LA OFRENDA

por Elmer N. Dunlap Rouse

Lección 7

LA EVALUACION DE JESUS

INTRODUCCION

Jesús se sentó delante del arca de la ofrenda para mirar cómo la gente aportaba. Nos mira también a nosotros los domingos, estudiando cómo nosotros echamos, si echamos lo que nos sobra, o con amor y sacrificio (Mar. 12:41-44). ¿Qué dirá Jesús de la ofrenda suya?

I. LA OFENDA DEMUESTRA EL CORAZON DE LA VIUDA

A. La ofrenda de la viuda representó su trabajo y habilidad de producir bajo sus circunstancias. El mundo la midió por la cantidad de sus posesiones pero Jesús la midió por el uso que ella dio a sus posesiones, sin importarle la cantidad.

B. Cristo también nos mide a nosotros por nuestro dinero. No pregunta cuánto poseemos sino cómo lo usamos? No le interesa lo que ganamos, sino cómo lo damos? No le importa cuánto dimos, sino cómo lo dimos?

C. El hombre cuenta el dinero y sus cantidades, pero Cristo cuenta al hombre y sus motivos. Los ricos dieron de lo que les sobraba, sin sacrificio, sin costarle amor ni devoción. Le fue fácil. Pero la viuda dio lo que necesitaba, lo dio todo, sin reservas

De los ricos Cristo no preguntó cuánto dieron sino cuánto les quedó; si fue un sacrificio como el suyo en la cruz. La viuda no tuvo que hacerlo. Nadie le mandó. Fue voluntaria.

II. LA OFRENDA FORTALECIO SU FE EN DIOS

A. Jesús llamó la atención de sus discípulos a la viuda en contraste con los muchos ricos. En la viuda había piedad mientras que en los ricos había vanagloria. La viuda se sacrificó al extremo de necesitar de Dios para su futuro mientras que a los ricos les sobraba mucho, tanto que no necesitaban de Dios. A la viuda le tocaba recompensa mientras que los ricos tenían la recompensa de la breve gloria de los hombres.

B. La viuda creció por expresar su fe. No era avara ni mundana sino de visión celestial. Su riqueza estaba en el cielo y, por lo tanto, ofrendar aumentaba su fe, su esperanza y su aprecio hacia Dios. Probó con su donativo su sinceridad y su disposición de negarse. No compró nada, pero podía pedirle a Dios cualquier cosa.

III. LA OFRENDA ES UN INSTRUMENTO PODEROSO DE DIOS

A. Benevolencia. Con dinero, Dios puede aliviar el sufrimiento de los menos afortunados. Permite que sufran para que los cristianos podamos hacer buenas obras que le glorifiquen (Jn. 9:3; Mat. 5:16).

B. Misiones. Hace falta dinero para que se predique el evangelio a toda criatura en todo el mundo. Le toca a la iglesia enviar evangelistas por el mundo, pagando sus gastos para que puedan predicar el evangelio de gratis (1 Cor. 9:7, 18). Fuimos salvados gracias a la ofrenda de otros que pagaron nuestra primera Biblia, la literatura que estudiamos y las campañas evangelísticas que nos ofrecieron para convencernos. Ahora nos toca pagar para que otros tengan la misma oportunidad.

IV. CRISTO TODAVIA ESTA SENTADO

...frente al arca de las ofrendas, observando las ofrendas y observando el espíritu del dador, juzgando. Tu ofrenda mayor es entregar tu vida al Señor.