por Elmer N. Dunlap Rouse
¿Cómo era la música de la iglesia primitiva? El historiador Lars P. Qualben escribió: "El canto formaba parte esencial de la adoración de los cristianos, pero era al unísono y sin acompañamiento de instrumentos musicales" (Una Historia de la Iglesia Cristiana, pág. 112). Los instrumentos de música se usaban en los templos paganos por todo el mundo antiguo, pero la iglesia primitiva no los usaba. ¿Por qué? ¿No es significativo que en todo el Nuevo Testamento no existe nada que ni siquiera insinúa que iglesia alguna usaba instrumentos?
¿Por que los hombres introducen instrumentos en el culto? ¿Será para complacer a Dios? Ningún instrumento mecánico puede complacer a Dios porque
Dios es espíritu. ¿Puede alguien impresionar a Dios con su habilidad artística de tocar un instrumento? El sacrificio vivo, santo, que agrada a Dios es el culto racional, cosa que ningún instrumento puede dar (Rom. 12:1). Los instrumentos sólo producen sonidos, pero el Dios infinito no tiene oídos físicos. No tiene cuerpo ni se mueve al ritmo de música. Dios se interesa en la música espiritual que sólo produce el corazón agradecido y sale de los labios del que aprecia su amor y belleza.
Si los instrumentos no pueden complacer a Dios, entonces ¿para quién es el culto? ¿Para los hombres? Si el culto es para complacer a los hombres, entonces está al revés. El gran mandamiento no es amar al prójimo sino a Dios (Mat. 22:37-39). Si el culto agrada o no a los hombres no importa, pero si no agrada a Dios, no sirve para nada (Gén. 4:4-5). Pablo dijo: "Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo" (Gál. 1:10). Cristo dijo, "Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás" (Mat. 4:10).' El culto debe edificar a la iglesia (1 Cor. 14: 26) pero esto es secundario. Su primer objeto es adorar al Señor.
Los instrumentos musicales tienden a convertir el culto en un espectáculo que llena el ojo y el oído a la gente. Los presentes tienden a volverse más espectadores que adoradores. Dicen: "No me gustó. No tocaron bien", pero no preguntan si el culto le gustó a Dios. Se imaginan que a Dios le gusta lo que a ellos les gusta, pero no leen las Escrituras para saber qué culto es aceptable a Dios. Si es cuestión de gusto, ¿qué no se hace?
Los instrumentos traen competencias de quién toca mejor que, a veces, provocan celos y envidias. A los artistas les gusta exhibirse y sueñan con negocios y conciertos. Se escucha comentarios como "Que bonito tocó fulano.. Si éste hiciera una grabación, se vendería bien". Dicen, "Si siguen tocando así, se llena la iglesia". Como no pueden citar al Nuevo Testamento, los que usan instrumentos citan el Viejo. Pero los Salmos que citan para apoyar los instrumentos apoyan también el sacrificio de animales, el rociar con sangre y la observancia del sábado que éstos no están dispuestos a practicar. Entonces, ¿se puede escoger lo que uno quiere del Viejo Testamento? ¿No es cierto que Cristo quitó la vieja ley con su muerte en la cruz? (Col. 2:14; Heb. 8:13). "Quita lo primero, para establecer esto último" (Heb. 10:9). El viejo sistema judío ya no sirve.
¿Será verdad que se puede hacer todo lo que la Biblia no prohibe? Algunos piensan que sí. Piensan, "si el Nuevo Testamento no prohibe los instrumentos, se pueden usar". La respuesta es muy sencilla. Un mandamiento específico prohibe todo otro específico. Si la Cena del Señor fue instituida con pan sin levadura, todo otro pan está excluido. Si Cristo autorizó el uso de "fruto de la vid" para conmemorar su muerte, toda otra bebida está excluida. Si Noé fue mandado a construir el arca con madera de gofer, toda otra clase de madera está excluido (Gén. 6:14). No era necesario proveerle una lista de toda clase de madera inaceptable. Especificar un tipo era suficiente. Lo mismo aplica a la música aceptable para adorar a Dios. Por especificar música cantada, se entiende que la instrumental es inaceptable. Si Dios iba a especificar todo lo que no debemos hacer, la Biblia tendría que ser mucho más grande.
Nadab y Abihu murieron por ofrecer a Dios fuego extraño (Lev. 10:1-7). ¿Por qué ofrecer a Dios la música de instrumentos cuando éstos son extraños al Nuevo Testamento y carecen de autorización apostólica? En el canto congregacional, todos unen sus voces, para adorar a la manera de Dios.
LA MUSICA EN LA ADORACION A
DIOS por Harris Lee
Goodwin
¿Dónde
se reune la iglesia de Cristo? |
