras pueden motivar a los malhechores a glorificar a Dios (1 Pedro 2:12). La ofrenda benévola era, según Dios, una semilla que producía frutos de justicia y acciones de gracias a Dios en los santos y en otros. El evangelismo y el servicio para las necesidades son partes inseparables de la obra de la iglesia en regar y apoyar la verdad.
(3) La iglesia local puede escoger a una persona en específico y una obra en específico. En Hechos 11:22-24, la iglesia en Jerusalén oyó de la obra de la iglesia en Antioquía y decidió enviar allá a Bernabé. En Hechos 11:29, la iglesia en Antioquía determinó enviar socorro a la obra en Judéa y mandó ayuda. En Hechos 13:3, la iglesia en Antioquía aceptó la dirección del Espíritu Santo y envió a Pablo y Bernabé en su primer viaje misionero. La iglesia local puede determinar realizar una obra específica y seleccionar a una persona o personas para llevarlo a cabo.
(4) La iglesia puede supervisar una obra más allá de su habilitad. En Hechos 11:27-30, los ancianos de Judéa recibieron los fondos de Antioquía para distribuir entre los necesitados. Estaban supervisando (patrocinando) una obra más allá de la habilidad económica de ellos mismos.
(5) La iglesia puede publicar las necesidades de su obra a otras iglesias. En Hechos 11:27, 28, la iglesia en Jerusalén envió Agabo a Antioquía para publicar las necesidades de la obra en Judéa.
(6) La iglesia puede recibir de otras iglesias ayuda para su obra. La iglesia en Jerusalén recibió ayuda de las iglesias gentiles según ilustra 2 Corintios 8 y 9, así como los ancianos en Judéa recibieron la ayuda de Antioquía en Hechos 11:30.
(7) La iglesia puede enviar más adelante a su predicador o obra los fondos que fueron enviados de otras iglesias. Los ancianos de Judéa enviaron los fondos que recibieron de Antioquía más adelante a los necesitados. La iglesia de Filipos recibía en enviaba fondos en su obra de ayudar a Pablo (Filipenses 4:15).
(8) La iglesia local tiene una relación especial con el predicador que envía o la obra que sostiene. Hechos 13:3 dice que Antioquía ayunó, oró y despidió a Bernabé y a Saulo para la obra. En Hechos 14:26, 27, estos misioneros regresaron a Antioquía "desde donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido". Informaron a la iglesia que los había enviado las cosas que Dios había hecho con ellos y se quedaron allí con la iglesia que los había enviado. Todas la partes de la práctica de una iglesia que patrocina una obra son bíblicas, y, por lo tanto, la práctica completa es bíblica.
AYUDA PARA ORFANATORIOS La práctica de ayudar a los orfanatorios con los fondos de la iglesia es bíblica porque todas sus partes son bíblicas. Enumeramos las siguientes partes del apoyo de las iglesias para hogares substitutos de huérfanos.
(1) La iglesia (o todos los cristianos) tiene que visitar a las viudas y huérfanos en sus tribulaciones si es que practiquen la religión pura (Santiago 1:27).
(2) La iglesia debe mantener a las personas que no tienen hogar. Esto incluye y requiere proveer lo que se ha perdido - algún tipo de hogar (1 Timoteo 5:8-16).
(3) La iglesia no puede funcionar como un hogar, sino que Dios puso padres para administrar hogares, no ancianos ni diáconos (Efesios 6:1-4; 1 Timoteo 3:5). Por lo tanto, la iglesia tiene que emplear algún tipo de hogar que satisfaga las necesidades de aquellos que no tienen dónde vivir.
(4) Dios no estipuló el tipo de hogar para utilizar en ayudar a los huérfanos. Un mandamiento genérico no ata ningún detalle. Dios nos manda a "mantener", "proveer" y "visitar", pero no nos dio una sóla manera de hacerlo (1 Timoteo 5:8-16; Santiago 1:27).
(5) La iglesia local goza de la libertad de decidir qué tipo de hogar y cuáles son los mejores métodos para restaurar el hogar de los que no lo tienen. Donde Dios no ofrece detalles, los ancianos deben de "supervisar" (Hechos 20:28) y "gobernar" (1 Timoteo 5:17) y "velar" (Hebreos 13:17).
(6) Las iglesias locales pueden cooperar en esta parte de la obra del Señor como compartieron la obra conjunta de enviar ayuda a Jerusalén (2 Corintios 8 y 9).
Los puntos que acabamos de mencionar son bíblicos, prácticos y fáciles de poner por obra. Es de común conocimiento que el envío de dinero a predicadores en países lejanos requiere por necesidad la observanción de una persona allí para comprobar el uso correcto y la dignidad de dichos predicadores. Lo mismo aplica también a la ayuda benévola. Estos observadores pueden evaluar con más certeza las necesidades de benevolencia que las iglesias donantes que están ubicadas a gran distancia en otras partes del mundo. Suceden muchas necesidades críticas y los hermanos en otros paises necesitan estar al tanto para poder ayudar. Además, como dichos hermanos en otros paises reciben tantas solicitudes de ayuda, ¿cómo pueden diferenciar entre las que son dignas y aquellas que son indignas? Sólo por medio de personas allí presentes que juzgan e informan las necesidades con certeza. Al mismo tiempo, algunos predicadores sectarios y algunos predicadores de la iglesia del Señor son unos ladrones y sin vergüenzas que reciben ayuda económica por muchos años de iglesias en otros paises, gracias al "pago directo" de alguna iglesia que no puede evaluar la situación. Dicha iglesia sólo escucha los "lloros que dan pena" del predicador indigno.
El apóstol Pablo informaba de predicadores dignos e indignos en 2 Timoteo 1:15-18; 2:17-18; 4:10-12. Lo hacía para que los dignos pudieran recibir el sostenimiento que necesitaban. Así hoy, por medio de informes y supervisión, los hermanos en otro paises pueden continuar enviado ayuda con confianza. Pero sin la presencia de alguien presente en el lugar, o agente que envía más adelante la ayuda, se le engaña con facilidad a los hermanos. Cuando éstos se enteran de que alguien se aprovechó de ellos, estos hermanos defraudados a menudo se prometen que nunca más volverán a enviar fondos a otro país para la evangelización. El trabajo de facilitar, supervisar o patrocinar (enviar ayuda más adelante a otros) es tan importante como el trabajo de Epafrodito (Filipenses 2:25) quien aseguraba a los hermanos en Filipos que los fondos enviados a Pablo llegaban y que tuvieron el efecto deseado.
Es importante añadir que el abuso de un método bíblico no lo convierte en un método contrario a las Escrituras. Hay iglesias que practican artimañas sectarias con el dinero porque el plan bíblico de una ofrenda voluntaria no les produce suficiente dinero. Insistimos en que el problema no está en el diseño bíblico sino en cómo se practica el diseño bíblico. A veces los predicadores y algunas iglesias se sienten mal juzgados, mal representados y abusados por la iglesia que supervisa que envía los fondos procedentes de una tercera iglesia, pero estos errores y abusos no quiere decir que el sistema esté equivocado o que no sea bíblico. Todos los planes de Dios utilicen a seres humanos falibles, pero el problema del mal uso del plan bíblico se puede y debe de corregirse. La verdad es que se puede abusar cualquier plan. Este plan, el de hermanos que supervisan, se presta menos para el abuso que ningún otro plan.